*ÉL* (y ¿una futura cita?)

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Ella es un ángel. La forma en la que toca el piano es tan… angelical. Perdón por la repetición, pero es que en estos momentos tengo poco cerebro disponible. Mi otra parte del cerebro está flotando debido a la dulce melodía que emana de sus dedos… o del piano, me da igual en estos momentos.
¿En serio tengo que ser yo el que narre este capítulo? Vaaale, ya sé que hoy me toca a mí.
Mi vista va de su rostro angelical a sus dedos angelicales. No, no la estoy espiando, tan solo la vi entrar y… vale, tal vez sí la estoy espiando, pero solo un poco.
Miro el reloj y me doy cuenta de que ya casi es hora para que comiencen las clases de nuevo.
Decido irme antes de que ella me vea y me dedique otra de sus fulminantes miradas.
—Penúltimo turno de la tarde—
—…y dijo que no, a mí ¿puedes creerlo? Pero no me importa …
—…el renacentismo fue un período de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna…
—…vienen Jessie, Hannah, Zarah, Ale, Paul…
—…una ruptura con la unidad estilística que hasta ese momento había sido supranacional…
—¿vienes? —Rick me mira, esperando mi respuesta
—Eh… sí, sí, claro
—No me estabas escuchando ¿verdad?
—…las pinturas abandonan lenta y progresivamente la rigidez gótica…
—Estaba prestando atención a clase —es mentira, y él lo sabe
—Fingiré que te creo y repetiré lo que dije: yo y unos colegas vamos a saltarnos el último turno para ir a ya-sabes-dónde ¿vienes?
—¿El último turno? —¿el turno con Michelle?—. No.
—¿No? ¿Cómo qué no?
—¿Laurence? ¿Me podría decir cuáles con las características de las artes plásticas en el Quattrocento?
—Eh…—es la brillante respuesta de Rick
—¿Patterson?
—Las pinturas abandonan progresivamente la rigidez gótica y se aproximan cada vez más a la realidad. Aparece la naturaleza retratada en los fondos de las composiciones, y se introducen los desnudos. Se introducen en las obras la mitología, la alegoría y el retrato...
¡Ja! ¡gané!
—Bien —me interrumpe el profesor—. La clase ha terminado —todos comienzan a recoger sus cosas y marcharse— Laurence, usted se queda.
Escucho a mi amigo maldecir por lo bajo mientras se acercaba al profesor. Yo salgo del aula para dirigirme a la última clase: Antimagia. Cuando entro, Michelle ya estaba ahí
—¡Hola Mitchy! —saludo sonriente— ¿Qué tal el día? —mirada asesina— Espero que eso no sea un “mal”…
Oigo un ruido que no puedo decifrar.
—Déjame en paz, al menos hoy —dice lánguidamente.
—¿Qué pasó? ¿Es por lo de esa chica de esta mañana?
—¿Me estás espiando? —dice enojada—Si no tuviera tanta hambre, te patearía
¡Qué agresividad! Espera. ¿Hambre? ¿Es eso? Si tiene hambre… podría invitarla a la cafetería de mi hermano. O a otro lugar… ¿pero eso no sería como una cita? ¿Por qué no se me había ocurrido antes? Ah, ya sé, porque ella jamás aceptaría. Aunque no pierdo nada con intentar…Ahora mismo me está mirando extrañada ¿Por qué?
—¿Jack Paterson? —dice el profesor con voz irritada, está pasando lista
—¡Ah! ¡Yo!
Pero ¿Cómo se lo digo? ... ¿Qué tal:” tengamos una cita”? No, demasiado directo “¿Tendrías una cita conmigo?” Mejor eliminemos la palabra “cita”. Las manos me están sudando. ¿Te gusta la piza? Mmm… no
—un turno después—
Todos se están marchando. Ella está recogiendo sus cosas ¿Qué le digo? ¿Qué le digo? ¿Qué le digo? ¿Qué le digo? Respiro profundo y me lanzo.
—¡Mitchy! —mirada asesina, empezamos mal, aunque, de cierto modo, eso es normal…—¿Qué tal si…? Es decir… conozco una cafetería cercana… aunque tú también la conoces… y como tienes hambre y eso… —mirada asesina— ¿te invito a una piza?
—No.
Me parece que no está demasiado segura.
—¿Cómo amigos?
—No... Estoy ocupada ahora.
—¿Otro día?
—No.
—¿Por favor?
—¿Me puedes dejar en paz de una ve…? —comienza a gritar, pero se detiene de la nada—…
Está bien— dice con timidez.

Eso sí fue una sorpresa.

Odio las historias de romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora