Capítulo 7

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Pov Calle

Ciertamente no creo haber tenido una noche tan mágica como la de ayer. Sebastián me había besado, y las mariposas en mi estómago estuvieron siempre presentes.

Nunca en mi vida me había pasado algo así. Me sentí tan segura, tan amada. Lo que pasó no lo olvidaría nunca.

No tenía muy claro todo lo que había sucedido. Recuerdo a Sebas pidiéndome que me quedara durmiendo en su casa. Así que aquí me encontraba, en la cama durmiendo al lado de quien me hace tan feliz.

No tenía ganas de despertar completamente, pues todo esto parecía el mejor sueño del mundo, uno del que nunca me quería ir.

Pero mi despertador tenía otros planes.

Con rabia apagué la alarma del celular que marcaba las ocho de la mañana. Demasiado temprano para mi gusto. Aunque era lunes no tenía muchas cosas que hacer hoy, pero quería terminar de hacer unas vueltas de la agencia: necesitábamos un fotógrafo y rápido. Desde hace un tiempo MAC nos ha está pidiendo alguien nuevo, y cada portafolio que hemos presentado lo han rechazado. El tiempo se estaba acabando y necesitábamos a alguien que los convenciera, este era un contrato muy importante como para perderlo.

Con pereza me levanté de la cama para admirar la persona con la que había pasado la noche. Se veía tan tierno durmiendo. Con pesar lo moví un poco para que se despertara.

-Bebé, debo regresar al apartamento. - Con una cara desorientada lentamente abrió los ojos dando un bostezo. Era demasiado adorable para su propio bien, me daba ganas de comerlo a besos.

- ¿Qué? ¿Porqué? Mejor quédate aquí conmigo otro rato. - Y con un movimiento ágil, me tumbó a la cama de modo que estábamos en cucharita, él abrazándome con fuerza por detrás.

Entre risas traté de alejarme de él, pero sus poderosos brazos me mantenían en el lugar sin dejarme mover.

-Sebas en serio, tengo que ir antes de que los ejecutivos de MAC me corten la cabeza por no tenerles un fotógrafo. -

- ¿Fotógrafo? ¿Para qué? - Claro, no le había contado.

- Resulta que MAC nos ofreció un contrato para su próxima campaña internacional en donde lanzarán varios productos, todo iba bien hasta que decidieron que el fotógrafo que proporcionó la agencia no estaba a la altura "de un imperio de cosméticos como lo es esta magnífica empresa."- Dije esto último con mi mejor acento de gomela posible.

-Si vieras lo mucho que amo cuando pones ese acento. - Dijo poniéndome frente él dándome un beso, uno corto pero tierno.

-Si vieras lo mucho que amo cuando tú haces cualquier cosa. - Respondí con una sonrisa de esas de loca enamorada. Definitivamente estaba cayendo por este tipo. -Sin embargo por mucho que lo ame, en serio me tengo que ir. -

-Está bien te dejo ir con una condición: Me dejas hacerte el desayuno y prometerás una salida a comer. ¿Trato? - Con ese puchero me era imposible negarme.

- Trato. Pero déjame ir, así me puedo bañar y no llego tan tarde al apartamento. -

- ¿Y por qué llegarías tarde? - Dijo con una sonrisa pícara en su rostro.

-No seas morboso, lo digo porque me tengo que bañar para no llegar oliendo a puerco. -

-Como diga mi capitana, ahora mismo bajo a hacerle uno de los mejores desayunos que comerá en su vida. - Dicho esto, se levantó de un salto de la cama cogiendo cualquier camisa de su clóset y bajó rápidamente hacia la cocina. Más le valía que de verdad ese fuera un desayuno delicioso, me moría de hambre.

Miradas ProhibidasWhere stories live. Discover now