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Capítulo 23. Primer caso, primer encuentro

Jinyoung se sentó en el sillón frente al psiquiatra. Se sintió un poco incómodo a pesar de la seguridad de éste último de que solo iban a tener una conversación simple. No fue la primera vez que ha estado en esas sesiones. Él sabía cómo funcionaban. Sin embargo, se sentía inimaginablemente nervioso. Pensó que era porque esta era la primera vez que se aventuraba a ser tratado por su cuenta.

Las múltiples veces que ha estado en terapia antes de esto, se vió obligado a hacerlo, y la cooperación no fue algo que dió voluntariamente. El tratamiento era casi imposible y, para ser honesto, no le importaba.

Pero ahora le importaba.

Quería mejorar.

Si no es por sí mismo, entonces por Eunhye.

Después de todos los años que se conocían, Eunhye nunca había abordado un tema así con él. Ella sabía que no le gustaba hablar de eso. El hecho de que ella lo dijera debe significar algo. Además, ya era hora de que empezara a pensar en sus problemas más abiertamente.

Para ella, él estaba dispuesto a intentarlo.

—Empecemos por lo básico, ¿de acuerdo? ¿Cómo te llamas?—preguntó el doctor, con una amable sonrisa en su rostro.

Jinyoung lo observó tan discretamente como pudo; manteniendo su rostro una máscara en blanco, sin dejar de lado sus pensamientos internos.

El médico, Mark Tuan, era un hombre joven con una cara desconcertantemente amable y bien proporcionada. Tenía un par de gafas colocadas en el puente de su nariz, pero no fue suficiente para proteger sus ojos calculadores de la naturaleza perceptiva de Jinyoung. Todo lo demás sobre el doctor parecía relativamente normal.

Todo menos sus ojos.

Esos ojos calculadores y astutos de él se sentían diferentes y diferentes no siempre eran buenos.

—Park Jinyoung.—dijo él.—mi nombre es Park Jinyoung.

Mark asintió con la cabeza, la sonrisa nunca abandonó su rostro.

—¿Y el nombre de tu otro yo?

Jinyoung se calmó. No le gustaba hablar de Junior con nadie más que Eunhye. No, no le gustaba hablar de Junior, punto. Agarró el reposabrazos, la acción lo suficiente como para justificar un ligero cambio de enfoque de Mark.

Pero el médico mantuvo su silencio, decidiendo no presionar más a Jinyoung. Dándole el tiempo que necesitaba para responder a sus preguntas.

Después de un momento deliberadamente largo, Jinyoung dijo:

—Junior.

Mark apartó los ojos del portapapeles que tenía en la mano para mirar a Jinyoung.

—¿Junior?—él repitió.

Jinyoung asintió.

—Se llama a sí mismo Junior.

Mark notó la forma en que la voz de Jinyoung se había suavizado cuando pronunció el nombre: había bajado inadvertidamente su mirada, apretando el reposabrazos. Mark captó indicios de miedo y malicia detrás de las palabras de su paciente y de su actitud, a pesar del poco tiempo que habían estado hablando.

—¿Junior aparece a menudo?—Mark continuó, mirando la lista de preguntas que había preparado.

Jinyoung se encogió de hombros.

—No conozco sus desencadenantes.—dijo, ya descubriendo el propósito detrás de la pregunta.—se queda afuera bastante tiempo, pero no recuerdo nada desde el momento en que tiene el control. No sirve de nada hablar conmigo, no puedo ser de mucha ayuda. Puedes intentarlo con Junior, probablemente él sepa más.