Capítulo II

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Ágatha decide romper el silencio incómodo cuando observa el reloj en su muñeca.

-Joder, ya son las 11:30, vamos 10 minutos tarde chicos-dice prácticamente haciendo caso omiso a lo que acabamos de descubrir, aunque sea sólo una suposición, existen muy altas probabilidades de que sea cierto. Baja las escaleras a paso apresurado y su cabello corto alborotado negro azabache con unos reflejos violetas brillantes salta debido a su rápido movimiento-. ¿Vienen o qué?-nos pregunta al haber bajado y notado que no hemos movido ni una articulación y aún seguimos arriba.

Salimos de nuestro ensimismamiento y bajamos para unirnos a Ágatha e ir a clases de lucha cuerpo a cuerpo.

En este momento la confusión y el temor rondan en mi cabeza tratando de imaginar lo que nos depara próximamente. El hecho de reunir a más de nosotros en un solo lugar confinado quiere decir que pronto conoceremos nuestro propósito para ellos, sé que no será nada bueno. Sólo espero que todos resultemos vivos e ilesos y no morir en el intento.

Mientras caminamos hacia el gimnasio del cuartel Miguel suelta lo que había estado pensando cuando deducimos lo que pronto pasará.

-Debemos deshacernos de los BON-todos nos volvimos a mirarlo. Los BON o Bloqueadores de Ondas Neuronales, son unos sensores que detectan las señales del cerebro de cada uno de nosotros y cuando alguno decide hacer uso de sus habilidades fuera de los lugares permitidos se dispara una señal la cual es enviada a un dispositivo que tenemos integrado a nuestra columna vertebral, esto lo colocan cuando nos toman por primera vez, que al ser activadas envía una corriente eléctrica tan potente que produce que la persona afectada se desmaye, ésto ocurre sólo en unos pocos segundos lo suficientemente rápido como para evitar cualquier ataque hacia otro individuo. Esto ha afectado a todos, incluyéndome más de las veces que he de admitir, en momentos cuando el enojo y la frustración nos gana, trayendo como consecuencia un sueño profundo de varias horas y castigos ejemplares, entre ellos, el confinamiento aislado.

-¿Y cómo se supone que haremos eso?-pregunto reanudando la marcha-. Te recuerdo que hay cámaras en cada rincón del puto lugar, sin contar a los cientos de guardias que se pasean las 24 horas del día, Miguel.

-Pues eso no lo sé, Jason, pero debemos idear un plan lo más rápido posible porque no sabemos lo que nos tienen preparado la Dra. Ramos y el Gral. Crawford.

Dice justo cuando estamos por entrar al gimnasio, Catalina abre la puerta donde el grupo al lado del cuadrilátero se vuelven a vernos y se quedan en silencio, mientras caminamos hacia ellos veo a Theo y a Thiago, los hermanos de 16 años, que se encuentran uno al lado del otro, su parecido es increíble al igual que la diferencia de personalidad entre los dos. Thiago es más musculoso y no tiene problema en mostrar su cuerpo al llevar siempre ropa muy ajustada o algo holgada pero con abertura para mostrar su cuerpo, es más extrovertido, es Violeta al igual que yo, mientras que Theo, un Blanco, es un poco más reservado pero tampoco es tímido, más habilidoso con varias materias de estudio, es de los más inteligentes que conozco y aunque también tiene buen cuerpos no lo exhibe tanto como su gemelo idéntico.

El Profesor Samaras nos mira impaciente, tengo el presentimiento de que lo que vendrá no será bueno para nosotros. Al llegar dice nos furibundo:

-Al suelo, hacer 50 lagartijas cada uno-y al notar que ya íbamos a dar objeciones, se apresuró y dijo-, y sin rechistar porque si lo hacen o me retan, subo a 75-con esa amenaza nuestros labios se cerraron.

Sin protestar, dejamos nuestros bolsos de deporte en un banco cercano y luego los cuatros nos lanzamos al suelo mientras que el profesor Samaras continuaba hablando.

-Bueno, como seguía. Hoy tenemos 5 enfrentamientos: Abie contra Ágatha, Miguel contra Jason, Theo contra Isak, Thiago contra Fredek y Tiana contra Mei.

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