PROYECTO ORIÓN

Capítulo VI

En cuanto Catalina terminó de relatar su parte al igual que los demás, seguía Abie quien decidió omitir su historia, me di cuenta que todos a una edad tan temprana que la mayoría de las personas olvidan un 75%  pero nosotros al pasar cada uno por ese evento tan importante que marcó nuestras vidas se quedó grabado en nuestra memoria. Mientras muchos desean recordar una infancia de juegos, nosotros queremos olvidar una infancia llena de injusticias.

—Como ya todos contamos nuestro origen, aunque otros no quisieran hacerlo—dice Miguel hacia una Abie apenada—, debemos continuar con el plan. Tenemos dos semanas, por lo menos en este lugar, luego de eso no sabremos cuál será nuestro destino, así que debemos agilizar el proceso.

El porte de Miguel sugiere efectividad, serenidad y seriedad, cualidades de un líder. Agradezco que sea él quien tome el mando.

—Los BON. Deshacernos de ellos es uno de los objetivos principales...

Dave, el hermano menor pelirrojo levanta la mano y Miguel asiente para que él exprese su duda, le hace señas a su hermana quién traduce el mensaje.

—Dave pregunta que cuál es el otro objetivo.

—Armas. Debemos engañar o encontar aliados militares y así hacernos con las armas necesarias para destruir o por lo menos desactivar los BON, luego de eso podremos utilizar nuestras habilidades con libre albedrío y así podemos escaparnos. ¿Fácil, no?

Con su última pregunta sé que quería que reforzaramos las esperanzas porque en realidad las hay muy pocas.

—Alguno de nosotros debe encargarse de seducir a los de informática para desactivarlos—interrumpe Thiago—. Así el día de la fuga los amarramos mientas otros se encargan de los sistemas para luego irnos. Lo mismo con las armas, debemos tomar en cuenta que estos soldados han estado en este lugar durante mucho tiempo, lo que significa que cualquiera, y cuando digo cualquiera quiero decir todos nosotros, podemos atraer a cualquier soldado con promesas de un final feliz, pero sólo si cumplen con nuestras condiciones. Eso sí será fácil.

Aunque no me sienta realmente cómodo haciendo propuestas de índole sexual a personas de mi mismo sexo, lo que propone Theo suena muy lógico, la carne es débil y las ganas fuertes.

—De acuerdo—dice Catalina—. ¿Quieres decir que tendré que acostarme con esos asquerosos sujetos?—suena totalmente asqueada.

—No creo que llegues a tanto, Cata—le responde Thiago con sarcasmo—. Creo que lo máximo sería que le dieras un "trabajo manual" si sabes a lo que me refiero...—se ríe con cinismo y varios le seguimos pero a Catalina no le agradó en absoluto el comentario y mientras Thiago reía, ella le propinó una cachetada que hizo que los demás quedáramos mudos ante el acto.

—No Catalina, eso es un límite—Ágatha toma la palabra—. Puedes, como dijo Thiago, hacerle un "trabajo manual", pero nunca sexo, eso no.

—Esta bien, la pregunta es: ¿a partir de cuándo comenzaremos con esto?—pregunta Mikaela, llamando la atención de todos—. Dos semanas se pasan muy rápido y, ¿que pasará su se dan cuenta de lo que intentamos?

—A partir de ahora mismo. Debemos correr el riesgo. Podemos usar cualquier arma con mucha destreza, una ventaja de las clases de armamento. Y pues, yo no tengo problema en deshacerme de alguno de los guardias, aunque no es su culpa, están involucrados, lo saben y no lo denuncian o hacen algo para cambiarlo.

Mis palabras los deja pensativos. El hecho de asesinar a sangre fría es algo que no me había planteado realmente a pesar de nuestra capacitación para ello, hasta ahora que me había puesto frente a la necesidad de supervivencia.