ATROZ

Capítulo 4

Al bajar de la camioneta y seguir a Camryn, pude visualizar muy bien escondida por varios árboles y arbustos una pequeña cabaña rodeada de rejas llenas de plantada con alambres de púas.

-Pasen. -Ordenó abriendo un puerta igualmente camuflada como la reja. Al entrar me sorprendí al ver que la cabaña no era nada a lo que se pudiera esperar a quien la viera desde afuera. Por dentro las paredes estaban forradas de puro metal, con sólo una ventana la cual estaba completamente cerrada por trozos de madera, debajo de la misma se encontraba grandes cornetas conectadas a una computadora. Había un mueble amarillo algo sucio junto a la entrada, una pequeña nevera junto una cama matrimonial bien tendida y a su costado un armario.

-Es muy espacioso. -Comenta Dalton mirando con interés el entorno.

Frente a la cama se encontraba abierto un cofre de madera, el cual dejaba ver un brillo ocasionado por la luz que entraba por la puerta principal, que tocaba algo de metal, al ver bien pude entender que se trataban de varias armas. Camryn al darse cuenta de mi mirada, enseguida caminó hasta el cofre y lo cerró de golpe colocandole así un candado.

Suspiré. 

-Se que no confías en nosotros, pero hablo con toda la honestidad que no pretendo hacer nada contra ti, ni los grupos que desconozco, para ser realista. Además los controladores del domo son mi único objetivo. Saber la Verdasco. Es mi único objetivo. -Digo mirándola a los ojos cuando está deja de darme la espalda para verme con una presión seria.

-¿Quieres respuestas?... De ser así todo el mundo las quiere. Pero varios son los que se esfuerzan en encontrarlas y pocos son los que al tenerlas realmente encuentran soluciones. -Dice guardando en su pantalón azul marino la pistola.

-Es cierto.

Ella enseguida se pone regia y mueve su cabello ondulado para acercarse más a mí. -Si que es cierto. -Contesta para dar la vuelta y sentarse sobre el cofre de brazos cruzados.

-Muy bien, ya que quieren saber. Hay dos grupos que se encuentran fuera del domo, estos son creados para poder organizarnos y buscar soluciones a todo lo relacionado con el virus y el gobiernos. Uno de ellos son los miembros de Los Escudos, somos quienes tienen de objetivo proteger a las personas tanto fuera como dentro del domo, incluso su eso incluye infiltrarnos. -Dice Dalton recostado de la pared con su cabello despeinado.

-Por otro lado el  grupo de Las Flechas, de donde obviamente soy yo, somos conocidos por el gobierno como "asesinos" o "contra el patriarcado" nos encargamos de eliminar a las bestias y a los guardias. Si no lo saben, las entes del gobierno de Julia son responsables de homicidios contra los grupos que no habitan dentro del domo. Mientras que ellos su objetivo en que nos quitemos de su camino, haciendo que sus guardias derramen sangre con nuestra gente, o las metan presas para atemorizanos y que dejemos de investigar todo referente al virus. Ya que tenemos teorías y pruebas que dejarían mal parados a todos los que conforman esa entidad.

-Lo malo es que aún no sabemos que hacen ellos para tener "hipnotizados" a todos los que viven dentro del domo... Y no entiendo como ustedes no son... Así.

Eso me hace recordar al instante todos los archivos y frascos que encontramos en aquel lugar. Sé que Micaela piensa lo mismo que yo con sólo una mirada, por mucha ayuda que les demos, aún no es momento.

Esa noche comimos algunas frutas que estaban en aquella nevera. No lo podía creer, saborear esa fruta conocida como manzana, una que solo se veía en los dibujos que habían en los libros de la biblioteca. Era una delicia. Claro, las bromas por parte de Dalton no pasaron por desapercibido.