Carta.

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Aristóteles estaba algo deprimido por lo que había pasado hace algunos meses atrás su novio lo había dejado esperando para casarse y lo peor de todo es que siempre lo estuvo engañando, nunca lo amo de verdad eso le dolía enormemente pero no sabía si era por amor o por orgullo porque a pesar de todo había sentido un gran alivio al saber que no se casaría.

Temo estaba muy feliz por fin su vida estaba tomando el rumbo que el quería, no tenía novios pero eso no le importaba ya que el amor llegaría cuando tuviera que llegar además la vida no dependía sólo de un hombre, lo mejor era cumplir los sueños y ser feliz por vivir, junto a su amigo Diego tenían planeado en un mes más irse de viaje por todo Europa, los dos lo necesitaban para volver a ser los amigos que eran antes de la muerte de Daniel, con el habían planificado ese viaje pero después de la desgracia nunca más hablaron de eso hasta hace unos cuatro meses atrás en donde decidieron que era la hora de retomar ese plan de viaje en memoria de su amigo.

Aristóteles llegó a la fiesta y vio que Temo estaba más sonriente que nunca hablando con su primo Robert quizo ir a interrumpir pero se detuvo ya que no sabía que le iba a decir.

Robert: y como ha ido todo con la fundacion?.

Temo: muy bien, estamos ayudando a muchos niños y ver sus caras llenas de sonrisa me alegran los días.

Robert: eso es fantástico, yo tengo una fundación para niños quemados y se lo bueno que es verlos muy felices.

Temo: genial, yo no sabía eso es interesante saberlo podemos ayudarnos entre nosotros.

Robert: si sería muy bueno.

Temo: mi hermana Guadalupe también tiene una fundación podríamos organizarnos los tres para hacer eventos y obtener más recursos para estas.

Robert: me encantó la idea.

Temo al terminar de hablar con Robert se dio cuenta que Aristóteles estaba ahí junto a sus primas y mamá, se notaba que el chico estaba triste por lo que nacieron las ganas de ir con el pero aguanto esas ganas.

Julieta: Ari sonríe no estés así.

Amapola: deberías de estar feliz tienes vida, tu familia te ama incondicionalmente.

Aristóteles: menos la abuela.

Linda: ella te ama igual, sabes que se preocupa por ti, después de lo que pasó ella siempre preguntaba por como estabas.

Aristóteles: después de lo que me paso?, por que no lo nombras como es?, mi novio me dejó plantado en el altar eso es lo que me paso.

Amapola: hijo tu sabes que hay miles de chicos que pueden ser más importantes para tu vida.

Julieta: si, hay muchos chicos más lindos.

Aristóteles: pero a el es a quien amo.- en realidad se supone que amo se dijo en su mente-.

Linda: tampoco es como que lo amaras tanto si pasabas preguntándome por...

Aristóteles: eso era sin importancia.

Amapola: por quien preguntaba mi niño?.

Aristóteles: por nadie importante, era sólo por amistad. 

Julieta: si fuera sólo por amistad o por qué razón no le preguntabas a el?.

Linda: muy buena pregunta.

Aristóteles: me cansaron, voy a dar una vuelta.

Aristóteles sabía que su prima tenía razón durante todo el año que había pasado le preguntaba por Temo, ya que ella tenía contacto con el, ese chico tenía algo en su ser que hacía con tan sólo ver lo hacía que todo fuera mejor, por lo que al ver que este se dirigía a la casa lo siguió sin que nadie se diera cuenta porque quería hablar a solas con el.

Siempre el mismo día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora