*ELLA*(y la otra chica)

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...Y parece que mi cerebro decidió que hoy la hora de levantarme era a las cuatro de la mañana. Y no hay forma de contradecirlo. Así que me levanto, bajo las escaleras y...
¡Sorpresa! Mi hermana durmió  en casa anoche. ¿Cómo lo sé? Podría decir que por los zapatos tirados encima del sofá. O por la presencia de una maleta en la cocina. Pero sobre todo, porque al abrir la nevera solo encuentro (además de un montón de envoltorios vacíos) un solitario envase de leche que me mira como si hubiese presenciado una masacre.
Suspiro y  me dirijo a su cuarto.
—Ana, espero que tengas la intención de reponer el faltante que dejaste en la nevera —digo, antes, incluso, de abrir la puerta.
—Hola, ¡cuanto tiempo! ¿Cómo has estado? —responde con ironía, la fulmino con la mirada— Claro, Micky-Micky, te compensaré los daños causados.
—Y ¿a qué debo el honor de tu visita? —digo con sarcasmo— ¿Te peleaste con Jun?
—¡No! —exclama como si fuera algo imposible— Vine a traer buenas noticias —hace una pausa para prolongar el suspenso— ¡Mamá y papá vienen a celebrar fin de año con nosotras!
...
Cuando llego a la academia, Amy se abalanza sobre mi y me abraza, y comienza a hablar de asuntos triviales, como en los viejos tiempos.
—Amy, sé que tú me apoyas respecto a ese... asunto —comienzo a decir— y te agradezco, pero yo merezco la soledad...
—No sigas, Mic, ya dije que ese es un asunto cerrado. No quiero volverte a oír hablar del tema.
Iba a rebatirle, pero lo que veo detrás de ella me desconcierta: ¿Qué hace Jack hablando con Peter? Precisamente con Peter, de tantos otros chicos que hay en la academia. Debo hacer algo, pero ¿qué?
—... Y ahora iremos a clase y fingiremos que esta conversación nunca ha tenido lugar...
—¡Amy! —dice una voz detrás de mí y se me hiela la sangre— ¿Me puedes explicar por qué le diriges la palabra a esta zorra?
Amy la mira a ella y luego a mi y consigue tartamudear un:
—Hola, Zarah.

Odio las historias de romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora