Capítulo V: Parte 2

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Luego de lo que pareció una eternidad, la puerta se abrió estrepitosamente, los gemelos, Miguel, Ágatha y yo nos levantamos inmediatamente y adoptamos una posición de defensa ante cualquier persona que intentase atravesar esa puerta. Mi pulso se aceleró ante tal acto, así como las palmas de mis manos comenzaron a sudar pero, al ver a Catalina ingresar en la habitación seguida de otras personas me relajó un poco , camino un poco de un lado a otro hasta que Mikaela siendo está la última, cierra la puerta.

-¿Qué carajos fue eso?-les grito, no era mi intención pero me siento totalmente enfurecido-. Casi nos provocas un infarto a todos.

-¡Exacto!-concuerda Theo-. Estaba a punto de atacarlos-dice agitando los puños, un tanto exagerado me pareció.

Analizo con cabeza fría a los nuevos invitados y noto que son los dos pelirojos que estaban en el grupo de Mikaela cuando fuimos a presentarnos con ella. Se ocultan detrás de Mikaela con precaución, aunque la peliroja parece ser de la misma edad de su aparente protectora. Sus ojos azules me observan con detenimiento, cosa que me intimida un poco, mientras que el pelirrojo menor detalla el lugar.

-En primer lugar, no tienes ningún derecho a gritarnos, ninguno-dice Catalina señanalando a Miguel y a mí-, segundo, la puta puerta no quería abrir y le dije a Abie que le diera una patada para ver si funcionaba y tercero, pensé que nos esperarían en el salón.

-Esta bien Catalina, lo sentimos-miro a Theo quien asiente afirmando-. ¿Quiénes son ellos?-le pregunto a Mikaela.

-Ellos son Dalia y Dave Harrison, son hermanos y siempre han estado junto a mí-algunos en la sala ahogan exclamaciones, yo sólo abro los ojos como platos. No me lo puedo creer.

-Sé que todos estamos sorprendidos, pero es mejor que nos vayamos de aquí, la puerta sonó muy fuerte y no tardarán en llegar los guardias. Vamos a encerrarnos en el salón y allí nos explican todo-pide Ágatha cerrando las puertas.

Nos encaminamos hacia el salón de teatro, sigo a Miguel quien va encabezando el grupo pero me distraigo y entro en el salón de arte, en cuanto me adentro en el lugar los recuerdos empiezan a salir a la luz, como si de alguna manera hubiese comprimido esos momentos en mi cerebro para no hacerme daño y ahora que estoy aquí vuelven para saber que era mi lugar favorito en el mundo. El lugar que cuando entraba en las mañanas sólo necesitaba tomar un lápiz y una hoja para liberarme de alguna manera.

-¿Vienes?-me pregunta Ágatha en voz baja, se encuentra bajo el marco de la puerta y Mikaela detrás de ella observándome con el ceño fruncido, escudriñando mis pensamientos.

Solo asiento para responderles, ellas se retiran siguiendo su camino con los demás y yo me despido de mi antiguo lugar de escape, cierro la puerta y me uno a ellas en silencio.

El salón de teatro es notoriamente más grande y se encuentra en mejores condiciones en comparación con los demás. Al fondo un pequeño escenario se sitúa junto a varias sillas en frente formando un círculo para expresar mejor una obra o dictar una clase. Una biblioteca pequeña se ubica a un lado del escenario con varios títulos importantes para su estudio y, cerca de mí varios baúles que contienen trajes y utilería para las presentaciones. En las paredes aún se mantiene una capa de pintura color beige, con excepción de algunos lugares donde la humedad ha hecho su trabajo y cedió dejando ver, por decirlo de alguna manera sus huesos, es decir, los ladrillos.

Mikaela tenía razón, la iluminación que el tragaluz que se ubicaba por en cima del mini escenario es bastante buena, por lo que podríamos apagar las luces y así evitar inconvenientes, a demás de ahorrar energía. Me acerco a ellos en el escenario detrás de Ágatha para obtener información.

-Mi nombre es Dalia Harrison-comienza la chica de abundante cabello rojizo que le caía en forma de cascada hasta la cintura-y él es mi hermano Dave Harrison. Sé que quieren saber cómo es eso posible y la verdad es que somos Duques, de Bélgica específicamente-estos dos chicos cada vez me sorprenden más-, y también aunque no lo crean aún existe la releza de Bélgica o por lo menos aún existía antes de que nos llevarán al cuartel número 5 donde conocimos a Mikaela.

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