Capitulo 4

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-A la mañana siguiente fue la misma rutina (despertar a las 5 de la mañana, volver a ducharme, tratar de arreglarme y salir corriendo a casa de Ignazio para tratar de llegar a tiempo a la entrevista agendada para ese día)- Que bueno que ahora si salimos temprano, ¿tienen hambre?-

-Estas pensando en lo mismo que yo Piero- Decía Ignazio con esa mirada tan picara que acostumbra tener-

-SUSHI-

-NO SABEN CUANTO LOS AMO- Les dije con suma emoción, estaba vez yo iba manejando así que tome un atajo que conocía bastante bien y llegamos en 10 minutos- Listo- Bajamos del auto y como era costumbre alguien nos reconocía y tardamos en entrar 20 minutos, aunque era agradable todo el amor y el cariño que nuestras fans nos demuestran; cuando pudimos entrar al restaurant pedimos la comida para llevar t tratamos de salir rápidamente lo cual fue imposible, nos tardamos otros 20 minutos en salir- Ya somos libres por fin-

-Arranca rápido Gian-

-Tranquilo Ignazio- Estaba vez estaba decidido a buscar a la persona de esa noche, así que pase por el parque apropósito-

-Gian se que tu vas manejando pero pudiste haber tomado la salida de atrás y evitar el parque-

-Ya se Piero-

-La quieres buscar, ¿verdad?-

-Solo quiero pasar por aquí- Baje la velocidad del auto y mis ojos comenzaron a buscar por todo el parque, se veían a los niños jugando y a las personas que mis ojos veían a diario, hasta que encontré lo que estaba buscando, junto a un viejo roble se encontraba una casita hecha de cartón y periódico y en la banca que estaba enfrente una persona sentada disfrutando de los últimos rayos de sol; detuve el auto en seco y me quede observando-

-¿Es ella?- Pregunto Piero-

-No estoy seguro pero parece que si, no había esa casita antes-

-Seguramente se acaba de instalar aquí-

-¿De que hablan los dos?-

-Decía arrancar el auto y llegar a casa para poder comer- Te cuento adentro- Entramos a la casa y ellos sacaron la comida de inmediato mientras me quede mirando hacia el parque desde el umbral de mi casa-

-Ven a comer Gian-

-Voy- Cerré la puerta y fui a la cocina- ¿Esta bueno?-

-Demasiado-

-Comí poco por no decir que no comí casi nada. Como era su costumbre se apropiaron de mi sala y de mi televisor, pusieron una película e hicieron palomitas-

-Ven a ver la película Gigi-

A 50 pasos del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora