17. Quedas arrestada.

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¿Y qué le digo? Si le digo que Christian me ha hecho algo malo, estaría mintiendo y poniendo a Christian en un apuro y a mí entre la espada y la pared. Pero si le digo la verdad, que he besado a Christian, se va a enfadar y, seguramente, pase algo malo.

-Shailene, contesta. Sé que estás ahí. - está cansado de esperar una respuesta.

¿Qué digo? Los quiero a los dos pero, depende de lo que diga, voy a perder a uno de los dos o a los dos. Quién sabe...

Alguien sube rápido y fuerte las escaleras y abre desmasiado fuerte la puerta. Casi la arranca de su sitio.

-Hola, Shailene.

-Ho-o-Hola. - contesto, nerviosa.

-¿Quién es, Shai? Hablame, por favor. - interrumpe Austin.

-Tengo que colgar. Luego hablamos.

-¡No! - grita, desde el otro lado del teléfono.

Colgué.

-¿Quién era?

-Emm... Hayley.

-¿En serio? - pregunta mi madre.

Asiento.

-¿Y quién es Hayley?

-Una amiga.

-No sabía que tubieras amigas.

Se acerca a la mesa donde estoy sentada y apoya el brazo en ella.

-¿Qué quieres? - pregunto, segura y sin ausustarme de su frialdad.

-Vuelve conmigo a casa.

-Ni de coña. No pienso volver allí: por lo que he pasado allí y por el lugar que es.

-Por favor, vuelve conmigo. - suplica, arrodillada.

¿Me está suplicando y de rodillas?

-No.

Y como siempre hace cuando alguien se niega a lo que ella quiere, me pega un tortazo.

La empujo y cae de espaldas al suelo.

-Te vas a arrepentir de haber hecho eso, zorra.

-Y tú por haberme hecho todo el daño que me hiciste.

-¿Qué daño?

-Qué daño, dice. - me levanto de la silla - ¡El qué me hiciste cuando vivía contigo! No hubo ni un momento de felicidad mientras viví allí. - la miro con asco - Solo tratabas bien a Carrie. La mimabas, la dabas besos y la comprabas cosas. ¡Y a mí ni siquiera me decías "buenas noches"! Y a Jack, a saber lo que le harías al pobre...

-Tu padre se llevó a Jack con él. No sé donde.

-Pues al menos, él es feliz. Papá es un buen hombre, y un buen padre. Pero tú... Tú das pena.

-¿Estás bien?

Austin entra en la habitación y me abraza.

Me alegro mucho de verle.

Asiento a su pregunta.

-¿Qué hace ella aquí?

-Puedes hablarme a mí también. - dice Alexandra.

-Hablar contigo es tontería. Siempre quieres llevarla razón y nunca la tienes. - contesta Austin.

-¿Sabes? Te vas a arrepentir de muchas de las cosas que has dicho.

-Más te vas a arrepentir tú de todo lo que has hecho. - contesto.

-Eso ya lo veremos. - dice, apretando los dientes.

Me coge del brazo y me pega a ella. Saca una pistola que tenía guardada en la espalda y me apunta a mí en la cabeza. Me utiliza como escudo.

Miro a Austin con cara de terror.

-¡No! No la dispares, por favor. No lo hagas. - suplica.

-¿Sabes conducir? - le pregunta.

Él niega con la cabeza.

-¿No? Yo a tu edad había matado a mucha gente. Si no sabes consucir, no me sirves para nada.

Le apunta con la pistola en la frente.

-¡Ni se te ocurra dispararle! ¡Y mucho menos en mi casa! - grita María, también, con una pistola en la mano. Debe ser la que guarda por si entran a robar.

-¿Qué haces, María? -pregunta mi madre. - ¿No estabas en el plan?

-Estaba, tú lo has dicho.

Marí coge la pistola como es lo que hubiese estado haciendo toda la vida. En cambio, Alexandra, coge la pistola con torpeza, aunque diga que ya ha matado a mucha gente, parece que es la primera vez que coge una.

Tengo que pensar en algo. Aunque este María aquí, Alexandra puede disparar a Austin antes de que ella puede herirla.

Ahora mismo está apuntando a Austin y María a Alexandra, pero yo estoy delante de esta. Tengo los brazos libres, pero me tiene agarrada por el cuello con el brazo. Puedo pegarle un codazo en la barriga y cuando me suelte una patada. Mientras ella se retuerce de dolor Austin coge la pistola y me le da a mí.

Miro a Austin y creo que me entiende a la primera.

-Si disparas, podrías darle a...

No la dejo terminar. La pego un codazo en la barriga y cuando me suelta el cuello, la pego una patada y la haga caer hacia atrás. Austin se apresura a coger la pistola y la tira a ras de suelo hacia mí. La cojo y apunto con ella a Alexandra en la cabeza.

Nunca pensé que cogería una.

-Muy bien hecho, Shailene. Ahora dejame que la ponga las esposas.

Es policía, por eso coge tan bien la pistola.

La levanta por el brazo derecho, le pega contra la pared y pone los brazos de Alexandra detrás de la espalda para ponerle las esposas.

-Quedas arrestada por intento de asesinato a dos menores de edad, uno de ellos, tu hija.

Se la lleva escaleras abajo, mientras habla por un walkie-talkie.

-Nunca he pasado tanto miedo. - dice Austin.

-Lo mismo digo.

Me acerca a él y me besa. Enredo mis brazos a su cuello y le sigo el beso.

-Ahora dime. ¿Qué te ha hecho Christian? - pregunta cuando nos separamos.

-La besé. Y fue el mejor momento de mi vida. Pero, al parecer, el de Shailene no.

Austin y yo miramos hacia la puerta, y allí está Christian. Tiene los ojos rojos, de aguantar las lágrimas.

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"Hey, ¿qué tal, procrastinadores?"

Nah, olvidad eso.

¡Muchas gracias por las casi 1000 visitas en esta novela y los 100 votos. También, gracias, por las 2.030 visitas en Rebel Best Friends Story! Todavía no me lo creo.

Dentro de nada empieza el instuto (para algunos ya ha empezado) y pensé que sería mejor subir un capítulo, porque luego no voy a poder subir tantos. Espero que lo entendais.

Ojalá os guste el capítulo, voteis y comenteis. Y si no es mucho pedir, compartid en Twitter, Facebook o donde os de la gana. Me haríais un favor.

Gracias.

Rebeca_LN

Los días pasadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora