Los días pasados

25. No tiene sentido, pero es así.

"Trajeron ropas para impresionar,
trapos y pieles en forma de abrigo.
Pero, ¿quién quiere taparse si aún no conoce el frío?

Dejaron mantas en el vestidor
y los cerrojos para estar tranquilo.
Pero, ¿quién quiere guardarse si no existe enemigo?
Pero, ¿quién quiere ocultarse de lo desconocido?

Fuego, siempre alrededor.
Fuego, alguien olvidó que el fuego,
que el fuego...
lo guardo yo.

Cosieron ojos a mi espalda
con las señales que llevan al nido.
Pero, ¿quién quiere encontrarse si aún no se ha perdido?

Pusieron cajas en el mostrador
y las vacunas de un recién nacido.
Pero, ¿quién quiere curarse si aún no ha sido herido?

Fuego, siempre alrededor.
Fuego, alguien olvidó que el fuego,
que el fuego...
lo guardo yo.

¿Quién quiere alarmas
si aún sigo vivo?

Fuego, siempre alrededor.
Fuego, alguien olvidó que el fuego,
que el fuego...
lo guardo yo."

-Aquí se hará la que yo diga, ¿entendido? - cada palabra que mamá dice es como si saliese a trompicones. Se trava en cada una de las palabras, sobre todo en la última. ¿Está borracha?

-Mamá, no estás bien. Mejor vete a la cama. - Christian se acerca a su madre y le intenta dar un abrazo, pero ella le empuja haciendo que tropiece con la mesa y de un traspie.

-No pienso ir a ninguna parte. - Al terminar la frase empieza a tener arcadas hasta que vomita, manchando el suelo de parquet.

-Te dije que no estabas bien - repite Chris. - Ve a dormir. Mañana no va a haber quien te levante.

(...)

-¿Qué vas a hacer? - dijo Chris. - Después de saberlo todo, no creo que te quedes ahí parada sin hacer nada.

-Ahora ya no tengo nada que hacer, está en la cárcel.

-Pero, ¿no tienes ganas de hacerselo pagar?

-Si, y a mi hermana también. Las odio. Intenté volver a tener una relación de hermanas con Carrie pero a ella no le importó mi esfuerzo, siguió haciendome daño. Lo intenté, lo intenté...

Chris me acerca a él y me abraza para consolarme. Estaba llorando sin darme cuenta.

-El único momento feliz que tuve con mi madre, - continuo - fue un día que estaba buscando fotos mías sonriendo. Cogí unas cuantas y las guardé en un sobre. Fuí a mi habitación y ella salía de la suya y al verme con el sobre dijo:

-¿Y ese sobre?

>>No sabía que contestar, y, además, ella no me dejo porque cogió el sobre y miró lo que había dentro.

>>Bajó la vista hacia mí. Yo pensaba que me iba a decir algo como "¿Por qué coño has cogido estas fotos?" O que me tirase el sobre a la cara, pero hizo todo lo contrario. Me devolvio el sobre, se agachó para estar a mi altura y dijo:

-Guardalas bien, mi vida.

>>Y me abrazó. Me levantó en brazos, yo me agarré a ella para no caerme y, me dio besos por toda la cara, dicienso me "Te quiero. Perdoname por todo lo malo que te pueda hacer". Recuerdo el olor a jabón de violeta con el que mi tía me bañaba. Yo también la dije "Te quiero".

-Si te dijo eso, - dijo Chris - es que te quiere.

-No me quiere. Me odia. La odio.

-No digas eso. En el fondo te quiere.

-Ojalá - susurré. - Porque yo también la quiero. A pesar de todo, siempre la he querido. Pero siempre la he odiado. Y sé que no tiene sentido, pero es así.

-Yo creo que sí tiene sentido.

-Gracias. Por apoyarme.

-No la des.

(...)

-Para, por favor. - le digo a Alexandra que está pegandome con el látigo.

Otra vez estoy viendo como mi madre me maltrata. ¿Cuántas veces más lo tendré que ver?

Pero hay algo diferente en la escena. Carrie no está tirada en el suelo con el ojo rasgado por el latigazo. Está riendose en la esquina. Se ríe.

Derepente, Alexandra para de golpearme. Se tira al suelo y me coge en brazos.

-Lo siento, mi niña, lo siento.

Oigo como llora. Hace más fuerza en el abrazo y me quejo por el dolor en la espalda.

-No te merezco. Ni siquiera sé por qué te hago esto. Tú no tienes nada que ver con ella. Aunque eres igual, pero no tienes nada que ver. Era perfecta, por eso la odiaba tanto. Todos los chicos la miraban. Aunque fuese mucho más joven que ellos. La silbaban, alagaban y a mí... A mí nada. Perdoname, hija.

Me pone enfrente de ella, todavía sujentandome, para verle la cara. Está llorando de verdad.

-¿Por qué lloras? - pregunto, acariciandola la cara e intentado quitarle las lágrimas con mi pequeña mano.

Ella agarra mi mano.

-Porque te quiero y no quiero hacerte daño. Pero soy incapaz de controlarme. Quiero quitarme ese rencor que la guardo, aunque ya no está, pero sigo odiandola. Mi vida, lo siento. No voy a perdonarme todo el daño que te he hecho.

-Mamí, te quiero.

-Y yo a tí, mi vida, y yo a tí.

-¡MAMÁ! - grito al despertarme -. Mamá - esta vez lo digo susurrando.

¿Cómo es que ha cambiado la historia tan radicalmente?

Me parece que tengo que volver a hablar con mi tía.

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Hola, lectores.

Aquí teneis un nuevo capítulo. Espero que os guste y que compense el tiempo que he estado sin subir capítulo.

Hoy no he subido foto de alguno de los personajes, como veréis (y si no lo veis me avisais por un comentario). La foto tiene que ver con Shailene, por la baja autoestima que tiene y que ella tienw que superar sus miedos.

Al principio del capítulo, la canción que aparece es de Vetusta Morla y se llama "Fuego". Esto también tiene que ver con lo mismo de antes. Os recomiendo que escucheis la canción después de leer esto y, a la vez, leais la letra.

Comentad lo que opinais o lo que querais. Pero comentad, por Shailene.

Nos leemos.

Rebeca_LN.