Carta 11

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Querido Destino:

Mateo, ya no volvió y yo tampoco quise saber más de él.

El amor que viví con él empezó siendo amigos, particularmente hablábamos en ciertas ocasiones sobre todo de lo que es temas de política. Él me explicaba varios puntos que no estaba de acuerdo con lo actual en nuestro país, y pues yo le daba la razón. Cada vez que nos sentábamos en el receso a hablar sentía que solo eramos él y yo a pesar de que habían muchas personas que envidiaban que yo fuera su amiga. El caso es que yo nunca les hice caso.

Así pasaron alrededor de un año y medio en que en un momento determinado supe que estaba enamorada de él. Los nervios que sentía al hablarle habían aumentado, las ganas de verlo me mataban cada vez que él no iba a la academia y lo peor que no le decía nada por mis redes preguntándole qué le pasó para que faltara. Así de tonta era yo.

Y peor, después comencé a sentir celos, ¡CELOS!- Sentir celos sin ser nada es lo peor que te puede pasar,pero lo bueno es que él nunca se dio cuenta de eso, mucho menos de que sentía algo por él aparte de admiración y gratitud o eso creía.
Hubo una vez que él me invitó a un discurso que él hablaría. Yo toda emocionada recuerdo que fui, y podría hasta jurar que cada palabra, gesto o movimiento que él hiciera me lo dedicaba a mí.
Incluso una vez él hizo que sintiera celos de una chica apropósito a pesar de que él no me había dicho nada yo ya sabía que esa era su intención.
Antes de acabar ese segundo año de haberlo conocido él supo que yo hablaba con alguien más: Salvador.
Él no me dijo nada sino que la que me lo comentó fue mi mejor amiga, ella también en ciertas ocasiones hablaba con Mateo y él le había contado que había hablado con Salvador y este le había dicho que sí, sí estaba enamorado de mí. La noticia me tomó de improvisto dejándome pálida al instante sin saber que decir.

Yo pensé que él día que viera a Mateo, él me haría un comentario sobre eso o incluso me preguntaría, pero no fue así. Él nunca me dijo nada y yo decidí también no tomar el tema como conversación.

En el baile de a fin de año pasó algo que me tomó de improviso: Salvador me sacó a bailar, muchos que nos conocían a ambos nos quedaron mirando mientras que yo le decía: ¿qué haces?, oye no sé bailar.
Él solo tomó mis mano y me dijo: Sígueme. 
Ambos bailamos al compás de la música recuerdo que era All of me de John Legend. En eso, él me abrazo y yo le correspondí el abrazo,cuando pasó. Justo en ese instante miré hacia la puerta y él que entraba era Mateo. Ambos nos quedamos mirando, pero no decidimos ir en busca del otro.

Al finalizar la canción decidí decirle a Salvador que iría a tomar aire. Cuando al fin logré salir, las estrellas alumbraban la noche y la hacían maravillosa. De pronto sentí que alguien me tocaba el hombro, voltee con temor y encontré a Mateo parado en mi defrente. Recuerdo que le dije: Hey, Hola. Él tenia una expresión serena pero fría a la vez, cuando en eso tocó mi mejilla con cariño tomándome por sorpresa y él me preguntó ¿Acaso ya no me quieres?
¡Espera qué!
Ehh ¿a qué te refieres?, le respondí.
¿Qué? acaso crees que no me he dado cuenta de que en todo este tiempo que nos conocemos no he notado que estás enamorada de mí- eso fue lo que respondió Mateo.
Casi me desmayo al escuchar eso.
Yo.., no terminé la frase ¿por qué?. Él me besó , ¿me besó? Sí me besó y no dejó que terminara la frase.

Cuando él se alejó de mí me dijo: Déjame decirte que yo siento lo mismo que tú, pero lo nuestro no puede ser y tú sabes cual es el factor principal, que eres menor que yo y eso no nos dejará ser felices.
Pero lo importante es que nos queramos, ¿no?-le pregunté.
Yo quiero pensar lo mismo, pero cierro mis ojos y sé que tarde o temprano te aburrirás de mí y me dejarás por alguien más joven- fueron las palabras que rompieron mi corazón en añicos.
Yo: Jamás haría eso, yo te am...
No,no lo digas. Es mejor dejarlo así Alma y ya no hacernos daño. Tratemos de continuar con nuestras vidas. -Terminó él interrumpiéndome.
Y se fue, entró de nuevo en la fiesta mientras que mis lágrimas caían por todo mi rostro.
Cuando en eso noté que Salvador me estaba esperando y tenía que continuar la noche, me sequé como pude las lágrimas y entré de nuevo en la fiesta. Salvador se encontraba en el estrado y me llamó.
Todo estaba en silencio los demás ya no bailaban y habían bajado el volumen de la música. Cuando llegué hasta él me dijo:
Sé que nos conocemos poco y que no hemos tratado mucho pero... Y sacó un tremendo peluche haciendo que me tapara la boca del asombro. Él continuó diciéndome enfrente de todos que estaba enamorado de mí y que ¿si quería ser su novia?.
¡Estaba en shock!
Mientras miré a todo los presentes en la fiesta divisé a Mateo, él se encontraba de pie esperando al igual que todos mi respuesta, pero ¿yo qué podía decir?

Ambos hace un momento nos habíamos declarado el amor que sentíamos por el otro, pero también me había echo añicos el corazón.
Desvié mi mirada de él, me fijé en Salvador y le respondí: Sí, si quiero ser tu novia, él se acercó y me besó, pero ese beso fue muy diferente al de Mateo ¿por qué? prácticamente hizo que me olvidara de todo a nuestro alrededor y que solo pensara que eramos él y yo.

Atentamente: La masoquista de Alma.

Escritos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora