Yoongi quiere entrar a la mejor universidad de Corea del Sur, donde estará enseñando uno de los mejores profesores de música del mundo. El problema... Es que la universidad es para chicas.
Pero eso no sería un obstáculo para Yoongi. Vestirse de chic...
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Ya eran la dos de la tarde; Yoongi se encontraba haciendo un trabajo del profesor Jung quien había salido a una junta de profesores hace ya media hora. Él se fue a la biblioteca para poder hacer aquello sin que nadie le interrumpa ya que en su salón todas estaban hablando y jugando.
Suelta un suspiro cansado mientras guarda sus cosas para caminar de nuevo a su salón al ver los mensajes del grupo de su salón. Sale de la biblioteca, pasando entre el montón de chicas quienes ya iban corriendo a su salón de clases ya que la junta había terminado.
Yoongi iba con el paso lento, bajando escaleras y cruzando pasillos, todo con flojera extrema. Hasta que sus oídos escucharon algo...
Su primer amor.
Con el corazón agitado y la piel de gallina, se fue acercando lentamente hasta el sonido de aquella melodía triste. Abriendo una puerta despacio, aún apreciando aquel sonido. La canción se detuvo al escucharse el crujido.
Una chica con cabello castaño hasta la mitad de la espalda se dio la vuelta con mirada filosa, ojos grandes —extrajera— resaltando su figura con aquel uniforme blanco. Ambos conectando miradas confusas.
—No quería interrumpir, lo siento —apenas dijo Yoongi con un hilo de voz.
La chica le observó por unos segundos más, asintiendo con una pequeña visible sonrisa en sus delgados labios rojos. Se giró de nuevo para ahora tocar otra melodia, no muy reconocida.
— ¿Quisieras tocar? —preguntó ella adivinando la obvia respuesta —. Vi la ansiedad en tus ojos, literalmente. Puedes hacerlo pero no la dañes; es lo único que me queda —ella se levantó aún con sus dedos tocando delicadamente aquella tecla.
La chica salió sin mirar atrás, como si aquello fuera una despedida; o quizá algo más. Yoongi observó aquel piano, las manos picando por tocar aquel instrumento de cuerpo negro.
—Lo siento —pero, lo había prometido.
Dejó la sala para no mirar tampoco atrás y comenzar a caminar a paso rápido, sintiendo la garganta seca y una opresión en el pecho. Baja la atenta mirada del profesor quien se encontraba fuera de aquella sala, caminando detrás de él a una distancia razonable.
Yoongi llegó a su salón de clases, agitado. Dejó sus cosas en su lugar para esperar al profesor quien llegó unos minutos después.
—Profesor Jung, ¿puedo ir al baño? —una chica se levantó rápidamente, el profesor asintió para dejar sus cosas en su lugar.
—Señoritas les tengo unas buenas y malas noticias, ¿cuáles quieren escuchar primero? —todas comenzaron a contestar de manera aleatoria haciendo reír un poco al profesor Jung. Finalmente se decidieron por las buenas —: se ha aprobado hacer la fiesta de disfraces para dentro de dos semanas —aclaró sonriendo —. La mala, quizá para la mayoría, es que me voy a trasladar de universidad a Estados Unidos —todas comenzaron a soltar gritos histéricos.
La mayoría estaba indignada por aquello, sin embargo Yoongi estaba en shock. Sintiendo que su esfuerzo no había valido la pena.
—Bien, continuemos con las clases, esta vez quiero que como buenas estudiantes de música no solo aprendan lo teórico, sino también lo práctico —el profesor Jung sacó su laptop para conectarla a la red al igual que la mayoría quienes sacaron su tablet para que él les pasara lo que debían hacer —. Quiero que para el examen que es para dentro de tres semanas toquen un instrumento, bailen, canten, etc. Ahí les dejé lo que voy a evaluar de aquello.
—Profesor Jung una duda —alzó la mano una chica quien siempre participaba en clase —, ¿se puede hacer un dueto? Ó ¿es solista?
