Epílogo.

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JungKook no podía creer que estuviera atrasado para toparse con Hobi, si había dejado todas las alarmas posibles activadas para despertar después de su siesta. Aun así, a su celular no le había dado la gana de sonar, por lo que despertó media hora más tarde de lo que pretendía.

Apenas iba atravesando el parque del río Han, a toda prisa, cuando su celular comenzó a sonar. Era Hobi, y aunque contestó con toda la intención de disculparse, el mayor no le dio la oportunidad.

—Lo siento Kookie, la clase se retrasó porque uno de los pequeños se quebró el tobillo— Hoseok sonaba asustado y JungKook se preocupó por el estado mental de su pareja— Tuvimos que llamar la ambulancia y Yeonsuk no dejaba de llorar llamando a su madre.

—No te preocupes cariño, ¿necesitas que vaya?— cuestionó dejando ver su preocupación, al fin de cuentas, también era su academia y debían tomar la responsabilidad juntos.

—No, todo está bien, estoy a punto de salir, por suerte el Sr. Kim no tardó en llegar por él— suspiró con pesar— No puedo creer que esto haya sucedido justo el día que no tenías que dar clases también.

JungKook se disculpó y le dijo que la próxima, esperando que no hubiera ninguna, no dudara en llamarlo. Al final acordaron encontrarse en el restaurante de Jin en veinte minutos. Pero como JungKook ya estaba cerca, a cinco minutos, quedó con tiempo libre. Decidió sentarse en una banca y mirar el atardecer por el poco tiempo que quedaba.

Y entonces lo notó, hacía tanto tiempo que no iba allí que al principio no se dio cuenta, pero estaba en el mismo lugar que siempre visitaba al pensar en Jimin. De pronto recordó un poco de todo lo que sucedió en su pasado, de todo el dolor que había sentido y que había causado, y se dio cuenta que, también, hacía bastante no pensaba en nada de eso.

Después de haber hablado con Jimin aquella vez, se había dedicado a vivir, se había dedicado a reparar las relaciones que aún tenía con su pasado, reconectar amistades, e incluso, enamorarse de la persona que menos se lo esperó. Hoseok no sólo había sido la persona que lo sacó de un abismo de dolor en dos ocasiones, sino quién le había demostrado con pequeños gestos que la vida seguía moviéndose, y le había robado el corazón con una alegría que, aunque ya conocía, nunca había apreciado por las demás contradicciones que sucedían en su interior. Ahora tenían un negocio juntos, compartían un hogar y un sinfín de sentimientos que en su juventud nunca pudo sentir por la preocupación de ser normal.

Era una suerte que él mismo hubiera decidido darse la oportunidad de ser quien era, eso fue lo que le llevó a encontrar a la persona que pintaba sus días de colores pasteles.

Unos minutos después su celular volvió a sonar y al ver el nombre en pantalla acopañado por un emoji de corazón contestó de inmediato.

—Te amo, Hobi.

El contrario rió por el inesperado saludo— Yo también te amo Kook, pero llamaba para preguntarte dónde estás, se suponía que nos veríamos aquí en veinte minutos, y ya tienes cinco de restraso.

—¿Qué?

El menor se levantó corriendo, con el celular aún en el oído, sintiéndose estúpido porque aun con todo lo que había sucedido, llegaría tarde.

—Date prisa, ya todos están aquí y el hijo de Jimin y Taemin no deja de preguntar por su tío favorito.

—Ya estoy por llegar, nos vemos.

Al cortar se dio cuenta de lo ligero que se sentía su corazón, el cual se había sentido de ese modo desde cinco años antes, cuando por fin decidió ser sincero y cerrar ese capítulo tan doloroso de su vida.

Ahora podía estar cerca de Jimin sin ningún dolor, y gracias a ello su vida era un remolino de emociones cálidas y constantes. 

 

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Finalmente, logré concluir esta historia. 

Sinceramente no creí que me llevaría tanto tiempo, pero sentí un poco de desanimo por la mínima atención que recibió. Aun así me alegró de haberla terminado porque pude poner muchas cosas que pienso aquí, además de animarme a darle un final muy diferente del que pensaba en un inicio. 

Cuando empecé con esta historia JungKoook sufriría por siempre por sus malas desicionies, y nunca dejaría de pensar en Jimin, pero después de un tiempo me pregunté ¿es justo que un error cueste toda una vida? por eso pensé que Kook merecía una segunda oportunidad de ser feliz, de amar y ser amado, e incluso de recibir el perdón de Jimin. Y me gustó mucho más este nuevo final porque lo errores no son para cargar, sino para afrontar y superar.

Les agradezco mucho a quienes leyeron esta historia, especialmente a MicaelaNopalBrasodeErwin por siempre votar y comentar , juró que si terminé fue por ustedes  (๑•̀ㅂ•́)و❤ 

De nuevo, muchas gracias y ¡nos leemos!

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