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Capítulo 4. Verdades ocultas

El inspector Dae Won golpeó su bolígrafo contra el costado de su libreta, el sonido hizo eco en toda la habitación del hospital, que es silenciosamente penetrante. Sus ojos escanearon sus palabras escritas por un breve segundo antes de exhalar.

Miró a la chica sentada torpemente en la cama. Ella era un lío inquieto; Sin duda nerviosa ya que fue la primera vez que fue entrevistada por la policía. Cuando escuchó por primera vez sobre su recuperación de la conciencia, había estado extasiado. La idea de finalmente poder atrapar al autor encendió su entusiasmo por el caso frío que se le asignó.

Pero mientras estaba sentado observando a la chica, se dió cuenta de que su repentina impaciencia era para nada. No había forma de que ella pudiera ofrecerle algo nuevo, y sin embargo, se encontraba estúpidamente intentando hacerlo.

—Señorita Lee.—dijo, tratando de llamar su atención.

Ella se sobresaltó ante la mención de su nombre y se volvió hacia él, su rostro carente de emociones.

—¿Se encuentra bien?—preguntó.—no se ve tan bien. ¿Debería llamar a la-...—

—No, estoy bien.—interrumpió Eunhye.—solo estoy nerviosa, eso es todo.

—Eso es comprensible. Nunca antes ha sido entrevistada por la policía, ¿verdad?

Eunhye negó con la cabeza.

—Simplemente imagina esto como una conversación normal. Es más fácil de esa manera.—dijo con una sonrisa amistosa, independientemente de la burbujeante sospecha que tenía para la chica.—¿deberíamos empezar?

A pesar de sentirse incomoda por estar en la compañía del inspector, Eunhye no pudo evitar el ligero agradecimiento que tenía hacia él. Su repentina llegada acortó su interacción no deseada con Junior, haciendo que este último la soltara y volviera a disfrazarse de médico.

Junior se había mantenido lo suficientemente amigable con el inspector, pero la mirada de advertencia que le dirigió fue un duro recordatorio de lo encantador y manipulador que podía ser si lo deseaba.

No fue ninguna sorpresa para ella; a juzgar por el número de veces que logró evadir a las autoridades. Aún así, fue bastante desconcertante.

—¿Señorita Lee?—la voz de Dae Won la sacó de sus pensamientos.

Ella levantó la vista para ver un ceño fruncido preocupado en su rostro. Miró a la puerta brevemente y pareció dudar antes de decir:

—Entiendo por el doctor Wang que algunos pacientes en coma se toman el tiempo de volver a ser como eran antes. Si no está en condiciones de hacerlo, podríamos reprogramar-...—

La reticencia de Dae Won no se perdió en Eunhye. Ella sabía que él pensaba que era problemático volver de nuevo ya que él ya estaba allí.

—Estoy bien.—dijo Eunhye, sonriendo un poco, aunque su sonrisa no llegó a sus ojos.

Tuvo que detenerse para exhalar en repentino suspiro. Una mirada adecuada a Dae Won y ella sabía que él no podía detener a Junior.

Nadie lo haría.

La entrevista con el inspector Dae Won duró unos minutos antes de que lo llamaran a la estación. Él le dió las gracias por su tiempo de manera bastante forzada y se fue tan repentinamente como había llegado. Eunhye pudo ver el breve destello de decepción en su rostro.

No había aprendido nada nuevo e incluso si Eunhye le hubiera informado de algo que no sabía, no habría sido la verdad. Ella casi sintió pena por él, pero con toda honestidad, no podía preocuparse por el avance del caso.