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Sí, era el gran día

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Sí, era el gran día.

Decir que estaba nervioso era poco, Jisung sudaba y temblaba más y más a cada movimiento que daban las manecillas del reloj. Aún faltaba hora y media para que dieran el fin de las clases por ese día, pero no lo sintió sino como unos pocos segundos.

De pronto, estaba frente a la cafetería donde trabajaba aquel chico que se robaba sus pensamientos día y noche, pero no podía entrar, sabía que, si lo hacía, moriría.

ㅡ¿No vas a entrar? ㅡEscuchó una voz detrás de él, lo que hizo que se sobresaltara. Y se sobresaltó más al voltear y ver a Minho frente suyo. No había vuelta atrás.

ㅡY-yo... sólo, bueno, es que... Ahhh ㅡsuspiró sin saber qué decir y solo sonrió nervioso.

El mayor rió, por alguna razón se le hacía muy graciosa la situación. El chico frente suyo era bastante tiernoㅡ. Vamos, entremos. No te aseguro poder hablar tanto, porque estoy trabajando, pero, en mis ratos libres, soy todo tuyo.

¿Había escuchado bien? Pues al parecer no, pero la imagen de Minho, guiñándole el ojo mientras decía esa frase, seguía repitiéndose en su cabeza. ¿Ya había muerto?

Se sentó en la mesa que le indicó, la más cercana a la barra, junto a la ventana. De ahí lo vio irse a la trastienda y volver con un delantal en la cintura, una libreta y una gorra negra con un logo en la parte frontal.

ㅡEsta gorra es nueva iniciativa del local, ¿se me ve bien? ㅡ¿Qué si se le veía bien? Por todos los cielos, Jisung nunca había visto a alguien tan guapo como él y parecía que todo se vería bien en él, hasta un saco de papas.

ㅡS-sí.

Minho sonrió, le causaba gracia ver al menor nervioso. Aunque no entendía por qué estaba nervioso.

Se fue a atender su trabajo, paseando entre las mesas, tomando pedidos, entregándolos, etc. Siempre sintiendo la mirada de aquel chico, que dejaba de verlo cuando volteaba.

Esa situación seguía siendo extraña para él, pero por alguna razón no cruzaba por su cabeza alejar al estudiante que, sentado, esperaba a que se desocupara. Parecía un perrito esperando ansiosamente a su amo.

Por supuesto que pasados unos minutos recordó que aún desconocía su nombre. Así que tan pronto se halló libre, se sentó frente al menor.

ㅡPerdón, pero ¿cuál es tu nombre?

ㅡHan Jisung, me llamo Han Jisung.

ㅡOh, mi nombre es Lee...

ㅡLee Minho, lo sé.

El mayor se sorprendió. ¿Cómo sabía su nombre? ¿Acaso sí era un tipo de acosador (uno bastante tierno, cabe rescatar)? Le estaba empezando a dar miedo cuando Jisung volvió a abrir la boca.

ㅡLo dice en tu placa de identificación.

ㅡOh, es verdad ㅡrió Minho, cubriéndose la boca con su mano. No sabía por qué se le pasaban esas ideas tan tontas. ¿Acosador? Por supuesto que no. Jisung solo era un chico muy, muy tierno y por eso no tenía necesidad de alejarlo.

Jisung también soltó una risa, pero era una risa nerviosa más que nada. El nerviosismo parecía comérselo vivo y Minho lo notó, no era gran cosa, no tenía por qué preocuparse tanto por el ambiente, pero... bueno, solamente no quería que un silencio incómodo se asentara entre ellos.

ㅡY... ¿Sigues siendo un estudiante, no? Lo digo por el uniforme. ¿En qué grado estás?

ㅡEstoy en mi penúltimo año.

ㅡGenial, tú... Oh, espera.

El chico se levantó, dirigiéndose hacia una mesa, sacando su libreta y mostrando su mejor sonrisa. Como esa ocasión ocurrieron muchas más. No pasaban siquiera cinco minutos en que Minho se sentaba y ya debía ir a atender una mesa o entregar una orden de comida.

Jisung suspiró cansado. No sabía qué estaba haciendo ahí, en una cafetería, esperando por alguien que daba vueltas por el lugar. Cielos, era un adolescente impulsivo que había provocado todo eso. Quería huir, huir y no volver a ver a Minho. Estaba avergonzado.

Se levantó, dispuesto a irse. Quería acabar con todo eso. Pero cuando su mano envolvió la manija de la puerta, al mismo tiempo, una mano ajena envolvió su muñeca. Volteó y se encontró con esos hermosos ojos brillantes, era la primera vez que los veía de tan cerca y esto hizo que todo su cuerpo fallara, no pensó en ese momento.

ㅡ¿Me vas a dejar? ㅡLe habló Minho con un ceño fruncido. No sabía qué pensar, ese chico le había pedido hablar, por muy raro que fuera, y ahora ¿se iba?ㅡ. Eso no es muy cortés de tu parte. Menos si no te despides. Creí que entenderías que estoy un poquito ocupado.

ㅡLo siento, yo... No iba a ningún lado, solo quería un poco de aire.

ㅡAh, está bien. Entra cuando estés bien. Te esperaré.

Y Minho le sonrió. ¿Cuántas veces ya le había sonreído? Asintió embobado por el mayor y salió con un sonrojo muy notorio en sus mejillas. Trató de respirar lo más que podía, el aire parecía no querer volver a sus pulmones por más que lo obligara a esto. No, no se iría, después de que su crush se lo había pedido, no se le cruzaría por la cabeza alejarse.

Sí, quería estar con él, pero sentía que moriría cada vez que se acercaba, sentía que se le iba el aire cada vez que intentaba hablar. No sabía qué hacer. Esta era la primera vez que la pasaba esto y se sentía así.

Ahora caminaban hacia la casa del menor, Minho se había ofrecido a acompañarlo

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Ahora caminaban hacia la casa del menor, Minho se había ofrecido a acompañarlo. Después de que Jisung volviera a entrar a la cafetería y se sentara en la mesa en la que estaba anteriormente, Minho tuvo solo ciertos espacios para poder intercambiar palabras con él. Fue una tarde concurrida y se dejó ver por los cuatro lattes que quedaron en la mesa de Jisung.

El menor aún parecía un chico inexperto a su lado. No, él era un chico inexperto que no sabía a dónde mirar y permanecía en silencio.

ㅡPareces nervioso.

Jisung suspiróㅡ. Es algo así... ¿Cómo te comportarías con alguien que te atrae a tu lado?

ㅡ¿Eh?

ㅡ¿Eh?

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WOW .ㅡMINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora