Carta #1

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"Ahí esta, delante de ti, con una sonrisa preciosa. La mas hermosa que has visto en ti vida. Esta vestido de traje, obvio, acaba de salir del trabajo. Te comienzas a imaginar como seria si estuvieran casados y el llegara todos los días a casa y tu lo recibes con la comida ya lista, para simplemente sentarse a comer y contarse el día del otro. Sonríes, y el piensa que es porque te parece bien lo que acaba de decir, pero el no mira la verdadera ilusión en tus ojos, en tu sonrisa.

Te sientes en el cielo cuando al pasar a tu apartamento el deja un dulce beso en tu frente. Sabes que durante la noche habrán mas de esos pero en tus labios. Sabes que durara poco, y por eso te dedicas a disfrutar cada segundo.

El te mira y sonríe y sientes como tu corazón late tan fuerte que crees que se te saldrá del pecho. Pero, luego se te acerca a ti (claro después de dejar sus cosas en algún lugar del recibidor), te toma por la cintura y te besa. No dura mucho, pero para ti es uno de esos besos perfectos que solo el te puede dar. Porque lo amas. 

Le dedicas otra sonrisa, si porque con el sonríes como si no hubiera un mañana, ese es uno de los tantos efectos que tiene el en ti. Y el te corresponde la sonrisa y te da otro beso.

Después de la cena llena de risas por parte de los dos, y después de unas cuantas copas de vino. El se acerca a ti, toma tu mano, besa tus nudillos y esperas por un minuto que de su boca salgan las palabras que siempre has querido oír de su parte; ese dichoso "Te amo". Pero, no, lo único que dice es "Vamos a la habitación". Por un minuto tu mano tiembla, tu vista se cristaliza, tus labios sueltan un pequeño quejido que es inaudible. El te levanta, y si no es porque te tuviera sujeto de la cintura te hubieras caído, porque tus piernas flaquean. Una pequeña lagrima resbala de tu mejilla izquierda, esa que el puede ver, por un momento sientes como tu corazón se contrae en señal de dolor, y no por alguna enfermedad; si no porque te devolvieron a la realidad, donde tu solo eres su amigo.

Y llegan a tu habitación, la ves como esta perfectamente arreglada para la ocasión. Y te sientes un idiota, por recordar que cuando lo hiciste tenias la ilusión de que te haría el amor en esa cama, aun sabiendo que el nunca te ha hecho el amor, pero aun así tenias la esperanza que te lo haga, la misma esperanza que has tenido todas las veces que lo has visto. La misma esperanza que te hace daño.

Y le dices que se ponga cómodo, que necesitas ir al baño. Y te apresuras a encerrarte en el baño y llorar lo suficiente como para no derrumbarte delante de el. Después de unos 10 minutos sales y lo ves en la cama esperando tu llegada. Ya sabes lo que pasa.

Después de eso, el se queda unos minutos acostado en la cama, sin abrazarte ni nada, simplemente espera a que su cuerpo vuelva a tener energía y oyes "Me tengo que ir, tengo una cita y creo que ya se me hace tarde" o "Me encantaría quedarme pero no puedo tengo un desayuno de trabajo temprano y no puedo permitirme llegar tarde" y raramente el no se preocupaba en mentirte y decía "Lo haces genial en la cama,  en verdad, el mejor que me he follado en esta semana, nos vemos luego Jiminnie" te da un corto beso y se levanta para vestirse y luego irse, dejándote roto, otra vez.

Y te vuelves a sentir el mas miserable del mundo.


Y así fue como una una vez más,  te volvió a usar y volviste a caer en ese círculo vicioso entre sexo y amistad."







Friendzone (Hopemin)Where stories live. Discover now