Un día, Alizee Davies pide un deseo que lo cambiará todo. ¿Quién creería que desearle a la luna que sacara a Cole Sprouse de un fanfic se haría realidad?
Alizee no entiende la gravedad de las cosas hasta que entera que el Cole Sprouse de su realida...
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Alizee volvió de la universidad, y cuando llegó a la recepción del edificio donde se encontraba su apartamento, notó la extensa cantidad paparazzis en la entrada. Su corazón empezó a latir rápidamente. Los habían descubierto, ¡los habían descubierto!
Alizee intentó pasar desapercibida, pero un grupo de periodistas la notaron, corriendo hacia a ella, tomándole fotos, haciéndole preguntas y cegándola con el flash. Alizee estaba tan roja y acalorada por la atención adquirida que apenas podía entender lo que le preguntaban.
- ¿Cuál es tu nombre? ¿qué relación tienes con Cole Sprouse? ¿Por qué está en tu apartamento? ¿son amantes? - son las preguntas que salían de todos los periodistas, impidiendo el paso a la joven chica. Cuando Alizee sintió que iba a desmayarse, una persona la tomó de la mano y la haló hacia el ascensor. Cuando las puertas se cerraron, Alizee respiró pesadamente y miró a su acompañante.
- Ay, carajo, eres Dylan Sprouse - soltó sin medir sus palabras, logrando hacer que éste sonría.
- Al parecer. Ahora me explicaras por qué mi hermano desapareció después de que me despedí de él en la noche.
- Te lo puedo explicar en el apartamento - dijo ella, claramente intimidada.
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Alizee notó la consternada mirada de Dylan sobre ella y Cole. Ella le había contado lo que ella pasó, y lo que La Luna le había advertido. Naturalmente, ésto parecía más racional en su cabeza.
- Eso suena descabellado y para nada verdadero - respondió por fin Dylan.
- En éstos momentos, cordura es lo que le falta a mi vida - suspiró Alizee.
- Lili está jodidamente enojada - le dice Dylan a Cole y éste le mira confundido.
- Disculpa, ¿quién es Lili? - pregunta Cole, fuera de onda. Dylan lo mira sorprendido.
- Tu novia. Bueno, la de éste mundo. Lili. Tu compañera de reparto.
- ¿La que hace de Betty? - pregunta él.
- ¡Sí! ¡Esa! ¿La recuerdas?
- No, sólo que Alizee me dejó ver Riverdale los primeros días.
- Carajo, de verdad no eres mi Cole. ¿Cuándo volverá el real? - pregunta Dylan directamente a Alizee con dolor en sus ojos.
- En nueve días. Lo más probable es que aparezca donde desapareció. No sé, no lo he pensado. No quiero pensar en eso.
- Nueve días... - repitió Dylan, aunque parecía que se lo decía más a él mismo -. Bien, me encargaré de los periodistas. Más te vale que en nueve días esté mi hermano de vuelta, Alizee, o te juro que ésto será una locura total.
Al día siguiente, Alizee observó como los reporteros dejaron al edificio y no aparecieron más. Por lo que vio Alizee, Dylan dijo que era parte de un proyecto por el cual ambos trabajaban arduamente. Al parecer convenció a la mayoría, porque no hubo más noticieros hablando de la "polémica".
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Siete días. Quedaban siete días. ¿Qué podía hacer?
Siete días parecía que saldrían volando si cerraba los ojos, y al parecer, Cole sintió lo mismo porque cuando llegaba Alizee de la universidad, parecía no querer perder ni un segundo con ella. Parecía que cuando la tomaba de la mano mientras almorzaban, la tomaba para no ser llevado hacia su mundo de nuevo. Como si temiera que al soltarla, todo lo que estaba pasando se desvaneciera.
Siete días.
Parecía tan poco y a la vez tanto. En siete días, Dios hizo al mundo. Hizo al cielo, a la luz, a la oscuridad, a la tierra, a los animales, al agua, al ser humano. Todo eso en siete días. Pero para Alizee, parecía que cada hora se iba la luz, la felicidad, su mundo. Podía mirar a Cole Sprouse y no saciarse, como si estuviera destinada admirarlo por el resto de su vida. Como si estuviera destinada a conocer sus secretos. Al menos, a su Cole Sprouse. Al suyo. Porque era suyo, ¿no? Ella lo deseó, ella lo pidió.
Antes de dormir, antes de dejarse llevar en los brazos de él, fue al baño a llorar. A soltar la carga y la autolástima que se sentía. ¿Cómo se pudo enamorar de alguien ficticio? ¿Cómo pudo enamorarse de alguien que parecía escurrirsele entre las manos como agua?
¿Cómo puede ser tan estúpida de amar algo que jamás será suyo?
¿Cómo puede pensar ella que al otro lado de la puerta no está Cole?
Porque Cole oía sus sollozos en silencio, lamentando no poder ser lo que ella pedía. Lamentando no ser lo que quería. Lamentando no poder tenerla siempre entre sus brazos, jurándole que siempre estará para ella. Porque no es así, no podrá, porque se desvanecerá y no quedará más de él aquí que el amor que ella le tiene.
¿Por qué dos enamorados sufren de amor si se aman desesperadamente?
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Creo que ya se darán cuenta que el final está cerca :(
