La dama desdichada

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He sido maldecida temerosa siempre que salgo de mi jaula,
me han llamado afortunada los necios, 
pues esta maldición solo ha traído pesares a mis días,
los otros se regocijan de ser maldecidos y hasta bendición lo llaman,
¿te preguntáis cuál maldición?, con una cara de asombro,
ser acosada por ojos frívolos y codiciosos,
unas manos que no veis, me tocan por doquier,
sin pena, bondad, ni permiso, 
encerrada en mi jaula las penurias me asechan,
pues como un ave con ala partida soy, 
me han robado mi identidad y mi intimidad;
los mundanos lo llaman belleza, que pobre y que fiera,
en mis andares se codicia como oro y se toma sin asomo,
sus almas rotas han sido,pues, en ellas no hay bondad,
maltratan lo primero que ven y tocan,
con miedo y con un crucifijo en mi pecho ando,
que de aquellas bestias lujuriosas no me atrapen,
bestias que se asemejan a un humano, 
en sus ojos solo hay calamidad, avaricia e injurias libidinosas.







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