Capítulo 8

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Opening:

♫ Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.

A poca velocidad, lo sabemos bien.

Teñirse tú veras de rojo las nalgas de Milo y Kanon,

Salvarlos todos debemos, con valor. ♫

♫ Paraíso nunca fue, los 12 templos ya debes conocer.

Llevamos adentro, un putazo dormido.

¡Disfrútalooooooo!

♫ Atravesemos con decisión,

Los anos de los Dioses,

Difícil será sin perder,

¡No nos tienen que coger!

Y los putazos en acción,

Deja que te conmuevan el corazón,

Aquel mañana que se olvidó,

Volvamos todos a recordar,

En la nueva temporada que va a iniciar. ♫

Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX... Kanon y Aioria habían logrado terminar de negociar con la bruja de blanca nieves, pero para eso tuvieron que entregarle a Adrien, quien era el más princeso del grupo, obteniendo como resultado que él cayera dormido. Más tarde, se trasladaron a la casa de dulce, donde allí Marinette hizo una escena vergonzosa, y terminaron siendo descubiertos por Radamanthys, pero no sólo eso, también se vieron obligados a regresar las cosas que se iban a llevar. Por otro lado, lograron obtener una pequeña pista sobre cómo regresar a su mundo, y quedaron atrapados en un juego llamado el "Ascensor dimensional" gracias al idiota de Aioria. Ahora nuestros queridos amigos, tienen que enfrentarse contra un espectro que probablemente los hará sufrir. ¿Podrán superar esta valiosa prueba de valor? ¿Adrien se despertará pronto? ¿Veremos más Aioria x Mu en este capítulo o tendremos que seguir esperando? ¡Todo esto y más en... no encuentro el sinónimo para no repetir capítulo!

Una enorme tensión estaba poseyendo a todo el grupo en ese momento, pues apenas el elevador estaba trasladándose al siguiente piso, y peor aún, tendrían que pasar por otro más, lo cual llevaría algunos minutos.

—Hey, Kanon, hey —se escuchaba la voz de la mujer que se había subido al elevador, y andaba jodiendo al peliazul hace ya un rato.

—Esta mina es más pesada que una mosca de verano ¬¬ —se quejó Kanon, quien parecía que por la molestia, había desaparecido todo rastro de miedo en él.

—¡No seas tonto, no la hagas enojar, no sabemos que puede hacer! —le advirtió Marinette mientras que Aioria vio que apenas habían apretado el piso uno, subieron derechito al diez, lo que significaba que habían hecho todo bien. Sin embargo, un terrible estruendo se empezó a escuchar, fue entonces cuando todos se dieron cuenta por el mal olor que había en la cabina que la mujer espectro se estaba pedorreando, y lo hacía sin parar.

—¡Uh! ¡La puta madre! ¡QUÉ OLORRRR! —se llevó una mano al rostro el Geminiano, quien parecía que iba a vomitar.

—¡Hug! ¡Me estoy asfixiando! —el aroma le resultaba a la pelinegra tan desagradable, que no le bastaba para cubrirse con una sola mano.

Milo y Kanon XXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora