Capítulo 4: «Desconfianza, discusiones y planes»

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  Mientras tanto, en la guarida de los VKs, el chico Bestia tardó varios segundos en reaccionar luego de haber oído la confesión de su amiga.

—No esperas que crea en eso, ¿verdad? —Inquirió él, alzando una ceja. —Mira, esos traidores pueden ser culpables de muchas cosas, pero Jane me detesta y es por eso que ha convencido por voluntad propia a Mal; Evie, Jay y Carlos de que les convenía secuestrarme. —Aseguró.

— ¿¡Estas loco!? ¡Ella jamás haría tal cosa por voluntad propia! —Aseguró Lonnie, cruzándose de brazos.

— ¡Claro que sí! —Insistió el castaño. —Debiste ver el odio en sus ojos cada vez que me miraba, ¡esa perra nos ha engañado durante todos estos años! ¡No merece nada más que quedarse aquí a pudrirse con los demás villanos! Supongo que mi padre tenía razón al exiliarlos a esta prisión.

— ¡No vuelvas a decir algo así jamás en tu puta vida, imbécil! —Alzó la voz la descendiente de Mulán para acto seguido darle una cachetada, luego lo tomó del cuello de su camisa destrozada. —Mira, me importa una mierda lo que pienses, tú y yo vamos a ir a rescatarla y nos iremos de aquí los tres juntos; te guste o no, porque si te rehúsas una vez más me encargaré de que nunca vuelvas a  pisar Auradon. ¿¡Entendido!?

—Algún día abrirás los ojos, solo espero que no sea muy tarde cuando quieras ver la realidad. —Masculló Ben, entonces la chica lo soltó de mala gana.

—Cállate y espera, iré a buscar las espadas. —Gruñó para luego marcharse hacia la habitación, unos minutos después volvió a la sala de estar con el carcaj de espadas en la mano derecha, se colocó la mochila y finalmente lo miró de reojo. —No quieres quedarte aquí solo porque eres un poquito demasiado caprichoso, ¿no? —Añadió, ignorando que su mejor amiga acababa de entrar, furiosa.

—N-no soy un c-caprichoso, respeta a tu rey. —Tartamudeó el chico Bestia, nervioso, no podía dejar de mirar a la pequeña hada que los había descubierto.

—Cierra la boca y vámonos. —Sentenció la joven guerrera antes de voltearse, entonces se percató de la presencia de la recién llegada.

—Ustedes dos no se van a ir a ningún lado. —Replicó la chica de ojos azules, seria.

—Esta búsqueda fue más fácil de lo que pensé, ¡te extrañé tanto, amiga! —Exclamó Lonnie con alegría, dejando caer el carcaj de espadas para acto seguido rodear con sus brazos a su ex compañera de habitación, pero la última se separó inmediatamente.

— ¿¡Qué carajo haces aquí!? ¿¡Cómo mierda llegaste hasta este lugar!? ¡Tú no deberías estar aquí! —Le recriminó la menor, estaba indignada y al mismo tiempo preocupada, ya que la hija de Mulán siempre había sido una entrometida. O al menos eso era lo que ella pensaba de su mejor amiga últimamente.

—Uh, eso debió dolerte, Lo. —Habló el castaño, a quien le divertía la situación. —Ella es un caso perdido, no gastes tu tiempo en gente que no vale la pena. —Le aconsejó, acercándose hacia ambas y colocándole una mano en el hombro a la chica en la que aún confiaba.

— ¿¡Cómo te atreves a decir eso, bastardo!? ¡Por tu culpa lo perdí todo! —Gritó la hija del hada madrina, acortando la distancia que la separaba del chico al que deseaba golpear, pero su mejor amiga la tomó del brazo para evitar que lo hiriera.

—Jane, no dejaré que lo lastimes. —Intervino Lonnie, seria. —Me escapé de la coronación y me escondí en la limusina para venir aquí a rescatarlos a ambos, así que nos vamos y no quiero oír quejas. Si tienen preguntas, se las explicaré todas en el camino. —Aclaró entonces, omitiendo su deseo de salvar al chico del que estaba enamorada, pues estaba intentando convencerse a sí misma de que él no merecía su perdón ni su cariño.

The Wand For The Guy || (WFTC #2) [Descendants]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora