WOW .ㅡMINSUNG

11.

Changbin volvía a estar en la entrada de la escuela de Felix. Había hecho eso por varios días, todos los días lo esperaba para acompañarlo a casa, o a donde sea que fuera. El menor sólo dejaba que lo siguiera, no tenía ánimos de reclamarle nada, bueno, no tenía hasta ese momento.

Ese día había sido duro, como los demás, y cuando salió de la escuela, lo encontró ahí, Changbin era muy puntual. Le dirigió una mirada y siguió caminando, sabiendo que lo seguiría. Siempre lo hacía, no importaba el contexto, siempre el mayor seguía a Felix.

Estaban de camino a la librería, cuando Felix se volteó. Sus miradas se conectaron, era confusión, expectativa y algo más. Pero él ya no podía con eso, ya no, no lo entendía. Y le frustraba demasiado no saberlo.

ㅡHyung, ya no es necesario que me sigas.

ㅡYo quiero.

¿Por qué se sentía así? Era impotencia la que lo dominaba, que Changbin no lo dejara solo hacía que se exasperara. Quería llorar y no podía, era tan patético.

ㅡDéjame tranquilo, hyung. ¿Qué no lo entiendes? A mí me gusta otra persona, no tú.

ㅡPero a mí me gustas tú. Dame una oportunidad.

Ya estaba harto. ¿Por qué debía darle una oportunidad? No era que Changbin no fue es un buen partido, Changbin era de las mejores personas que conocía para ser novio de alguien. Pero su corazón no estaba preparado para amar a alguien más aún, claro que no, su corazón estaba demasiado destrozado para amar y dejarse amar.

ㅡ¿Por qué eres así? Me estoy enterando que la persona que me gusta está interesada en alguien más, pero a ti no te importa e intentas acercarte a mí... ¿Qué es lo que quieres?

Ahí lo entendió. Cielos, era tan estúpido. Sin querer se estaba aprovechando de la vulnerabilidad emocional de Felix. Él mismo lo había presenciado todo y de igual forma no había tomado consideración de eso. ¿Qué podía hacer?

Changbin miró al piso, triste. Le estaba haciendo daño a la persona más linda que había encontrado en toda su vida, eso no tenía perdón para él. Tenía a Felix en un pedestal, con una cúpula de cristal, protegiéndolo de todo lo que le podía hacer daño, pero no puedo protegerlo esta vez y ahora él le causaba más daño.

ㅡLo siento, Felix, en serio lo siento. Te dejaré... Lo siento mucho, de verdad, lo siento mucho.

El mayor se veía seriamente arrepentido y en cierta manera eso lo hacía sentir culpable. Tal vez había sido muy duro para él, Changbin también estaba luchando con un corazón roto y él no hacía más que dañarlo aún más.

ㅡ¿Me dejarías invitarte un helado esta vez?

Parecía que se comenzaban a acostumbrar a frecuentarse. Ambos tenían penas de amor, eso los unía de otra forma. Pero eso no podía ser bueno para ninguno, ¿verdad?

ㅡChangbin, yo... no quiero quedar en malos términos contigo. Eres alguien muy especial y espero encuentres alguien para ti, que te dé todo el aprecio que te mereces, pero yo... yo no puedo, no puedo, ¿lo entiendes?

ㅡClaro que lo entiendo, pero tú también debes entender que pasé un año y más enamorado de ti. ¿Qué puedo hacer? Eres todo lo que brilla en mi mundo.

Felix suspiró. Nada estaba resultando cómo quería, tal vez había sido una mala idea. Quería explicarle muchas cosas, aunque no sabía por qué debería hacerlo, no eran nada, así que no le debía explicaciones.

ㅡSupongo que deberíamos terminar esto de una vez. Fuiste mi tutor el año pasado y creo que eso fue genial, digo, conocí a alguien que puedo...

ㅡFelix, basta. No sigas.

Las palabras de ambos se atoraron, esa situación era extraña y los hacía sentirse mal. Changbin no quería que lo hiriera más, diciéndole palabras lindas, y Felix estaba harto de verse reflejado en él. Ambos eran tan patéticos.

ㅡDejemos esto así.

El frío de los helados estaba calmando sus gargantas, querían dejar el tema ahí. Ya no había nada más qué hacer.

El australiano asintió. No creía que era lo mejor, pero no tenían de otra. Se levantaron de la mesa en la que estaban y salieron del lugar. A pesar de todo, el mayor acompañó a Felix a su casa sin recibir ninguna queja. Sólo caminaban, uno al lado del otro, sus manos a veces se chocaban, ¿qué clase de situación era esa?

Se detuvieron en una esquina cerca de la casa del menor, Felix debía seguir solo, no era tan lejos y por eso la oscuridad de la noche no era excusa para que Changbin lo acompañara más allá de esa esquina.

Ahí la confusión dominó al extranjero, Changbin siempre había sido tan bueno con él, pero eso estaba mal, no debía hacerlo, no. Sin embargo, ahí estaba, besando a Changbin como si sintiese algo por él. Cielos, eso estaba muy mal, ¿por qué lo hacía? No quería dañarlo, estaba despechado y por eso lo hacía, pero no era culpa del mayor que estuviese sufriendo un amor no correspondido.

Era tan idiota.

ㅡLo siento. Perdóname.

Eso fue lo único que alcanzó a escuchar de él, antes que huyera corriendo y desapareciendo en la oscuridad, dejándolo confundido, perplejo y triste. Había querido besarlo muchas veces, lo había deseado desde que su corazón latió por primera vez por él, pero esta vez, la primera, le dolía, le ardía su pecho de sólo saber que había sido un maldito impulso.

Felix solía ser complicado, todo el tiempo, ya lo conocía, pero no lo entendía. Ahora sí que no lo entendía. Y le dolía, le dolía de una manera que nunca llegó a comprender.

Tal vez nunca lo comprendería, así que sólo lo dejaría, esa noche lo decidió, lo dejaría en paz, ya no se heriría más a sí mismo ni a Felix. Lo dejaría todo y se alejaría, eso parecía lo mejor, sí, era lo mejor. Liberó su corazón y permitiría que se sanara con el tiempo, lejos del australiano.

ㅡTe amo, Felix. Adiós.

ojalá les guste, déjenme sus opiniones sobre Felix y Changbin.