CAPITULO 15
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Narra Sheila
¿Carlos bailaba así? ¿Desde cuando?
Había pedido al Dj específicamente esa canción flamenca para impresionarle pero al final fui yo la que me quedé con la boca abierta.
-¿Quién eres y que has hecho con mi primo?
-¿Tan mal creías que bailaba? -Rió.-
-Poh sí -contesté y me giré cruzándome de brazos fingiendo estar enfadada-.
-Anda ven aquí peque, que hoy es tu día -le miré alzando una ceja-, bueno, tu noche.
Me giró y se acercó rápidamente a mí, pero antes de llegar a mis labios pareció pensárselo y me dio un beso en la mejilla. Yo le sonreí, pero la sonrisa no llegó a mis ojos, aún así no pareció darse cuenta.
-Y ahora...
Me tapó los ojos y me guió por el local. Tras unos minutos andando me empujó y al instante noté algo húmedo.
Abrí los ojos y...
-¡Me cago en la madre que parió a Panete! -Tras una breve pausa.- ¡¡Carlos!!
-¿Si peque? -Dijo despreocupado acostado sobre una tumbona.-
-Corre -susurré diabólica-.
-Ahora mismo -rió él-.
Él echó a correr mientras yo salía de la piscina, se adentró de nuevo en el local y lo escuché gritar.
-¡La fiesta se traslada a la piscina, chicos!
Me tiré a su espalda y él me agarró por las piernas evitando nuestra caída.
La gente empezó a correr hacia fuera para tirarse a la piscina con la ropa, alguno se quitó la camiseta y otros llevaban el bañador debajo.
-¿Carlos? -Le susurré al oído.-
-Dime peque.
-Estoy empapada.
-¿Qué quier... -se calló de repente, me dejó en el suelo y me examinó con la mirada-. Ven conmigo.
Me cogió de la muñeca y me arrastró hasta la puerta del baño de mujeres.
-Oye, ya eres mayorcito como para ir tú solo al de niños, ¿no crees?
-Já já, que graciosa -se giró hacia un armario y me dio una bolsa de plástico-.
-¿Tan fea soy primo?
-Calla y cámbiate.
-¿Y eso? -Le miré incrédula.- ¿Me has traído ropa de cambio?
-Ajá -asintió con los ojos cerrados a la vez que sonreía como si hubiera conseguido La Paz mundial sin querer-.
-O sea que... ¡¿ya tenías planeado tirarme a la piscina?!
Le cambió la cara inmediatamente, ahora me miraba asustado.
La situación me hacia bastante gracia debido a que él, siendo más alto que yo, me miraba como si yo fuese un avatar y él un pitufo.
Me gustaba imponerle así.
-Y-yo... eh... n-no, q-quiero decir, ¿si? ¿Quizás?
-Ven aquí -dije sería y entré en el baño-.
Lo vi dudar sobre sí seguirme adentro del aseo o no, pero al final prefirió una posible bronca de un segurata a una bronca mía.
-¿Y-y bien?
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Extrañamente conocidos
Roman d'amour.~Hola, me llamo Sheila y esta es la historia de mi vida. Me despedí de mi padre a los 7 y conocí al padre de mis hijos ese mismo año~. .~Hola, me llamo Carlos, yo era un chico corriente, pero toda mi vida cambió el día que me di cuenta de que la...