La navidad se acercaba a gran rapidez y sin importar qué tan lejos estuvieran de Nueva Orleans y de su familia, Rebekah aún conservaba ese espíritu navideño de cada año. Amaba celebrar las fiestas en familia, a pesar de que en ese momento las peleas y los viejos rencores los dividían, su espíritu permanecía intacto. Eso lo demostraba al decorar la casa de seguridad mientras que su hermano Elijah cuidaba a su pequeña sobrina en el interior del complejo. La rubia tomó una gran guirnalda que había hecho a mano, y la colgó en la puerta de entrada como decoración, una gran sonrisa se dibujó en su rostro. Si, la navidad había llegado nuevamente y le entusiasmaba que al menos tres de sus cuatro hermanos estuvieran reunidos para esas fechas. No sabía durante cuánto tiempo estarían juntos Niklaus, Elijah y ella pero aprovecharía ese tiempo al máximo. Además, era la primera navidad que pasaban con las dos nuevas integrantes de la familia, su pequeña sobrina y el oráculo que tanto había arriesgado por protegerlos. Ambas merecían una navidad alegre, cálida y en familia y estaba más que segura de que sus hermanos estarían encantados con la idea.
- Es un lugar hermoso, ¿no lo crees?- profirió ella entrando a la casa con una botella de vino entre sus manos. Su hermano mayor estaba apoyado en la chimenea, observando a su sobrina en silencio- Nik debió hechizar a un amante del vino para tener compañía porque encontré un bordot- pero su hermano permanecía con la mirada desinteresada alrededor de la casa- ¿Gustas?- preguntó de todas formas.
- Aprecio el esfuerzo Rebekah pero reconozco cuando me tratan con delicadeza- profirió con voz elegante y calma, aunque ligeramente ofendido por el trato especial que recibía. Solo había asesinado a un par de personas en ese feo café de carretera porque tenía hambre, por nada más. Aunque esperaba que su hermana no viera que algo más escondía, como el hambre voraz que de pronto lo había invadido al estar tan cerca de Sam. No quería que nadie lo supiera por la simple razón de que temía que sus hermanos tomaran cartas en el asunto y lo alejaran de su oráculo. La rubia en respuesta suspiró y dejó a un lado la botella de vino.
- ¿Cómo te sientes?
- Muy castigado- respondió volviéndose hacia ella, pero la atención de ambos se ve interrumpida por la pequeña risa de la criatura en la cuna, que juagaba alegre con sus peluches- Estoy aquí para protegerte- sentenció él dándole una mirada severa a su hermana.
- Lo sé bien, Elijah.
- ¿Y así creíste necesario traerme dormido hasta aquí?- estaba enojado y lo entendía. Las veces que habían noqueado a Elijah rompiendo su cuello eran pocas ya que siempre estaba alerta. Al ser un original siempre debía estarlo ya que tenía cientos de enemigos queriendo matarlo a él o a algún miembro de su familia. Pero nunca se habría esperado que su propia hermana le rompiera el cuello, a pesar de que le había asegurado que estaban a salvo. Se sentía ofendido, humillado y en cierta parte traicionado.
- ¡No eras tú mismo! Y tenía que sacarnos de ese lugar- exclamó ella en defensa, ganándose una mirada frustrada de su hermano- ¿Qué fue lo que pasó ahí?
Él tensó su cuerpo ante la pregunta mientras que su mirada se desviaba hacia algún punto en el suelo. Trataba de buscar algún tipo de detonante más allá del aroma de Sam, algo que lo mantenía en ese estado de constante irritación, sabía que debido a ello había atacado a más de tres simples personas pero aún no lograba descifrar el qué lo había causado todo para empezar. Debía estar relacionado con los horrores recién descubiertos de su pasado y todos los miedos que lo embargaban. El detalle estaba en que no tenía un punto de partida por el cual establecer una escala de valores en tanto a un posible detonante.
- No lo sé- respondió mirando a su preocupada hermana y respiró profundo tratando de poner un alto a tantos pensamientos revueltos- Niklaus me envió a mí y a Sam a proteger a Hope- mencionó volviendo su atención a la bebé que jugaba en la cuna- Mi trabajo es mantenerla a salvo.
ESTÁS LEYENDO
2| Profecy (Elijah Mikaelson)
FanfictionSamantha Mitchell no solo había ganado amigos al cambiar de dimensión, sino también una familia por la que esta dispuesta a dar su vida de ser necesario. Aunque eso no logra llenar por completo el agujero en su pecho que dejó Elijah Mikaelson. No lo...