ATROZ

Capítulo 6

Mis pensamientos siguen clavados en aquel chico. Obviamente estaba infectado, sin embargo, no me ataco como cualquier otro lo hubiera hecho, además éste seguía en su forma humana.

Ya debo superar el tema.

-Bien, ¿acaso sabes pelear, Jade? Porque tu amiga ya me dejo claro que sabe defenderse. -Pregunta Camryn recostada de un árbol con Mica sentada a su lado. No es hasta que ella hace ese comentario que puedo notar ese golpe que tiene en el pómulo.

-Podría decirse que sí.

-Más vale que sea cierto, ya que si haremos un especie de grupo entre los cuatro deberás saber pelear, novata. -Contesta Dalton acercándose al centro del espacio vacío de esa area del bosque, con su típica sonrisa burlona.

¿Novata? No tiene idea de que le espera, no por nada tóme clase de defensa personal con un profesor privado dentro domo.

Río.

-No confundas tu papel Dal -Me acerco hasta donde él- . Entre los dos, el novato eres tú. Así que anda, intenta atacar.

Sus ojos me ven con cierta sorpresa y curiosidad. Éste levanta los puños, lanza el primer golpe, el cual, esquivo con facilidad.

Luego estos golpes se transformaron también en patadas que iban dirigidas al oponente, con movimientos rápidos, sutileza y agilidad empleada, pero ninguno de los dos había logrado lastimar al otro.

-No eres mala, pequeña.

-No eres malo, idiota.

Dalton sonríe divertido causando que me distraiga por un segundo, dando así ventaja que se me fuera encima tomando mi cintura para intentar hacerme caer metiendo su pie.

Éste sonríe victorioso cuando siente que me voy de espalda, más no cuenta que con un movimiento gire mi cuerpo haciendo caer de espalda al pelirrojo, quedando yo encima de él.

Ambos estamos jadeando, tratando de obtener aquel aire perdido en todo momento de esa pelea digna.

Su mirada sigue fija en la mía, expresando impresión y maravilla, lo cual me causa ternura y no puedo evitar sonreír al verle en tal estado.

-Vaya... Ustedes si que... Vaya... -Dijo Micaela llamando nuestra atención. Tanto ella como Camryn se ven sorprendidas.

Sin embargo no era capaz de recordar sus presencias hasta este momento, y al ver la expresión desencajada de Dalton puedo predecir que él igual.

-Gran batalla chicos. Bien hecho. -Sonríe Camryn para dirigirse a la cabaña seguida de Micaela.

Éste gira su rostro hacia mí y antes de que pueda hablarme o reclamar que sigo sobre él, me levanto y le ofrezco la mano.

Él la toma y se apoya.

-Lo lograste. -Me sonríe con timidez.

-¿Lo dudabas?

-No.

-Yo tampoco. -Bromeó y el ríe.- Vamos ya, hora de comer.

-Jade.

Volteo para verle.

-Tienes tierra en tu... Parte trasera.

-¡Dalton!