Love sucks - cth (terminada)

-Australia-

Tomé el shampoo en la ducha. Recordé las caricias de él en mi mejilla. Coloqué el producto en mi cabello y quise quitar la imagen de mi cabeza. Enjuagué y recordé lo lindo que se veía durmiendo en el sillón. Devuelta intenté  dejar de pensar en él.
Coloqué la crema para el cabello. Recordé a Megan, recordé que estaba aquí por trabajo.
Mi teléfono comenzó a sonar.

Terminé de bañarme y me senté en la cama viendo la llamada perdida de mamá.

- Hola hija – se sentía preocupada.
- ¿Qué sucedió? – suspiré acostumbrada a sentir el tono angustioso de mi madre. Apreté fuerte mi toalla mientras esperaba su respuesta.
- Tu padre ha empeorado, hoy a la mañana se vistió de traje – sollozó – le dije que bajara a desayunar y se vistió así.
- Ay mamá – dejé unas lagrimas salir, estaba lejos y la enfermedad mental de papá era imparable. Me partía el alma escuchar asi a mi madre, y más pensar en como el cuadro de mi padre empeora. Ya tenía algo de dinero para enviarle.
- Descuida mamá, enviaré todo y manteneme al tanto por favor. Estoy por salir para Tokio, si me cuidaré. Te amo, adiós.

Llegamos a la puerta del nuevo hotel, y entré con todo el peso de mi mochila en la espalda.
- Hey toma F – Luke lanzó hacia mi una tarjeta – es tu habitación.
- Gracias Lukey – agarré mis valijas nuevamente y caminé directo al ascensor a dejar mis cosas. Tokio se veia muy bien, y el hotel era muy lujoso. Jamás me imaginé en un lugar así en mi vida.
Descargué todo  en mi cuarto y comencé a llorar. Necesitaba olvidarme de mis padres, del dinero, hasta de mis sentimientos nuevos hacia Calum, en fin,  de todo. Aprendí a controlar mis llantos debido a que siempre debía ser más fuerte para mamá. Pero ella no estaba aquí, y me debilitaba con el paso del tiempo y la lejanía, me volvía una persona sensible.

- ¿Francesca? – tocaron a mi puerta y limpié velozmente mis lágrimas. Respiré profundo y fui  directo a abrir la habitación. Tenia sus manos en los bolsillos del pantalón, miró directo a mis ojos. De todas las personas que podían estar frente a mi, me tocó la que más debilidad me causaba, más en este momento. Intenté soportarlo – hey ¿Qué sucede? – intentó ver con mas detalle mis ojos rojos. Corrí el rostro
Dudé en escupir mi angustia, pero no, no podía dejar que sepa cómo soy, no me podía permitir ser transparente frente a él, iba a ser como desnudar mi ser y quedar vulnerable a mis sentimientos, como si estuviera autorizando que fuera parte de mi vida y no podía permitir eso. Siempre fui reservada con mi vida personal, si confieso algo con alguien es porque tiene un nivel de confianza que sobrepasa otro limite.
- Nada Calum –  contuve las próximas lágrimas por salir.
- Iremos a recorrer un poco, tenemos dos horas antes de ir a la prueba de sonido. ¿Quieres venir? Te hará bien.
- No – dije firmemente – no puedo tengo cosas que ordenar. Gracias – cerré la puerta sin dejar que emitiera  una palabra.
Necesitaba ser fuerte, necesitaba este trabajo, necesitaba ver a mis padres bien.
Necesitaba frenar mis sentimientos por Hood antes de que sea peor. Agarré mi móvil y marqué el número de Megan.

- Fran ¿Cómo va todo?
- Bien – aclaré un poco mi garganta – ¿Pudiste arreglar mi estadia en Australia?
- Oh si eso está arreglado F, despreocupate – suspiró - ¿El trabajo bien?
- Bien sí, son todos muy agradables.
- ¿No te engachaste a ninguno, verdad? Recuerda no hacerlo por favor - dijo divertida y yo sólo imité su risa.
- Megan me avergüenzas un poco.
- Espera, espera, espera. Tengo razón. ¿Cómo haces para trabajar? ¿Y si te peleas? Te quiero en mi equipo de aquí en adelante y si algo sucede o comienzas a ser mediática estaremos en un problema – explicó – igual sabes que bromeo, sé que eres profesional en esto.
- Si claro – reí – Debo irme Meg. Luego pásame todos los datos de Australia.

Habia ignorado a Cal lo que quedó del día. Me limité a hacer mi trabajo. Lo extraño de todo esto es que no debe ni saber todo lo que sucede en mi cabeza. Él era amistoso simplemente, yo era la que estaba viéndolo con otros ojos, con ojos interesados en algo más.  Además de todo lo que ya estaba pasando en mi vida  ¿Iba a sumarle un corazón roto? ¿Iba a perder mi trabajo?  No, gracias.
Había comenzado a tratarme mejor, a incluirme en sus bromas. Ahora que estoy confundiendo las cosas la que aleja y es fria soy yo.