Final... Kyungso.

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El día que Chihaya se marchó no tuve el valor de salir a despedirla, por lo que me quede encerrado en la sala de música por casi un día .

Nunca en mi vida había sufrido tanto al separarme de una persona, pero la amaba y sentía que con cada hora que pasaba y se acercaba su partida mi corazón se iba desgarrando poco a poco .

Cuando decidí salir de la sala de música abatido, al entrar a la casa está estaba vacía, todos estaban en sus habitaciones y se sentía muy solitaria. Sin ánimos .

Al cabo de unos días nuestros jefes nos daban ánimos para seguir adelante con nuestro trabajo, alegando que las fans que esperaban por nosotros con ansias. Por lo que decidimos tratar de hacer lo mejor .

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Ya había pasado un mes desde que mi amada no estaba, pero nadie se había atrevido a entrar a su habitación para ver que había dejado, por miedo a que causara dolor al no verla. Siendo así el único que tomo valor para hacerlo .

Al tomar el coraje necesario para poder entrar y abrir la puerta su agradable aroma a anís aún permanecía en el lugar, llenándome de nostalgia. Haciéndome recordar los momentos que habíamos vivido juntos allí .

Estremeció por completo mi cuerpo, pero aún así me seguí adentrándome en nuestra antigua habitación .

Chihaya había dejado muchas cajas con cosas que le pertenecían que parecía que no se podía llevar y al revisarlas dentro de las mismas habían muchos regalos que le habíamos echo con todo nuestro cariño... Eso de verdad había dolido .

Al sentarme en la cama tome su almohada y la puse en mi pecho. El olor de su cabello me provoco un nudo en la garganta, deseaba volverla a tocar, a besarla y sentir su calor junto al mío... La extrañaba demasiado .

Tras levantar la vista pude apreciar en su escritorio un sobre con algo que brillaba. Me incorporé y al acercarme me di cuenta que el anillo que le había dado para su cumpleaños estaba sobre lo que parecía una carta con mi nombre, me sentí frustrado por la crueldad de aquel acto, así que tome el anillo y la carta para leer su contenido .

 Me incorporé y al acercarme me di cuenta que el anillo que le había dado para su cumpleaños estaba sobre lo que parecía una carta con mi nombre, me sentí frustrado por la crueldad de aquel acto, así que tome el anillo y la carta para leer su cont...

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Nota: Si pueden, escuchen la canción mientras leen la carta.


Para mi querido Do Kyung so.

¿Sabes? No se en que momento estés leyendo esta pequeña carta y que es lo que harás después de leerla, pero mi intención no es hacerte sufrir ni mucho menos. Deje el anillo porque no me corresponde tenerlo, y pido perdón por eso. 

Un día a la vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora