~ I ~ Todo empezó...

37 2 2
                                    

Los rayos del sol entraban por la ventana, entrelazándose mientras pasaban entre los coloridos y delgados hilos de la cortina. Una lamparita de escritorio estaba vanamente encendida. Una gran lámpara de colores colgaba del techo, en medio de la estancia. La habitación estaba en silencio. La puerta cerrada daba un aire de tranquilidad y de intimidad demasiado agradable. La cama estaba hecha desde hacía más de siete horas y media. Justo al lado de la cama había una silla de ruedas. Allí era donde yo me encontraba. Sentada en la silla, con las piernas estidadas encima de la cama, en silencio. Pensaba, simplemente divagaba por mis pensamientos, como si intentase encontrar alguno con el que entretenerme un rato. Apoyé la cabeza en el respaldo de la silla y cerré los ojos. Necesitaba esfumarme del mundo, aunque fuese tan solo por unos segundos. Lo necesitaba desde hacía tiempo, pero con los examenes y los trabajos de la Uni apenas había encontrado un poquito de tiempo para mí. Pero ese día allí estaba, por fin.

Respiré tranquilamente, distorsionando el silencio que me rodeaba. Al cabo de un rato en la misma posición, sin hacer nada especial, decidí girar la silla y encender los altavoces que reposaban en una de las estanterías, encima del escritorio. Encencí la radio multiusos que estaba conectada a los altavoces. El pendrive estaba puesto desde hacía quién sabe cuantos días. Así que no tardó mucho en empezar a sonar la música y yo no tarde mucho en adivinar de que pendrive se trataba. Volví a girar la silla de ruedas y me volví a poner en la misma posición de antes. Fue entonces cuando le di a un botón del mando para que la canción volviese a empezar.

Todo era como minutos antes, a excepción que ahora el silencio había sido reemplazado por la melodía de aquella canción que me conocía tan bien. Cerré los ojos y me centré en la letra de la canción. La familiar voz de la cantante empezó a expresar sus sentimientos a partir de aquellos trazos negros que algun día se habían escrito en un papel blanco y que ahora sonaban por toda la habitación.

It's not simple to say,
That most days I don't recognize me.
That these shoes and this apron,
That place and its patrons
Have taken more than I gave them.

Inspiré el máximo aire que pude, hasta que mis pulmones ya no podían contener más aire. Y luego suspiré, temblando. Aquella canción significaba tantas cosas. Tantas cosas que incluso a mí me costaba recordarlas... Significaba muchas de mis frías lágrimas nocturnas, que solían disolverse en la almohada. Significaba todos los suspiros que se escapaban de mis labios cada vez que alguien me enseñaba alguna foto o cada vez que me ponía a pensar sobre mi vida. Significaba todas las veces que levantaba la cabeza como intentando mirar al cielo con los ojos cerrados. Y todas las veces que caminaba por la calle, callada, mirando el suelo que iba apareciendo bajo mis pies.

It's not easy to know
I'm not anything like I used to be, although its true
I was never attention's sweet centre
I still remember that girl.

Como si fuese una bala disparada desde una pistola que apuntaba a mi corazón, la imagen de una niña de dos años apareció de pronto, inundando mis pensamientos. Esa niña...inalcanzable,...ella...

Me puse a llorar, no quería entender por qué lloraba, pero lo sabía perfectamente. Las frías lágrimas resbalaban por mis mejillas, congelándomelas, y haciendo que mi maquillaje se esparciese por mi cara con ellas. Pero me daba igual, hacía tiempo que no lloraba por mí. Y realmente lo necesitaba. Quería llorar, aunque me deshiciese.

She's imperfect, but she tries
She is good, but she lies
She is hard on herself
She is broken and won't ask for help
She is messy, but she's kind
She is lonely most of the time,
She is all of this mixed up
and baked in a beautiful pie
She is gone, but she used to be mine.

Mi llanto, antes silencioso, empezó a ser sonoro. Mi respiración se entrecortaba, y mi boca se abría y se cerraba cada dos por tres, intentando coger aire y retener la saliva que amenazaba con regalimar por mis labios. Lloraba y lloraba; no quería parar. Tampoco podía. Intentaba respirar, mientras la música seguía sonando.

It's not what I asked for
Sometimes life just slips in through a back door
And carves out a person and makes you believe it's all true
And now I've got you
And you're not what I asked for
If I'm honest, I know I would give it all back
For a chance to start over and rewrite an ending or two
For the girl that I knew.

Temblaba. Temblaba por todos los sentimientos que aquella canción removía en mi interior, por todos los fragmentos de recuerdos que divagaban y afloraban de pronto. Temblaba como si tuviese frío, pero no lo tenía.

Who'll be reckless, just enough
Who'll get hurt, but who learns how to toughen up
When she's bruised and gets used by a man who can't love
And then she'll get stuck
And be scared of the life tahat's inside her
Growing stronger each day 'til it finally reminds her
To fight just a little, to bring back the fire in her eyes
That's been gone, but used to be mine
Used to be mine

Me pasé la lengua por el labio inferior. Y, sin darme cuenta, empecé a mordermelo. Me hacía daño y, pronto, noté como la sangre empezaba a mezclarse con mi saliva y mis lágrimas. Paré en seguida, no quería hacerme más daño.

She is messy, but she's kind
She is lonely most of the time
She is all of this mixed up
and baked ina beautiful pie
She is gone, but she used to be mine.

La canción acabó. Pero yo todavía me quede un buen rato sin moverme. Sin abrir los ojos ni emitir ningún sonido. Fue al cabo de un rato, cuando me atreví a tragar saliva. Las lágrimas seguían brotando de mis ojos y resbalando por mis mejillas, humedeciéndolas.

Creo que pasó una eternidad hasta que decidí sentarme bien y empezar a hacer algo. Apagué la radio y los altavoces, ya no quería escuchar nada más; ya había tenido suficiente. Nada más apagarlos un impulso se apoderó de mí. Me levanté y fui a buscar la mochila. Sacé el ordenador portátil y lo encendí, dipositándolo encima del escritorio. Me senté en la silla y abrí un documento en blanco. Ni siquiera pensé lo que hacía cuando empecé a escribir. Después me di cuenta que había empezado a escribir mi historia.

Miré lo que había escrito; no estaba mal. Me apetecia continuar; escribir mi historia. Pero, ¿a quién le iba a importar? Bueno, yo solamente la escribiría. Al menos, me ayudaría a entenderme a mi misma.

Soy...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora