Cap 2

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Seis años habían pasado, tristemente nunca superé del todo la muerte de mi mejor amiga, pero estaba feliz de tener al pequeño Kookie conmigo, él siempre me hacía recordar a Rosé, su piel Blanca, sus hermosos ojos, y hasta en lo testarudos se parecían, cuando Kookie quería algo el lo obtenía, nunca se rendía, y la verdad como podría decirle que no a ese hermoso niño.

Kookie era muy obediente y muy inteligente, a pesar de que se suponía que yo debía cuidarlo el siempre era quien cuidaba de mi, siendo yo tan despistado, incluso me tomaba la mano antes de cruzar y decía que tenía miedo de que un carro me atropellara y que por eso no debía soltar su mano.

Kookie le dió un nuevo sentido a mi vida, despues de haberlo perdido todo su madre fué quien me rescató, después de perderla a ella él lo hizo. Lo amaba con todo mi ser y nunca dejaría de hacerlo.

Ya habían pasado seis años, pero yo los había sentido como uno, había dedicado mi vida a Kookie y al negocio que me dejó Rosé, pasaba gran parte del día cosiendo nuevos vestidos y ropa para distintas ocasiones, era cansado, muy agotador, pero amaba mi trabajo, era el segundo regalo que Rosé me había dejado, hacer lo que me gustaba. Diseñar.

Pero aun faltaba algo, en seis años no había visto a mi familia, pero tampoco era que lo necesitara, aun así me sentía solo, siempre había querido casarme y formar una linda familia, pero ahora no tenía tiempo ni ganas de andar buscando chicos, ahora tenía un hijo y tenía que cuidar muy bien con quien salía, no cualquiera tendría buenas intenciones conmigo y con Kookie.

La vida ahora era hermosa, pero un poco solitaria, me faltaba ese cariño ese amor que solo una pareja te puede brindar, la pasión, la cercanía, amanecer con alguien a mi lado, y porque no? También me hacía falta el sexo.

—Jungkook levántate — Toqué a su puerta, eran las seis de la mañana y a las 7 debía ir a sus clases — Es hora amor, recuerda que siempre duras mucho bañándote.

Todas las mañanas costaba que él se levantara, todas las mañanas costaba que él se bañara, todas las mañanas costaba que el desayunara, era muy obediente, pero no cuando tenía sueño, en las mañanas siempre estaba de mal humor.

Abrí la puerta y lo ví bien envuelto en las cobijas, me acerque a su cama y traté de quitarselas, pero no resultó, las tenía agarradas son sus pequeñas manitas muy fuerte, no se de donde había sacado tanta fuerza ese niño.

—Vamos bebé, tengo que ir a trabajar y tu tienes que ir a clases. — Él seguía sin soltar las cobijas.

—No quiero papá, quiero dormir.

—Se que quieres dormir, yo también lo quiero, pero todos debemos levantarnos en las mañanas y hacer nuestros deberes.

—Porque? Yo solo quiero quedarme aquí. No vayas a trabajar y quedate aquí conmigo.— Jungkook utilizaba su tono tierno.

—Si no trabajo no tengo dinero, y si no tengo dinero como voy a comprarte el helado después de que salgas de clases?

—Helado?! — Kookie se levantó de golpe con sus dulces ojitos bien abiertos.

—Si Kookie, He-la-do

—Buscas mi ropa mientras me baño? — Saltó de la cama y tomó su toalla, salió corriendo y al momentito escuche el chorro de agua caer. —Aaahhh!!!!  Papá, está muy fría!

—Mejor, así te despiertas bien— Creo que de verdad estaba fría porque no dejo de dar pequeños grititos en todo el baño.

Dejé su ropa sobre la cama, y salí para servir el desayuno. Todo fué extrañamente fácil esa mañana, imagino que debió ser lo del helado.



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—Quiero de fresa!...  No no, espera, mejor... Mm de chocolate!, no ese no, napolitano mejor.!

Después de sus clases lo llevé a la heladería, siempre cumplía mis promesas y siempre le enseñé a hacerlo.

—Está bien amor, puedes tener el que quieras— resolví sus cabellos con mi mano, el me respondió con una linda sonrisa.

—Gracias papá!

Llegamos a la heladería después de unos 10 minutos en auto, debíamos hacer nuestro pedido en caja y luego buscar un lugar para sentarnos, la fila era larga y tenía un poco de duda en encontrar luego una mesa disponible, el lugar estaba casi lleno.
Estábamos a siete personas de llegar a la caja para hacer nuestro pedido y parecía que la persona al frente no se podía decidir entre un Milkshake de chocolate o un banana split.

De pronto ví a un niño que corría en mi dirección, me asusté cuando lo ví caer lentamente a mis pies y luego lo escuché llorar.

-Oh por Dios, no llores pequeño, ven levántate, ¿dónde está tu madre? – No pude evitar ayudarlo, no lo ví acompañado y pensé que tal vez corría huyendo de alguien.

-Vine con mi hermano, está por allá.

-Mi pequeño Taetae, te dije que no corrieras bebé, Lo siento joven, mi hermanito a veces es un poco torpe, le ayudaré a levantarse – Alcé la mirada lentamente al escuchar su voz, definitivamente había escuchado esa voz antes, y causó en mi la misma sensación que la primera vez que la escuché.

-Namjoon?... Kim Namjoon? – Mi corazón latió muy fuerte, nunca creí que lo vería de nuevo.

Mi amor platónico de la Universidad.


🌸

Un poco cortito, pero quería actualizar ahora que tenía um poco de tiempo disponible..

Gracias por leer.

Este capítulo comienza en el capítulo 12 de Proyecto Hermano Mayor.

Besos ^O^

Proyecto Familia [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora