14. Cosquillas.

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Christian se había ido a dormir pero yo me quedé en el salón viendo Zatch Bell. Me encanta esa serie.

Al cabo de dos horas más, me quedé dormida.

**

Eran las 12:09 cuando me desperté, pero no desperté en el sofá, sino en la cama de Christian. ¿Por qué me llevó a su cama y no a la mía?

Tenía un brazo rodeando mi cadera y me pegaba a él.

Intente quitar el brazo con suavidad, pero el hizo un sonido de queja y me pegó aún más a él y haciendo más fuerza.

Es incómodo. Ya me cuesta estar sola en mi cama, pues con otra persona...

-Chris - susurré para despertarle.

Espero que no le moleste.

-Chris - alzo un poco más la voz.

Está dormido como un tronco.

-¡Chris! - grito sin que me importe despertar a los demás.

-¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Estas bien? ¿Han matado a Zatch? - dijo perdido por el cansancio. Tenía los ojos entre cerrados.

-No, ¿qué dices? Y no, no estoy bien. Para tu información. Quitame el brazo de encima.

-Hmmm... No quiero. - dijo haciendo pucheros.

-Pues me da igual. ¿Lo quitas tu o lo quito yo?

-Si lo quitas tu, lo voy a volver a poner. Así que mejor que se quede donde está.

Sin pensarlo, quité el brazo y salí corriendo. Christian fue detras de mí. Abrí la puerta, giré a la izquierda con destino a: Mi habitación. Subí las escaleras a toda pastilla, algo que me sorprendío porque no me caí. Llegué, abrí la puerta e intente cerrar la puerte. Y digo intenté porque Christian empujaba la puerta hacia mí y yo hacia él. Hasta que me cansé y dije:

-Me rindo. Eres mucho más resistente que yo. Ya no puedo más.

-Pues tu te rendirás, pero yo no.

Como si fuese más rápido quea velocidad de la luz. Me cogio como un saco de patatas y me tiró en la cama, cogio un cojín y empezó a darme con el.

-Para, para. - dije entre risas. - Eres cruel.

-¿Yo?

-¿Quién si no?

-Ya verás lo que es ser cruel.

Soltó el cojín y se echó encima de mí.

-¿Qué vas a hacer? - pregunté.

-Cosquillas.

-¡NO!

Hizo caso omiso de mi grito y empezo a hacerme cosquillas desde las axilas hasta la barriga, seguido del cuello, y luego en los pies. Así respetidas veces.

Pensaba que me iba a morir hasta que entro María y dijo:

-¿Christian, qué haces?

-Divertirme un poco.

-Si, y a mí hacerme sufrir.

-¡Pero si te estabas riendo!

-Dejadlo. - ordenó María, con voz firme. - Hijo, vuelve a tu habitación.

-No pienso volver. No pienso hacer como el otro día. ¿No puedo divertirme con mi hermana?

-También tienes a Amber.

-Amber ni siquiera me habla.

-Me da igual. Vuelve a tu habitación. Y no me hagas repetirtelo ni una sola vez más.

-Chris, será mejor que te vayas antes de que se enfade de verdad. - le susurré al oido.

Y me hizo caso se fue sin rechistar.

**

Sobre las seis de la tarde alguien picó a la puerta de mi habitación. Me levanté a ver quien era, pero no había nadie. Lo que si había era una nota en el escalón.

VE A MI HABITACIÓN CUANDO SE VAYA MAMÁ.

-CHRISTIAN-

Normalmente María se iba a trabajar, o a lo que se supone que iba a hacer, a las seis y cuarto, para llegar allí a y media.

Según mi reloj ya eran las seis y diez.

A las cinco minutos María se fue, dando un portazo.

Hoy no tiene buen día.

Bajé corriendo las escaleras y me dirije a la habitación de Christian. Antes de poder picar y entrar, Amber me agarró del brazo y me dijo:

-No, no, no. Me ha dicho mamá que no te deje entrar.

-Y ¿se puede saber por qué?

-No me ha dicho por qué, solo que no te deje entrar ni estar con Chris.

-No pienso hacerte caso, y a ella tampoco.

Hice un moviento fuerte con el brazo para que el de ella dejara de agarrarme y entre a la habitación,cerrando con pestillo.

Christian estaba sentado en el borde de la cama con unos pantalones negros y una camiseta blanca, holgada. Nada más verme sonrió de oreja a oreja, dejando ver sus dientes blancos.

Sin darme cuenta, yo también le estaba sonriendo.

Los días pasadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora