Un día, Alizee Davies pide un deseo que lo cambiará todo. ¿Quién creería que desearle a la luna que sacara a Cole Sprouse de un fanfic se haría realidad?
Alizee no entiende la gravedad de las cosas hasta que entera que el Cole Sprouse de su realida...
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Alizee sintió como la respiración de él chocó lentamente contra su rostro, ella no podía apartar su vista del muchacho, no podía quitar su mirada de aquellos imponentes ojos verde zafiro. Sentía calor en sus mejillas, gracias al notable sonrojo de su rostro. Él, sin esperar ni un segundo más, posó sus labios sobre los de ella, dejándose llevar por la agradable sensación de sus labios juntos. Ella devolvía el beso con la misma intensidad, ¿cómo sabía besar tan bien?
Cuando por fin se separaron, él no la dejó separarse mucho, le sonrió antes de besar su mejilla, muy cerca de sus labios, y levantarse. Ella quedó unos segundos quieta, asimilando lo que acababa de ocurrir. ¿Qué tan normal es que tu deseo slash celebrity crush slash Cole Sprouse te bese?
Él se adentró al baño y ella quedó observando la puerta, su corazón latía desesperadamente, el rojo parecía no querer irse de sus mejillas y su imaginación estaba empezando a volar. ¿Fue por el bendito emparedado de huevo? Si es así, le daría hasta engordar. Ella sacudió rápidamente su cabeza, caminó hasta la cocina y se sirvió un vaso con agua. Mientras tomaba del vaso, cayó en cuenta, ¿Dónde dormiría él? No sabía si ofrecer dormir en el sofá y él en su cama, o viceversa, o tal vez... ¿juntos? No, ella desechó esa idea de su cabeza. No sabía qué hacer en esos casos, ¿cómo podría ella dormir si quiera teniéndolo a escasos centímetros? ¡No podría! ¡Su corazón no lo permitiría!
Abrió los ojos sorprendida cuando oyó la ducha, ¿se daría un baño? ¿Ahora? ¿Y la ropa? Él no tenía más ropa que la que traía puesta. ¿Qué vestirá entonces? Ella suspiró. Otra cosa a su lista de compras, ropa de hombre. Agradecía que mañana era fin de semana, por lo que saldría sin apuro alguno por prendas para él.
La sangre volvió a concentrarse en sus mejillas, cuando lo vio salir del baño en la pantaloneta que tenía y su pecho al descubierto. Ella apartó su vista de su pecho y lo miró a los ojos, aún sorprendida y enviciada. Él sonrió al ver el efecto que tenía en ella y siguió secando su cabello con la toalla que había encontrado en el baño. Ella observó como él tomó asiento en el sofá y puso play a Riverdale.
- ¿Hay problema si me quedo viendo la serie? La intriga está acabando conmigo - le pide Cole a Alizee con una voz tranquila, calmada. Ella niega y él le regala una sonrisa agradecida.
Ella sale de ahí y se dirige a la habitación, cierra la puerta, dejándose caer sobre ésta lentamente mientras suspira. Ese hombre iba acabar con sus nervios y cordura, ¿lo hacía de aposta? Podía jurar que sí. Se levanta y se cambia rápidamente por unos pantalones de pijama y una camisilla sin mangas. Sale de nuevo a la cocina, evitando mirar a Cole, o volvería a convertirse en una especie de humano rojizo, saca su termo de agua de la nevera y vuelve a la habitación, entrecerrando la puerta.
Consigue conciliar el sueño, y empieza a caer en el mundo de los sueños...
Ella se encontraba en un gran salón, blanco, puro y muy iluminado, el aire era gélido y la baldosa mantenía una temperatura tibia. Miró sus pies, descalzos, y después su vestimenta; traía puesta su pijama. Volvió a alzar la vista, encontrándose con una mujer sentada en todo el medio de aquel gran salón. Temerosa se acercó, al ver que aquella mujer no separaba la vista de ella, al estar lo suficientemente cerca, aquella señora le sonrió.
- Alizee - la llamó, levantándose de si asiento, un gran trono de piedras preciosas.
- ¿Quie-quién eres? - preguntó la chica, al ver que ahora la señora se acercaba.
- ¡La luna! ¿Quién más podría ser yo? - rió elegantemente -. He oído tu deseo, lo he cumplido, ¿te ha gustado?
- ¿La lu-luna? ¿No eres una especie de planeta?
- También, esa es la forma que me han obligado ser - asintió, sin perder la sonrisa ni la emoción.
- Lo he querido así, necesito avisarte de algo, urgente - por primera vez en la velada, ella frunce el ceño preocupada, haciendo notar unas pequeñas arrugas.
- ¿Qué es?
- El personaje que te proporcioné hizo que el verdadero desapareciera de tu mundo y quedara en el fanfic, la verdad sé que estuvo involucrado Júpiter, ese pequeño bribón me la tiene montada, podrás estar unos cuantos días con ese Cole, pero si él mismo no vuelve al fanfic (él sabe como), el real quedará atascado en ese fanfic. Lo siento por no darte mucha ventaja de tu deseo, pero los planetas se están volviendo muy envidiosos a lo que respecta la magia - anuncia la mujer y Alizee queda en shock -. Sólo tienes unos quince días antes de que el caos se desarrolle. Confío en ti, Alizee.
Alizee se levanta nerviosa, cuando sintió el peso en la cama. Se volteó rápidamente, temiendo encontrar a aquella señora totalmente vestida de blanco y plateado de su sueño, pero a diferencia, encontró a Cole dormido. Ella se dejó caer en la cama, respirando pesadamente, asustada y con el corazón en la boca. ¿Qué rayos había sido ese sueño? ¿Si quiera es verídico?
Observó a Cole, no sabía que habrían tantos problemas por desearlo, ¡ni siquiera esperaba que se volviera realidad aquel deseo! Pero ahora lo tenía, y lo tenía por pocos días, ¿qué se supone que debe hacer ahora? No quería involucrarse sentimental si después tendría que verlo irse. ¿Qué debe hacer? ¿Qué, qué, qué?
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Hola, chic@s
Espero que les haya gustado el capítulo.
La verdad quería comentarles que si no soy muy activa mañana es porque hoy me han hecho una pequeña cirugía y también, de camino a "casa", he sufrido un pequeño accidente, ¡pero estoy bien! Simplemente creo que estoy en un pequeño shock por todo. También llega más visita por lo que probablemente me la pase con ellos, así que pido disculpas si mañana no actualizo en alguna historia.
