Capítulo 11.

84 12 1
                                    


1 año después.

Sólo un mes después de que todo acabara, JungKook se había marchado para cumplir su servicio militar. Era su deber como ciudadano y hombre coreano, aunque después de todo lo que había sucedido con su vida, ya no sentía que el deber fuera algo bueno. Aun así, no le importaba estar allí porque le quedaba poco tiempo para pensar.

Cada día era un infierno vivido, sin poder dejar de pensar en Jimin, la persona que amó y pudo tener, pero rechazo por un estúpido sentido de normalidad, y aún lloraba por él todas las noches, en silencio para no ser descubierto. Tampoco podía parar de recordar a sus otros compañeros, aquellas personas a las cuales defraudó por su ingenuidad y hermetismo. No podía dejar de culparse por todo y sentirse un desperdicio de aire.

Lo peor fue que a mitad de su primer año, Hoseok ingreso al mismo escuadrón en que él estaba. Fue una sorpresa agridulce porque sentía demasiada vergüenza por tener que darle la cara al mayor, él cual no parecía determinar su presencia, pero también le alegraba saber que aunque fuera por indiferencia aún sabían de su existencia.

Hoseok siguió ignorándolo por un tiempo pero, seguramente por lástima, empezó a mirarlo como un conocido, y posteriormente como alguien a quien hablarle en esos momentos de frustración ante un mundo violento y gris. Finalmente, el mayor le preguntó por lo que había pasado, ya que no conocían la historia completa, y no tuvo el coraje para mentir más. Se abrió ante Hoseok expresando todos los pensamientos y sentimientos que lo habían atormentado desde su juventud, y lo que sucedió cuando Jimin le confesó su amor. El mayor se enojó muchísimo por su desconfianza en ellos, por no haber escuchado el mismo mensaje que intentaban transmitir con su música y por haberlo destrozado todo egoístamente. Pero un mes después, volvió a hablarle para decirle que lo comprendía aunque no aceptaba del todo lo que había generado.

—Kookie, lamento que hayas tenido que atravesar todo esto solo, quizás cuando terminemos el servicio podamos volver a hablar.

Esas fueron sus últimas palabras antes de informarle que lo habían reubicado, por lo que no se verían más. JungKook sintió la pérdida tan fuerte como en el momento que rechazó a Jimin, pero merecía todo lo malo que sucedía en su vida y no pretendía victimizarse como si no fuera su culpa.

Aun así, el vínculo que sintió esos pocos meses con Hoseok no se parecían a los que tuvieron en todos los años que vivieron juntos. JungKook estaba triste, estaba solo y vulnerable, y Hoseok le había dado la oportunidad de acercarse a él, nuevamente, aunque no lo merecía.

Jung Hoseok era un ángel, y nunca había dudado de ello y realmente esperaba que el mayor no se olvidara de él.

Quizá en otro momento podría recuperar al menos una parte de todo lo que arruinó. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





En tres capítulos más esto se acaba, el próximo es mi favorita aunque lo haya escrito apenas ayer xD

¡Nos leemos!

Close |JiKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora