Make a Wish

Éxito *Supercorp*

El éxito de un proyecto se encuentra en una correcta planificación.

Al menos eso era lo que le decía su padre todos los días mientras tenían un pequeño desayuno familiar.

Lena pensaba que él tenía toda la razón, pues no por nada él había logrado levantar una pequeña empresa de insecticidas y fertilizantes hasta el conglomerado que actualmente era LuthorCorp.

Desde que había comenzado a comprender el significado de las palabras de su padre supo que cada paso que daba debía ser previamente planificado y su ejecución debía ser perfecta si quería llegar a cumplir su objetivo.

¿Y cuál podía ser el objetivo de la hija menor de un magnate empresarial? Pues, aún si ella fuera una vaga total, era seguro que obtendría parte de la herencia de su padre por ser la favorita.

Sencillo.

Su objetivo era dejar su propia huella.

Lex había decidido seguir los pasos de su padre y empezar estudiando administración de empresas, era todo un hombre de negocios y sus deseos de poseer conocimiento en diversas áreas lo habían llevado a iniciar una segunda carrera en la universidad.

Ella no quería ser la sombra de su padre, mucho menos la de su hermano mayor, el tan dotado Lex Luthor. No. Ella era mejor, podía verse a sí misma en la primera plana de diversas revistas de ciencia y en los periódicos. Su nombre resonaría más allá de Metrópolis, más allá de los Estados Unidos.

Lena Kieran Luthor debía llegar a lo más alto de su familia, así como le había quitado el puesto de hijo favorito a Lex apenas había nacido, también lo quitaría de la boca de todos los conocidos de su padre.

Desde que había obtenido un cupo en la universidad de Metrópolis; una de las mejores del país; Lena había planificado a la perfección su proyecto de vida. Estudiaría las carreras necesarias para llevar a LuthorCorp más allá de la bioingeniería, que era lo que Lex planeaba; al igual que su padre.

Fue por eso que ella tomó una carrera más adecuada a sus planes, iniciando con ingeniería electrónica. Y cuando decía "iniciando" lo decía en serio.

Para Lionel era todo un orgullo que su hija haya decidido tomar otros rumbos, como todo hombre de negocios lo veía como un claro paso de Lena para ampliar los horizontes de la compañía y eso era algo que le interesaba.

Ella sencillamente siempre había sido la hija perfecta y favorita.

Pero eso nunca le dio beneficios más allá de un auto nuevo en su décimo octavo cumpleaños o una suite de su propiedad cerca de la universidad para facilitar sus estudios. No.

Ser la hija favorita le había sacado tantas sonrisas como lágrimas. Sus autos caros y un closet tan grande como su habitación no habían llenado el vacío dentro de ella al tener que ocultarle a su familia sus... inclinaciones; como las llamaría Lillian.

Lionel le había enseñado que no necesitaba tener a un hombre a su lado para ser una mujer emprendedora y capaz. En un principio había pensado que se había tomado tan en serio las enseñanzas de su padre que no sentía atracción alguna por los hombres. Al menos eso fue hasta que cumplió diecinueve años y su madre le insinuó que aquel amigo de Lex que la miraba con interés seguramente sería un "buen partido".

No lo fue.

Nunca había sentido que algo era tan incorrecto como cuando besó a aquel hombre, nunca deseó tanto escapar como cuando se entregó a él y la desesperación la invadió en el momento en que se dio cuenta de que para dormir con él o con cualquier otro hombre tenía que imaginarse a sí misma con una mujer.