WOW .ㅡMINSUNG

10.

Jisung estaba confundido. Ese mensaje lo había dejado confundido. ¿Qué se supone que tenía qué hacer? No le había respondido a Minho todavía y no sabía si debía hacerlo. No, claro que debía hacerlo, debía responderle, pero ¿qué?

Un Está bien, hyung tecleó y envió, vaya, había sido demasiado frío tal vez, pero ya estaba hecho. ¿Por qué había hecho eso? Suspiró y trató de calmar los nervios que comenzaban a acumularse en su pecho.

Aún faltaban seis horas, seis horas, ¿qué haría en seis horas? Era sábado y no sabía qué hacer para que el tiempo pasara más rápido. Quería verlo, cielos, quería verlo y saber qué le quería decir el mayor.

ㅡ¿Por qué eres así, hyung? ¿Por qué me haces quererte tanto?

Jisung se lanzó a su cama y rodó por ella. No sabía qué estaba pasando, hace unos momentos le había llegado un mensaje de su crush donde lo citaba en el parque frente a su escuela, sin razón alguna.

¿Eso era una cita? Oh, por supuesto que no lo era. El chico solamente deliraba a cada segundo que pasaba. Tal vez lo quería alejar de una vez por todas o tal vez había descubierto sus sentimientos por él. Jisung no estaba pensando claramente.

Pasaron siglos mientras él esperaba a que las horas pasaran, su curiosidad lo llevó a casi preguntarle a Minho qué era tan importante para que lo citara, pero no hizo más que quedarse viendo el chat del mayor y cómo se conectaba y desconectaba por dos horas.

ㅡJisung, hijo, debo ir a dejarle unas cosas a tu hermano. Si vas a salir, recuerda llevar tu llave ㅡavisó la señora Han desde las escaleras a lo que su hijo la respondió con una afirmación.

Sólo quedaba una hora y media, ¿debería arreglarse ya? ¿Qué debía colocarse? Estaba tan nervioso. Terminó colocándose un jeans simple y una camiseta blanca a rayas, ¿era muy simple? Cielos, ni siquiera era una cita real, ¿por qué se sentía así?

Minho estaba loco. Simplemente había enloquecido. Pero es que no podía negar que ese chico de mejillas regordetas lo había atrapado profundamente. No había momento en que Jisung no se cruzara por su cabeza, en cualquier momento y por la razón que sea, Minho pensaba en él. ¿Cómo había sido tan ciego? ¿Cómo podía describir lo que sentía?

A lo lejos había un señor vendiendo palomitas de maíz, pero el castaño ya le había comprado cinco veces y es que había estado ahí desde que salió del trabajo. Los sábados eran aburridos porque Jisung no iba a la cafetería. Quería verlo, era sábado y quería verlo, quería verlo y decirle lo que sentía. ¿Qué sentía?

Por lo menos tuvo bastante tiempo para pensarlo. Sí, había llegado a la conclusión de que sí le gustaba Jisung, ¡bravo! Pero había sido tan tonto, él era el único que había confundido todo, el que no había visto todas las señales que le daba el menor.

La hora se acercaba y de pronto vio a un chico bastante familiar caminando en dirección a la plaza. Cielos, Jisung se veía tan bien y él no se había preocupado tanto por su apariencia, estaba avergonzado.

Claro que no pudo preocuparse mucho de eso porque vio también a cierta chica más lejos, pero con una muy alta probabilidad de toparse con Jisung. Sunmi vivía cerca de la escuela de Jisung, por eso su trayecto incluía esa concurrida esquina.

No sabía qué hacer, ni siquiera sabía por qué sentía esa desesperación en no querer que ellos se encontraran. El semáforo estaba en rojo, ese rojo era el que lo separaba de Jisung y no podía cruzar la calle. Jamás había experimentado una desesperación así antes. Lo quería, ¿qué le había hecho?

Asegurándose que los autos que venían estaban a una distancia considerable, cruzó esa calle corriendo para tomar al menor de la muñeca y volver a cruzar de la misma manera.

ㅡ¡Hyung!

El pequeño corazón de Jisung palpitaba a una velocidad increíble por la adrenalina que sintió al ser arrastrado por una calle en la cual aún no estaba permitido cruzar aún. Llegaron al centro de la plaza y sólo ahí se detuvieron.

ㅡ¿Que... Querías matarnos?

ㅡTe quería a ti.

Jisung no lo entendía, ¿por qué diría algo como eso? Minho se colocó frente al contrario sin cortar el contacto visual.

ㅡTe quiero a ti, Jisung.

ㅡHyung, creo que...

ㅡNo ㅡinterrumpió el mayor, sabiendo lo que le diríaㅡ. Estoy siendo muy serio con esto, Sung, me gustas y te quiero.

No, no lo entendía, ¿estaba jugando con él? ¿Había descubierto sus sentimientos y por eso le hacía eso? No debía desconfiar de él a ese punto, pero ¿qué tanto podía confiar en él?

ㅡChan te dijo, ¿cierto? De lo que sentía... ¿Sientes lástima? ¿Por eso haces esto? No tienes que hacerlo, que me gustes no tiene que hacer que te sientas amarrado a mí, no tenemos ningún compromiso.

¿Por qué le dolía lo que decía? Jisung tenía la cabeza gacha y se veía muy avergonzado. ¿Por qué le dolía tanto que dijera esas palabras como si todo lo que había dicho Minho era para burlarse de él? Lo veía tan vulnerable y no le gustaba eso, no le gustaba que fuera así consigo mismo. ¿Era muy improbable para él que le correspondiera?

Minho tomó al menor de los hombrosㅡ. ¿No lo entiendes? Me gustas, Jisung, me gustas. ¿Ahora tú vas a ignorar lo que siento?

ㅡHyung, no es eso...

ㅡEntonces, ¿qué? ¿Cuál es el problema? Me gustas y yo te gusto, no quiero seguir viviendo como si fuéramos solo conocidos. No me... Cielos, Jisung, hace mucho que no salgo con nadie, pero no me... No me imagino riendo con nadie más que tú. Tú eres el que me haces feliz.

Jisung sorbeteó su nariz, en parte porque tenía un pequeño resfriado, pero también sentía que estaba a punto de llorar. Había imaginado ese momento por mucho tiempo, ¿podía ser real? ¿En serio estaba pasando?

ㅡEn serio, me gustas mucho, Minho hyung.