—La elección es libre, saben que a mi gusta que todo sea perfecto; pueden unirse con los de canto también si es que no saben tocar algún instrumento, por ello dejé específicamente cada pauta a seguir —respondió para prender el proyector —, si lo van a hacer así necesito que me den nombres.
Todas comenzaron a moverse de un lugar a otro buscando a alguien con quien hacer el dueto o algunas ya se habían resignado a estar en solitario; como Yoongi.
—También la tarea extra por si no logran cumplir con aquello sería escribir una canción, una verdadera canción —el profesor Jung comenzó a bajar las diapositivas con cada explicación respecto a aquel proyecto.
—Yoonji, ¿tienes a alguien en tu equipo? —la chica de la otra vez se acercó a él con una pequeña sonrisa —. Soy realmente terrible con los instrumentos, mi fuerte es solo escribir música y estudiarla —ella soltó un bufido.
Yoongi mordió su labio con nerviosismo, él quería hacerlo solo por que no se sentiría tan presionado con respecto a alguien más. Sin embargo al ver el rostro de preocupación de la chica le hizo sentirse mal.
—Claro —asintió él sonriendo un poco para darle su número y dirección.
Habían quedado en que se verían en la salida para que fueran a la casa de la chica; Hwasa.
Hicieron algunas otras actividades antes de que fueran las cuatro y salieran de aquellas clases. Yoongi se fue con ella hasta la salida, avisando a Jin antes.
— ¿No te molesta si nos vamos en mi auto? —Yoongi negó mientras encoge los hombros indiferente por aquello.
Ambos fueron al estacionamiento para subir a un Ferrari del año. Nada impresionante en realidad, todas las personas que asistían a ese lugar tienen mucho dinero, más del que se debería.
—Es aquí —Yoongi bajó del auto para ver el edificio que constaba de los apartamentos más lujosos.
— ¿Aquí vives? —preguntó mientras pasan por recepción.
—Sip, con mi primo —rodó los ojos; ambos caminaron al ascensor donde solo presionó un botón y al parecer su contraseña.
Claro, son esos edificios que solo con el elevador se podría llegar directamente al departamento.
El elevador se abrió dejando ver un pequeño pasillo con dos puertas. Pasando por aquello se quitaron los zapatos y ponerse unas pantuflas para ir a la sala.
—Ponte cómoda, voy a ir por algunas cosas; por cierto. ¿Qué instrumento vas a tocar? —Hwasa observa a Yoongi con una ceja alzada.
—Creo que Violín o guitarra —respondió incómodo mientras observa la decoración.
—Oh, esta bien —asintió sonriendo para comenzar a caminar a una habitación.
Yoongi soltó un suspiro cuando la perdió de vista para sentarse en aquel sillón cómodo. Dejó descansar su cabeza por un momento en el respaldo para relajar sus músculos cansados.
—Hwasa, ¿ya has llegado? —esa voz... —. Hwasa, ¿estás con alguien más? —Yoongi fijó su vista en la mirada sorprendida de su profesor —. Oh, hola Yoonji, ¿has venido a ver a Hwasa?
—Ugh no comiences Hoseok —respondió la chica saliendo de la habitación ya con otra ropa y con algunas cosas en sus brazos —. Yoonji, ¿podrías echarme una mano? —pidió temblando por el peso de aquello.
Yoongi rápidamente se levantó sintiendo un pequeño mareo.
— ¿Te encuentras bien? —Hoseok se acercó preocupado para tocar su frente —. Oh, estás ardiendo, Hwasa trae unas pastillas que están arriba de la alacena —la chica asintió rápidamente para correr a la cocina —. Toma asiento por favor, acuéstate un momento —el mayor salió corriendo por algunas cosas.
Yoongi sintió como sus ojos pesaban y se iban cerrando poco a poco. Sólo necesitaba descansar, solo un poco...
