Capitulo 7

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-Igual para ti- Camine a paso lento hasta llegar de nuevo al roble- Te compre un café, bueno en realidad  es un capuchino de vainilla, te lo voy a dejar donde te deje el abrigo- No obtuve respuesta alguna, camine en dirección a casa- Ya regrese, les traje café-

-Gracias Gian- Dijo Piero, levantándose del sofá- ¿Y tú abrigo?-

-¿Cuál abrigo?- Dije en un tono distraído pero sarcástico-

-El abrigo negro que te pusiste para salir a la tienda-

-El abrigo negro-

-Si el abrigo negro y largo, ¿en donde lo dejaste Gianluca Ginoble?-

-Debe estar colgado en mi armario-

-No te hagas el gracioso Gianluca-

-Bueno es mi ropa y yo puedo hacer lo que quiera con mis cosas- Piero no pudo decir nada en contra de mi argumento- Ten Piero te traje tu café favorito-

-¿Moka?-

-Jajajaja yo creo que si-

-Gracias-

-Café canela para usted- Le dije a Ignazio-

-A ti no se te olvidan las cosas-

-Tienes razón pero he perdonado tantas cosas, me voy acostar. Ignazio, ¿te vas a quedar a dormir?-

-Si me dejas si-

-Jajajaja ven te preparo tu habitación- Mi casa era bastante espaciosa, tenía 3 pisos y en cada piso había 8 habitaciones completas todas ellas con baño propio, cama matrimonial y closet grande. El tercer piso lo usaba para guardar las cosas que no ocupaba, era como una especie de garaje. Arregle la habitación de Ignazio de tal modo que estaba organizado de la siguiente manera: la recamara de Piero era la primera, la mía era la de en medio y la Ignazio la ultima-

-Gracias Gian-

-Por nada, pueden apagar las luces y cerrar las cortinas cuando se vayan a dormir por favor-

-No te preocupes Gian yo me encargo de ese, descansa y abrígate que hace un frio horrible-

-Era verdad se me había olvidado ponerme otro abrigo cuando llegue a casa- Si Ignazio gracias- Entre en mi cuarto y me encerré, deje mi café en la mesita de noche, me quite la ropa y me puse mi pijama, me tumbe en mi cama boca arriba, sentía una satisfacción increíble por haberle dejado mi abrigo y un café caliente. Tome mi café con una sonrisa en mi rostro por lo que había hecho y también por que mañana ya no había entrevistas. Desperté demasiado temprano- Estúpida rutina diaria- Dije bastante molesto al darme cuenta de que eran las 5:35 de la mañana; intente dormir de nuevo pero fue inútil, decidí bajar a la cocina y preparar café para poder despertar bien-
                             ***
-Aquella noche la considere como la mejor noche de mi vida, por primera vez en mucho tiempo no estaba pasando frío gracias al abrigo que aquella voz tan peculiar me había ofrecido. Al despertar me di cuenta que el exquisito aroma del abrigo se había impregnado por completo en mi; los rayos del sol entraba a través de los periódicos que formaban el techo de mi casita, así que decidí salir a tomar el sol, camine hasta la banquita de siempre y me senté; los rayos del sol terminaron de calentar mi cuerpo adolorido-

A 50 pasos del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora