Capítulo 4: Como si fuera el último

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Llegué al hospital y vi a mamá en la sala de espera, me asusté un poco y fui hacia ella.

—¿Mamá que sucede todo está bien?—

—Claro tranquila, sólo estoy descansando un poco, me vine del trabajo y e pasado corriendo por papeles para sacar a tu padre— dijo con una voz de cansancio.

—Si quieres me quedo aquí y tu vas a descansar a casa.

—No tranquila— bostezó— yo debo estar aquí.

—Deacuerdo, ¿quiero ver a papá donde está?

Estaba ansiosa por verlo,  debía contarle de todo sobre el club, Gael, y el baile.

—Oli, está durmiendo, estuvo despierto media hora esperándote y se cansó.

—Deacuerdo, pero ¿se encuentra bien?—

—Si, tranquila.—bostezó.

Quien sabe cuanto tendría que esperar para hablar con papá. Debía conseguir algo de comida, mamá parecía tener hambre pero no podía irse de ahí.

—Ya vuelvo.—dije mientras salía por la puerta principal.

Tenía un poco de dinero para ir a una pequeña soda. Estaba literalmente a la vuelta de la esquina.

Llegué y empecé a ver el menú que estaba colgado en una pared del lugar.

La verdad no tenía suficiente para comprar un almuerzo para mi y mamá. Decidí comprarle a mamá un almuerzo, ya que ella llevaba ahí mucho tiempo, yo me compré una botella mediana de te frío y un pequeño sándwich.

Caminé devuelta al hospital, le di su comida a mamá y noto que en menos de cinco minutos se la había acabado, me quedé atónita.

—Delicioso— susurró pasando una servilleta por sus labios.

—Mamá ¿No tenías hambre cierto?— dije en tono de broma.

—Uff, para nada.— hizo un movimiento con su mano de "querida como crees"

Reímos al unísono de su comentario.

—¿Los familiares del señor Weston?

Un hombre canoso, con lentes y una bata blanca, supuse que era el doctor dijo eso y me puse nerviosa, ¿y si era una mala noticia?.

—Les comunico que el señor Weston podrá salir en media hora.

Mamá y yo sollosamos, la felicidad era enorme. Al casi perder a papá nos dimos cuenta de que era una persona tan importante en nuestras vidas, más de lo que creíamos.

—Pero debo informarles que tiene un problema en el corazón.

—¿De qué habla?—Mamá se levantó de la silla.

—El presenta una grave inflamación en su corazón, lo que produce que la sangre no fluya bien atraves del cuerpo.

—¿Pero estará bien cierto?

—Señoritas lamento mucho decirles que... el señor Weston tiene pocos días.

Mamá y yo comenzamos a llorar, papá se iría de nuestras vidas.

—No puede ser.—dije con tono bajo.

—Como mínimo le doy...—Mamá y yo lo mirábamos fijamente.

—Un mes, pero  puede ser menos, lo siento.— el doctor se retiró de la sala de espera.

—Un mes, un mes—Mamá estaba paralizada, al igual que yo.

Un Sueño De BailarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora