Capítulo 5 • ¿Grupo de que?

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Solo faltaban cuatro semanas para culminar mi estadía en Japón. Al mirar los días que iban pasando, la preocupación se iba apoderando de mi poco a poco. No lograba conseguir trabajo en ninguna universidad ni escuela y mi tiempo en este hermoso país se terminaba, junto con mis ahorros.

Para dominar esas emociones y mantenerme ocupada, me anotaba en seminarios de método de enseñanza japonesa para especializarme mas en ello.

En esos dos meses había visitado varias universidades, hasta que un día decidí quedarme solo en una, ya que ahí había un profesor que me gustaba mucho. Su método de enseñanza me parecía cómodo y de fácil entendimiento. Era a el único que tomaba como modelo a seguir para un futuro.

Las personas siempre variaban en cada sesión, pero a pesar de eso una tarde comencé a sentirme observada.

Por en un momento no pude evitar hacer lo mismo disimuladamente y tras hacerlo me di cuenta que una chica de cabello negro, corto por los hombros, de tez cálida y rostro amable me miraba curiosa desde lejos, hasta que un día paso. En una de las tantas charlas ella se sentó a mi lado sin mediar palabra, rompiendo la distancia entre nosotras. 

Durante la clase el profesor había escrito algo en la pizarra que me interesó. Sus notas nunca duraban mucho escritas, así que con rapidez busqué mi anotador, pero no lo encontré encontré. La noche anterior vacié mi bolso para limpiarlo, por lo que distraída esa mañana había olvidado guardar alguna de mis cosas en el.

La chica al ver mi situación deslizó a mi lado una hoja de libreta y un lápiz para que pudiera escribir y como había mucho silencio en la sala no pronuncie palabra, ya que hasta un susurro podía resonar en el lugar, razón por la cual solo le di las gracias inclinando la cabeza para por siguiente seguir prestando atención al profesor.

Cuando el seminario termino ella se levantó, tomó sus cosas y se despidió del aula. Hice lo mismo pero al dar media vuelta ella ya se encontraba en la puerta del lugar, por lo que salí caminando rápidamente para darle las gracias correctamente y devolverle el lápiz que me había prestado. La busqué con la mirada entre la multitud hasta que la encontré, tome aire y corrí hasta hacia ella. Al alcanzarla toque su hombro y se giro, e inmediatamente me incline para dar gracias, mientras mantenía su lápiz con los brazos extendidos.

La chica me miró sorprendida y dijo .

-¡¡Sabe hablar japonés!! .-

Sí, e estudiado mucho para aprender lo mejor posible .-

- No me lo imagine, aunque pensándolo bien. Si no supiera hablar no asistirías a seminarios universitarios, ya se le sería imposible entender de que se trata, JAJA que tonta .- mencionaba la tierna chica mientras picaba su frente con su dedo índice).-

JAJA está bien pensar de esa forma, viéndolo de mi punto de vista soy la única extranjera que asiste. Es un pensamiento normal. Ah por cierto, hola buenas tardes mi nombre es Chihaya López, tengo 24 años y vengo de Argentina, es un gusto conocerla - dije respetuosamente con una reverencia mientras le devolvía el lápiz que me había prestado.-

Ella me sonrío amablemente, tomo el lápiz y correspondió con una inclinación, para por siguiente presentarse.

 - Hola, me llamo Haruka Inose, tengo 25 años y soy aprendiz en el profesorado de Literatura, el gusto es mío ¿sabe? ... no es la primera vez que la veo en los seminarios del profesor Ryunosuke ¿ viene a ver a todos los profesores o solo a los de el ? -

Vengo a ver sólo sus seminarios, me gusta mucho su método de enseñanza .-

-¿De verdad ? ... ¡¡a mi también!! ... me resulta de fácil entendimiento .-

Un día a la vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora