SPARKLE... COLOR DE MI VIDA

CAPÍTULO 13

Aquí está... Ya casi se acaba esta historia; me divertí escribiéndola... 

Gracias a todos... espero que amen este cap.  

Cap. 13

En la mañana Mario despertó al sentir que algo se pegaba a su ingle; gruño mientras abría los ojos, para encontrarse a su futura esposa, totalmente pegada a él, pero dándole la espalda; sus glúteos encajaban perfectamente contra él provocando que todo su cuerpo estuviese en tensión; Mario extendió la mano y la pasó por la curva de la cadera, subiendo hacia la cintura; ella se movió más contra él y Mario encontró uno de los pechos para acariciarlo sin restricciones.

- ¿Mario...?

- mmm... - él estaba teniendo el mejor despertar de su vida

- ¿llevas mucho despierto?

- acabo de hacerlo; de hecho fuiste tú quien me despertó – respondió volviéndola hacia él para hacer que su boca reemplazara sus manos, consiguiendo que Sparkle se arqueara complacida – sé que ya antes habías amanecido en mi cama; pero no como hoy, hoy es especial

- lo sé; así lo siento también

Y como no tenían ningún deseo de levantarse o de hablar, se dedicaron a darse placer mutuo, permaneciendo aun en la cama durante un buen tiempo.

Mas tarde, después de tomar un baño juntos, desayunaron en la isla de la cocina y luego si fueron a la sala

- te he estado ocultando cosas demasiado importantes, desde hace algún tiempo; y sé que no debo poner excusas, pero las tengo; la primera es que nuestra relación no ha sido muy convencional, es más; apenas anoche se puede decir que empezamos de verdad, por eso... y porque pensé que era lo mejor, dada tu actitud ante la familia

- te vez muy serio Mario – dijo ella intentando hacer que el ambiente se distendiera, le pasó una mano por la frente y él logró sonreír, solo un poco – intentaré escucharte hasta el final – alentó ella

- por favor cielo, hazlo; es necesario que me escuches – la veía fijamente, ella asintió y Mario continuó – tus amigas... - en ese punto, Sparkle se levantó sobresaltada

- ¡¡mis amigas!! ¡me olvidé de ellas! – corrió por su móvil e hizo una llamada desde la habitación – Hola Madison; lo siento, las olvidé por un momento

- no te preocupes – respondió la joven al otro lado – supusimos que estarías demasiado ocupada celebrando ¿todo fue como esperabas?

- ¡sí que lo fue! – se sentía feliz y quería compartirlo – espero verlas muy pronto, después las llamo; ahora regresaré con mi futuro esposo que tiene algo muy importante que contarme – Madison al escucharla, supo de que se trataba y que debían regresar de inmediato a Filadelfia

- no te preocupes, ve con él; nosotras te llamaremos desde Filadelfia; esperamos que todo te salga bien

- también lo espero; dile a las chicas que les estoy muy agradecidas, a ti y a ellas por su ayuda; de verdad, no se que hubiese hecho sin ustedes

- a Dios gracias, no lo averiguaremos – cortaron luego de despedirse y entonces Sparkle regresó junto a Mario

- lo siento – le dijo con sonrisa apenada – debía hacer esa llamada

- no hay problema linda; no sabía por dónde empezar, pero eso me ayudó. Cuando te conocí, me pareciste una chica hermosa, pero sumamente vulgar; eras irrespetuosa y mordaz – ella le vio a los ojos, sabía que esa era la imagen que ella proyectaba antes de conocerle, por eso no le enfadó el que él se lo dijera – pero para la segunda vez que te veía, el mismo día que te conocí, ya se me hacía difícil no querer verte, sin embargo cuando te escuchaba hablar... en fin. Me hiciste la propuesta más disparatada que alguien me hubiese hecho, y no puedo negarte que mi orgullo de hombre, no se sintió alimentado; quise odiarte cuando supe que le habías hecho la misma propuesta al hombre con el que estabas en aquella fiesta, un sábado en la noche...