Yoongi quiere entrar a la mejor universidad de Corea del Sur, donde estará enseñando uno de los mejores profesores de música del mundo. El problema... Es que la universidad es para chicas.
Pero eso no sería un obstáculo para Yoongi. Vestirse de chic...
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Cuando Yoongi entró a su casa rápidamente se quitó la peluca y el uniforme, quedándose en licra y blusa sport, se puso sus sandalias para asomarse discretamente a la puerta. Aún se encontraba el auto de Hoseok afuera, de hecho él estaba contestando su celular recargado en su Ferrari.
Yoongi rápidamente se miró al espejo para quitarse un poco de maquillaje, de la cocina —agradeció que estuviera cerca de la entrada— tomó jugo de naranja y examinó su sus dientes estuvieran blancos, por suerte sí, se puso una menta en su boca, tomó uno de las tantas sudaderas del perchero y salió de casa.
Suelta un suspiro de alivio al verlo aún ahí. Caminó tranquilamente hasta abrir la reja de su mansión y pasar como si nada frente a él, mientras frunce el ceño.
—Está niña —habla negando con la cabeza, claramente fingiendo muy bien su disgusto.
Yoongi se giró para encontrarse con la mirada penetrante de Jung Hoseok. Ambos conectaron miradas, Yoongi alzó una ceja, poniendo su típica actitud altanera.
—Buenas noches —habló Hoseok sonriendo, una sonrisa coqueta.
Oh, si esa sonrisa se la dirigiera en clases, tendría un serio accidente.
—Buenas noches —contestó Yoongi cruzando sus brazos, el frío calando su cuerpo —. ¿Qué hace aquí afuera, esto...?
—Hoseok, Jung Hoseok —se presentó el mayor caminando hasta él —. Es un placer conocer a Min Yoongi —el rubio alzó sus cejas, mordiendo su labio.
—Ya lo creo —contestó Yoongi poniendo su mano en su cabello, sonriendo —. Usted debe ser el profesor de Yoonji; ella está contenta por ello, ¿sabe?
— ¿Lo está? —Hoseok se acercó un poco más —. Es una estupenda chica, a mí me consta que es talentosa por lo que he visto en estos días —halago. Un sonrojo cubrió las mejillas de Yoongi —. Ahora que lo veo mejor, tienen un parece realmente espectacular.
—Nos lo dicen a menudo —se encogió de hombros, mordiendo su lengua por mentir tanto —. Si me disculpa, tengo que volver adentro, seguro que mi hermano debe estar esperando para la cena.
—Bien, no le quito más tiempo —Hoseok se inclinó un poco para dejar un casto beso en su mejilla —. Espero verlo pronto, ha sido un placer —el mayor se alejó con una sonrisa.
Cuando Hoseok se metió a su auto, Yoongi fue hasta la puerta de su casa con la mano en su corazón. Aún sentía la adrenalina subiendo y bajando en su sistema.
—Vaya, ¿qué es lo que pasó allá afuera Yoongi? —SeokJin le miraba confundido —. No me digas que tienes algo con aquel chico.
—No Hyung, solo pasaba a saludarlo —se encogió de hombros.
Jin le miraba confundido, siguiendo sus pasos, hasta su habitación, tratando de adivinar qué era lo que realmente estaba pasando.
— ¡No! —Jin entró rápidamente al baño. Yoongi se cubrió asustado al escuchar aquel grito —. No me digas que le estás mintiendo a ese chico, es tu profesor, ¿cierto? Ahora que lo recuerdo bien él debe serlo —su hermano caminaba dando círculos, nervioso —. Yoongi no te metas en más problemas.