Golpe de suerte.

2.1K 130 21
                                    

Capítulo 8.

Golpe de suerte.

.

Harry había llegado a olvidar lo fácil que era hablar con Ginny. Con ella no importaba el tema, las risas estaban aseguradas, y podía estar tranquilo de que ninguna de sus palabras fueran tomadas de mala manera.

Mientras bebían y jugaba, bromearon y hablaban de todo lo que le pasaba por la cabeza. Harry descubrió lo mucho que había extrañado poder hablar con Ginny. En el pasado cuando Ron y Hermione comenzaron a salir, Harry había encontrado un lugar junto a la pequeña Weasley cuando la pareja se ponía demasiado empalagosa para su gusto. Solían hablar por horas de hasta las cosas más insignificantes, él podía escucharla divagar sin perderse una palabra y no encontraba placer mas grande.

Como en aquel momento, mientras el pub se llenaba y las platicas y la música de los altavoces comenzaban a sonar, Harry solo tenía oídos para las anécdotas que Ginny le contaba de sus años como jugadora de Quidditch.

Harry no se consideraba alguien bueno para hablar, pero en aquella mesa de billar todo fluía a la perfección, como en esas tardes cuando paseaban por los terrenos de Hogwarts.

—Debió ser divertido vivir en nueva york

—Bastante, es una ciudad tan grande que era fácil perderse, pero está llena de lugares interesantes.

—Me imagino. Yo solo estuve allí una vez, para un partido amistoso.

—Si lo sé.

—¿Estuviste ahí?

—Era parte del equipo de seguridad.

Ginny alzó la mirada de la mesa, extrañada.

—¿Y por qué no te vi?

—No se dio la oportunidad de acercarme, yo era el encargado de cuidar al equipo rival—se apresuró a mentir. Lo cierto era que no le había sacado los ojos de encima a la pelirroja en todo el partido, y a su vez la había evitado de manera deliberada más de una vez. En ese momento en su cabeza solo había pensado en lo hermosa que se veía montada en la escoba y en lo mucho que deseaba apartarla de todos para tenerla para él solo. Casi le había echado un maleficio a su amigo Jack aquella noche, al escucharlo decir vulgares babosada sobre la pelirroja.

—Oh, qué mal. Hubiera sido lindo verte. —se encogió de hombros, quitándole importancia, pero su estómago se agitaba molesto. No se dejó sorprender por las palabras de Harry. Aunque durante un tiempo habían sido buenos compañeros y en aquel preciso momento se comportaban como dos amigos de toda la vida, la verdad era que Harry no parecía considerarla una amiga importante. Se había marchado a Estados Unidos sin ni siquiera despedirse y nunca le había mandado ni una carta. Los amigos no hacían eso.

—¿Sabes que me gustaba hacer mucho en Nueva York?—Se dio cuenta que algo había molestado un poco a Ginny, pero por su propio bien, Harry prefirió seguir hablando y cambiar de tema.

—¿Acostarte con americanas?—Con un golpe certero de su taco acabo con el juego. Ginny había ganado tres partidos y Harry solo una.

—Aunque de eso no me puedo quejar—señaló Harry viendo como su derrota era anotada en un pizarrón por una sonriente camarera del pub, la cual parecía ser la nueva amiga/fan de Ginny —Pero no me refería a eso.

—¿Entonces?

—Pasearme en la moto de Sirius.

Había una nota de cariño y nostalgia en la voz del hombre que hizo sonreír a Ginny.

La jodida soltería.  [Harry&Ginny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora