-¿Alguna vez hiciste algo igual? -Pregunta Dalton, terminando de colocar respectivamente lejos, una silueta humana, esas utilizadas para prácticas de policías.
Negué con la cabeza.
El alto pelirrojo se acerca a mí, éste no lleva el uniforme de los guardias, en cambio, trae puesto una camiseta verde que convina con sus botas militares, pantalón oscuro y su cabello clásico despeinado. Que a mi parecer, lo hace lucir más atractivo.
-Perfecto. -Dijo, sonriendo y dándome lo que serían protectores auditivos.- Pues hoy, seré tu maestro.
Sonrío, hasta que la expresión se esfuma de mi rostro cuando él me muestra la automática, negra y amenazante. Con la cual había tenido tantos sueños distorsionados donde era apuntada.
Dalton se percata de ello y su mirada esta fija en mí, pero no me atrevo a mirarle. No hago más que ver el arma con las imágenes que se repiten en mi cabeza, a pesar que parecen ser más recuerdos que sueños.
-¿Jade? -Su voz suena suave y con cautela, no burlona como espera.
Niego con la cabeza sintiéndome estúpida y sujeto el arma. La cual se me hace muy pesada, Dalton me entrega el cargador de balas y las inserto en el arma provocando que su peso aumente; sonrío al oír el cargador encajar en la culata.
-Ven. -Dijo ubicándose a mí espalda, y moviendo mis extremidades con cuidado para colocarme en la postura adecuada, lo cual me hace sentir nerviosa pero no permito demostrarlo.- Así es, bien. Ahora aprieta con suavidad.
Mi campo de visión se reduce, se fija solamente en la diana y disparé.
-¡Eso! -Exclama alegre Dalton mientras me quita los protectores y el arma.
-¿Qué tal lo hice? -Cuestiono sintiendo mis dedos con un fuerte cosquilleo. El olor a pólvora no tarde en inundar mis fosas nasales.
-Míralo por ti misma, reina. -Dijo sonriente con énfasis en el apodo causando que viera sus ojos oscuros por corto tiempo antes de ver la silueta.
Le había destruido lo que sería el rostro.
-¿Qué puedo decir? -me encogí de hombros-. Soy buena estudiante.
-¿Ahora quien es la creída?
Ambos reímos.
-Gracias, Dal.
Éste gira sobre su eje para hacer una reverencia y cubro mi boca para intentar callar algunas risas.- Que falta de respeto tan grande. -Finge estar ofendido con la mano en su pecho y una sonrisa divertida que arruina su actuación.
-Me confunde tu personalidad. -Bromeo, aunque en el fondo sea verdad.
Él alza una ceja.
-¿Así? Ven aquí. -Grito al darme cuenta que corre hacía mí, pero al ser más lenta le es muy fácil alcanzarme y comenzar hacerme cosquillas en la barriga.
Intento escapar pero se me hace imposible igual que dejar de reír.
Dalton me da vuelta quedando frente a él y deja de hacer aquella acción, mientras intento recuperar el aliento sin ser consciente de nuestra poca distancia.
-Si tú crees que te confundo, imagina como me confundes tú a mí, Jade. -Su tono suena bajo y no deja de verme a los ojos con esa expresión divertida.
-Soy "reina" para ti, Dalton.
Bromeo para alejarme y ayudar a recoger las cosas.
-Todo esto, ¿de dónde lo sacaste? -Pregunto guardando los protectores auditivos en su morral.
-Los Escudos. Nos daban elementos esenciales a cada uno en las horas de practicar. Sólo los mejores se quedaban con ese material.
-Así que el rojito era uno de los mejores, interesante -él ríe detrás de mi presencia-. Pero, hay algo que no comprendo aún. Y es, ¿por qué no regresas a tu grupo? Me refiero ya que siempre que mencionabas a Los Escudos, hablabas con tanto orgullo de ser miembro.
Me levanto y doy vuelta para entregarle el morral.
-Lo tienes todo en ese lugar.
Él me ve con tranquilidad, más sus ojos oscuros me muestran de lo que aparenta.
-No todo. Créeme Jade.
Antes de disponernos a volver a la cabaña, pero el sonido de muchas pisadas nos detiene.
-¿Qué pasa?
Él me toma del antebrazo y jala con suavidad mientras retrocede.
-Vámonos. Ahora. -Toma mi mano y jala para comenzar a correr, justo en el momento que se escucha un fuerte y desgarrador grito masculino.
-No. Debo ir por Mica. -Es lo último que digo antes de correr hasta donde se encuentra la cabaña ignorando los gritos de Dalton llamándome.
Me apresuro, pero me obligo a detenerme al observar varios guardias andar distribuidos por el área junto a un par de camiones negros, los cuales tienen pequeñas ventanas con barrotes que son sujetados por miembros de Los Escudos que gritan por su libertad en contra del gobierno de Julia Walker.
-¡Jade! -Vuelve a llamar el pelirrojo más cerca, con preocupación notable en su timbre de voz.
La desesperación por ayudar y el temor apenas me permiten pensar con claridad. Siento pasos acercase a mi espalda con rapidez. Al voltear quedo aturdida, confundida y mareada por el fuerte puñetazo que recibo en el rostro.
Antes de caer noqueada sólo veo los ojos grisáceos verdosos mirarme con seriedad.
Ese chico infectado.
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ATROZ
Science Fiction"Tu alma, con sus sombríos pensamientos, Se hallará sola en la siniestra tumba. Nadie querrá saber lo que en secreto Tu corazón y tu conciencia ocultan" - Allan Poe Portada: @bttrflyy_ ♥ Highest Ranking in Fanfiction: #594 #191 - Miedo