Prohibido enamorarse;; P.jm.

6: Una XXL de Naruto.

La semana avanza con total normalidad, yendo a la universidad, hasta arriba de trabajos y haciendo mi vida como siempre. También había guardado bajo el llave la ropa bonita, el maquillaje y productos de belleza, ese día simplemente se quedaría en un bonito recuerdo, porque mi autoestima seguía derruida, como siempre, y yo me sentía completamente incapaz de enseñarle esa faceta al mundo.

Jimin y yo también guardamos nuestra pelea en un cajón, sin embargo, mientras él la había cerrado con llave y contraseña, yo era incapaz de dejarlo atrás por completo. En otra ocasión, puede que le hubiese hecho caso y olvidarme del todo... Pero esta vez mi amor propio había hecho acto de presencia por primera vez en toda mi vida.

Me llevé una Dorito a la boca mientras veía Friends en mi portátil, tumbada en mi cama, sin saber que hacer este Sábado improductivo. En realidad podría estar haciendo trabajos de la universidad, pero sinceramente; no me apetecía en lo más mínimo. Además, incluso el día me lo decía, porque cuando la lluvia comenzó a repiquetear en la ventana, ya ni siquiera me digné a hacer otra cosa.

La cerradura de casa sonó y pude deducir que Jimin acababa de llegar. Puse pausa en el capítulo y aunque me costara, me deslicé fuera de mis mantas calentitas, y fui a recibir a mi mejor amigo para ver si había comprado todo lo que faltaba en la despensa. Aquel día iba con un moño mal hecho, mis gafas de pasta negra (estas solo para estar por casa), unos pantalones de franela azules y una camiseta XXL de Naruto.

Así recibía yo al amor de mi vida. Eso me hizo replantearme varias cosas, y más cuando vi que iba acompañado de la chica que se enfadó porque no era un tío.

Ambos se giraron a mirarme, y mientras que en ella veía un rastro de satisfacción, en él vi el casi alivio. Estuve por poner mis ojos en blanco, pero finalmente dejé que por fin nos presentara.

—Oh, Yuri. Menos mal que estás aquí —se acercó a mi con una sonrisa surcando su cara—. Ella es Hye, mi... 

—Su novia —se adelantó a decir ella, tendiéndome una mano. 

La miré de arriba abajo, con ganas de decirle que aquel piso también era mio y que no tenía ningún derecho a hablarme así bajo mi jodido techo. Pero no lo hago por respeto a Jimin y porque yo si tengo educación. 

Le estreché la mano unos segundos. 

—Encantada, yo soy la mejor amiga —me presenté yo. 

—Como mi hermanita —recalcó Jimin, y este quiso rodearme los hombros, pero yo me removí incómoda, alejándome de él. 

Pude ver el dolor en su rostro, pero no hice nada. Les sonreí a ambos forzosamente. 

—Bueno, disfrutad del día, yo me tengo que ir a terminar algunos trabajos. 

Hye se despidió de mi alegremente, mientras que Jimin intentó llamarme, pero no fue capaz delante de su "novia", y pongo comillas como diciendo que quiero potar. ¿Que le pasaba a mi mejor amigo con las arpías que iban de falsas?

Bueno, hasta ahora me había dado igual, pero Dios, cuando tenías delante a la muchacha podría haber mucho físico pero a primeras impresiones su personalidad no era lo que más destacaba. Que seguro que la mía tampoco, pero vamos a ver, no voy a malgastar mis fuerzas en ser amable con alguien que no lo es conmigo. 

Me volví a encerrar en mi habitación, y solté un suspiro. Justo cuando cogí de nuevo la cama, mi móvil empezó a sonar. Vi el nombre de Jin en la pantalla. Descolgué al segundo.

—Dígame —canturreé, haciéndome la interesante. 

—Oye, a mi en Diva no me superas ni de coña —soltó este indignado.