Capítulo 7

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Continuamos besándonos hasta que comenzamos a entrar en la intimidad. Mi cuerpo estaba con él pero mi mente y mi imaginación no podía evitar recordar como lo hice con aquel desconocido.
"Ojalá Richard y yo llegáramos a ese punto" pensé. Ambos son muy distintos en el acto. Mi novio y yo no llegábamos más allá de hacer el amor lento y sin prisas. Pero aquel chico... Dios mío! Era un completó Dios que me hacía sentir niveles de placer a los que Richard nunca ha llegado. No podía evitar pensar en él y desear que fuera él y no mi novio.
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Pasó una semana, una semana donde no veía a mi novio por el trabajo. Era realmente frustrante no poder tener muchos momentos con mi novio por que vive en su trabajo.
Lo que me tenía realmente mal era el saber a quien realmente necesitaba y deseaba en estos momentos. Así que me levante y saqué el celular de mi bolso y decidida marqué su número. No me importaba si pensaba que era una urgida, mi cuerpo entero estaba ansiando y deseando esos besos y sus caricias que me volvían loca.
"El número que usted marcó se encuentra fuera de servicio".
-¡Maldición!- grité con frustración pensando que esos besos y caricias que tanto necesitaba estaban siendo entregados a otra persona. Frustrada y resignada me fui a dar una ducha de agua fría.
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Al día siguiente, llegué temprano a la oficina. Encendí mi computadora y revisé mi correo. Había uno marcado como importante, en el que me recordaba que a las 4 debía entregar las fotos para el folleto de un nuevo perfume.
-¡Genial!- exclamé en voz alta, yo con las hormonas hasta el cielo y tenía que elegir fotos sensuales al menos 2 horas.
Me dispuse a hacer el trabajo, después de revisar miles de fotos se me ocurrió una idea. Como al lugar donde las llevaría estaba alejado, le diría a mi jefe que ya no regresaría y llamaría a aquel extraño para volver a encontrarnos. Me urgía volver a sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, sus labios en mi boca y su olor embriagándome.
Eran las 5:15 cuando salí del edificio. En cuanto salí, saqué el celular y marqué, mi corazón se aceleró al 100.
-Hola- escuché decir con esa voz tan sexy.
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