10. Feliz año nuevo.

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Estoy en la habitación en la que mi madre nos pegó a mi hermana y a mí. En ella hay dos personas en la cama y alguien está abriendo la puerta. Soy yo. Detrás aparece mi hermana, las dos estamos con cara de haber visto un fantasma. Y en realidad, algo parecido estábamos viendo. Alexandra, nuestra madre, está encima de un hombre, al cual está pegando con un látigo, el mismo con el que nos pegó a nosotras. Distingo la cuerdas que caen al final del todo.

El hombre está atado a cada una de las esquinas de la cama. La cara no me suena. Siempre supe que no era él, nunca fue mi padre.

Ella le pega fuerte en el pecho, y el ¿gime? Alexandra se acerca a su cara y le besa. Están teniendo... Ugh, es su amante.

Miro hacia la puerta. Ya no estamos ni mi hermana ni yo. Salgo de la habitación y es otra escena. Es la escena de cuando nos pegó. No quiero volver a vivirla. ¡Quiero salir de aquí!

Oigo un ruido. Mi hermana tiene el ojo rojo y rasgado. Le empieza a sangrar.

"¿Por qué has hecho eso?" Me oigo decir, con voz suave pero triste a la vez.

No aparto la mirada. Veo como me pega con él látigo. Observó cada uno de sus movimientos, la fuerza que emplea y cada lágrima que derramó.

-Shailene, despierta. - oigo una voz.

-¿Austin?

-Si

Me noto la cara húmeda. He estado llorando mientras soñaba. También noto arena.

-¿Hemos dormido en la playa?

-Exacto.

Me lanzo a él y le abrazo lo más fuerte posible

-Feliz año nuevo. - le digo. Le doy un beso corto y él me contesta:

-Feliz año nuevo, Rubia.

Lo único que hago es reírme y reírme. Rozó mi nariz con la suya. Le quiero, y le quiero para mi sola.

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Ya estoy en casa, Austin me ha acompañado, y estoy tirada en la cama repasando cada uno de los primeros momentos de este año. Tengo que decir que todo a empezado perfecto. Pero a ver como acaba.

Cojo mi "diaro" y escribo todo lo que me ha pasado. Abajo de la página leo "Mañana cumple Austin" No entiendo por qué tengo que escribir como si fuese en clave. Tengo que pensar el regalo. Pero primero voy a mirar cuanto dinero tengo ahorrado. Abro el bote (Si, guardo el dinero en un bote) y cuento. Hay 225. Me llega para comprarle un reloj. Ya que él me ha dicho que le hace falta uno. Es un regalo algo evidente pero si quiere un reloj, pues le regalo un reloj.

Christian entra a la habitación. Podía, al menos, llamar a la puerta, ¿no?

-¿Por qué llegas tan tarde?

-¿Acaso te importa?

-Pues... Digamos que si.

-¿Desde cuando?

-¿Me respondes?

-No.

Me pega un tortazo.

-Ahora, ¿contestas?

-Vete a la mierda.

Le pegó otro tortazo a él.

-¡A mi nadie me manda a la mierda y mucho menos me pega un tortazo! ¡MAMÁ!

-No, por favor. No la llames.

-Pues contestarme. ¿Por qué llegas tan tarde?

-Porque me quedé dormida con Austin en la playa.

-¿Dormida? ¿en la playa? Con el frío que hace.

-¡Si hace sol!

Me pega otro tortazo.

-Ya no aguanto más.

Le empujó para atrás y le pegó un puñetazo en el pómulo. Él me empuja con los pies y me tira al suelo. Se pone encima de mí y hace al amago de pegarme pero deja el puño en el aire. Intenta pegarme pero no lo hace. Pega su cara a la mía y me pega más al suelo para que no me mueva.

¿Qué va ha hacer?

Noto sus labios pegados a los míos.

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Siento mucho no haber escrito durante más de medio mes, ¡no me venían ideas a la cabeza!

Lo siento, de verdad.

Rebeca_LN

Los días pasadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora