—Me alegro mucho de que estén dando una oportunidad a saber si pueden volver a estar juntos. —Ya estoy en el cuarto de hotel donde me estoy hospedando con mi querido Graham, estamos hablando sobre lo que pasó ayer.
—Pensé que habías traído a la chica aquí. —
—Nunca he metido a ninguna chica a mi cama que no seas tú, siempre termino en hoteles de paso, sus casas o el auto. — ríe mientras hago una mueca de disgusto por eso último.
—¿Ustedes van en serio desde ahora?. — pregunto Graham haciendo esa cara que yo conocía muy bien, tenía algo en mente.
—No somos exclusivos hasta que no sea oficial. —
—Entonces podemos divertirnos unas últimas veces hasta que lo de ustedes sea totalmente oficial. —
Comienzo a reír pero el se veía muy serio, se sacó la camisa y la tiró por algún lugar de la sala.
—Serías perfecta si tú corazón no tuviera dueño. — pronunció aquello antes de tirarse arriba de mi y comerse mis labios.
—Serías perfecto si tú pudieras mantener una relación. — Éramos dos personas incompletas jugando a ser la otra mitad que nunca seríamos del otro, nos funcionada pero nunca íbamos a ser ni la sombra de lo que queríamos.
—¿Puedo tocar?. — pregunto con las manos a los lados de mi cabeza.
—Sabes que si. — éramos una pareja sexual vieja y aún así preguntaba si podía o no comenzar a tocar.
Me tomo de la cintura y me puso arriba de él, levanto mi cuerpo cuando comenzó a quitarme la ropa y solo dejando mis bragas. — Así está mucho mejor, ¿No crees?. —
Con uno de sus dedos comenzó a bajar y subir por mi estómago hasta el pubis dónde solo rozaba su dedo con ganas en una de las partes donde mejor se sentía. —¿Puedo meter mis dedos dentro tuya?, Quiero sentir como tú ser grita por mi. — él decía esa clase de cosas mientras uno tenía sexo y era vergonzoso recordarlas después de que pasaba todo esto.
Asentí, abrió mis piernas lo suficiente como para verme los pecados más profundos, una de sus manos me daba apoyo para no caer y la otro tocaba y examinaba cada parte por las pequeña y triste pareciera.
Después de que estuvo satisfecho con lo lubricado que estaba todo comenzó a meter sus dedos suavemente tomándose su buen tiempo.
—¿Te gustas así? O ¿prefieres esto?. — mi espalda se arqueó al sentir que su dedo tocó el punto dulce dentro de mi, no pude evitar gemir y rogar por más y eso lo hacia feliz, él sabe lo que hace y la reasignación que va a conseguir si toca cierto lugar.
Mis piernas comenzaron a temblar a medida que pasaba el tiempo. —Esta cerca, ¿verdad?. — asentí incapaz de mediar palabra.
Aceleró las embestidas con sus dedos y me llevo directo al cielo, dejó caer mi cuerpo en el sofá mientras me sacudía de el orgasmo recién otorgado.
—Todo allá abajo se ve tan brillante mojado que me es imposible no pensar en cómo pasaría mi lengua por toda esa carne caliente que tienes. —
Me sonroje y me puse caliente con solo palabras.
Se abrió el cierre de el pantalón y libero su erección de la ropa interior. —¿Puedes tocarlo?, Estoy muy necesitado de ti. — habla mientras se masturba suavemente.
Me puse boca abajo en el sillón en la cabeza sobre sus piernas a escaso centímetros de su pene.
Me puse en marcha para satisfacer sus necesidades, pase la punta de mis dedos por el glande ganando asi unos gemidos de su parte, amaba que el no tuviera miedo de gemir y experimentar todo.
Comencé a subir y bajar por toda la carne dura de su miembro, rozando mis labios suavemente sobre su glande, me miraba fijamente y parecía disfrutar mucho de la vista.
Centraba mi mano en la parte de arriba de su miembro tocando en un ritmo constante.
—Mommy, creo que voy a terminar. — por alguna razón me encantaba que me dijera así, me hacía sentir poderosa.
—Termina para mí, me vas a hacer muy feliz si llenas mi cara con tú esencia. —
Cerro los ojos y comenzó a gemir con mucha fuerza mientras yo movía la mano más rápido y ahora mi lengua estaba chupando un poco la cabeza.
Después de unos segundos dejo salir todo sobre mi.
(...)
Después de esa sesión tranquilizante pusimos marcha a el departamento de Rubén quien iba a darme las llaves de mi auto, lo deje en el estadio y no había ido por él por qué no encontraba las llaves y me puse más que feliz de saber que las tenía Rubén.
Graham espero en el parque justo al frente de el edificio donde vivía Rubén, en un minuto ya estaba entrando al apartamento, Rubén me dijo que estaría abierto y podía entrar si no estaba a la vista para abrirme.
Camine por la casa curioseando cuando ví a su "prima" con una caja llena de cosas, me quedé estática mirándola.
Iba a dar media vuelta y irme pero ella me vio.
—¿Que haces aquí?, Pensé que ya me había desecho de tí igual que todas las que se meten con mi Rub. —
—Vine por las llaves de mi camioneta, ¿Sabes dónde está Rubén?. — intenté darle la menor importancia pero me sentía mal al saber que ella seguía estando en la vida de Rubén.
Una puerta dentro del cuarto se abre y sale Rubén con la toalla en la cintura, ella estaba sacando sus cosas de la habitación de Rubén, ¿aún así me dice que no tiene nada raro con ella?.
Mi cabeza se llenó de dudas y cosas terribles, Rubén me miró y yo estaba llorando, sin saber que hacer con claridad salí corriendo lejos de ellos dos, me quedé parada unos segundos esperando que el ascensor subiera pero no lo hacia.
—Donovan, por favor, déjame explicarte esto, no es nada de lo que piensas, no me hagas esto otra vez. — grito Rubén a metros de mi que ahora llevaba una pijama cubriendo solo la parte de abajo de su cuerpo.
Corrí escalera abajo pasando segundos de angustia y varios tropezones, no veía con claridad debido a mi lágrimas, cuando pude salir del edificio no me frente y fui directo a quien esperaba por mi sin importar lo autos que pasaban.
—¡Luka!. — grite con fuerza esperando que llegara a mi rescate y me sacara de eso.
—¡Donovan!, ¡No cruces!. — grito a todo pulmón pero ya era tarde, de un momento a otro todo se volvió oscuridad para mí.
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YES DADDY
Random- No lo hagas por favor, Daddy. - llora sobre mi regazo. - pequeña, pero si estamos en esta situación por que no sabes obedecer. - acarició su piel roja. - ¿En cuál vamos?. - En la siete, Daddy. - -ujum, vamos cuenta más alto gatita. - golpeó su c...