Manipulación

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Jamás pensó que se sentiría así pero ahí estaba poniéndose la playera poco femenina sobre su bikini, quitándose la coleta de cabello para cubrir aún más su rostro y sentándose en la sombra, lejos de todos. Se puso sus lentes de sol para disimular sus miradas celosas, su estómago se comprime cuando lo ve sonreírle a esa chica de cinturita tan pequeña que parecía un maldito reloj de arena, con disimulo también se presiona los lados de la camisa y piensa que es demasiado recta para su gusto. Pero mira entonces hacia su derecha y lo ve patalear con sus piernas dentro de la piscina para ganar en un concurso infantil contra Kenny.

Eric Cartman no trae camisa, solo sus bermudas para la piscina, su cabello está mojado pero lo trae peinado y su sonrisota lo hace ver tan bien. Lo odia. Bueno, no tanto pero no puede evitar sentarse mejor en esa silla blanca y mirar cómo se deja caer a la piscina cuando Kyle se acerca. Casi lo ahoga pero están saliendo y nunca dejó de abrazarlo.

A veces, a Wendy le parece que la pareja perfecta no son ella con Stan...

Stan se acerca, por cierto, le saluda y ella lo mira con sus lentes oscuros y cruza los brazos, quiere que se dé cuenta que está molesta pero él toma la botella de agua y bebe para luego acatar el llamado de Kenny y lanzarse de nuevo a la piscina y jugar con la pelota.

Eric y Butters deben estar separados, son los malos de los equipos y debe haber un equilibrio. Kyle tiene que cuidarlo a cada rato de los balonazos. Kenny hace lo mismo por el rubio y Stan la mira, hace falta otro jugador pero ella alza su mentón y finge leer una revista.

-¿Qué pasa, andas en tus días? –le comenta el gordo cuando toma una toalla y seca su cuerpo, se talla el rostro y su cabello, se despeina y luego lo alisa con sus dedos, tan vanidoso. Ve su estómago abultado y entrecierra los ojos, su piel se ve suave pero no puede averiguarlo. De repente, unos brazos lo rodean y le presionan, es Kyle. Wendy no los había visto así de cariñosos jamás. Abre los ojos pero las gafas la protegen. -¡Khal! ¿Me traes una nieve, sí, sí, sí? –se gira para colgarse del cuello con dramatismo. –Necesito una nieve o moriré de calor...

-¿De qué la quieres? –le dice tranquilo y Wendy abre la boca. Jamás había sido así de dócil.

-¡Chocolate!

Y se fue, como si fuera su sirviente o... como un novio normal. Mira a Stan y lo ve sentarse también, él deja que el agua escurra en su rostro, le parece atractivo, se ve sexy, se ve seductor...

-¿Stan? ¿Y si vas por una nieve?

-No, gracias. –dice él y luego lanza su toalla hacia un rubio que sigue burlándose de su último pase en el juego.

Ahora se siente ignorada y en lugar de enojarse como es debido, le duelen los ojos por el coraje y la decepción. Se cruza de brazos y lo ve irse sin notar esto tampoco.

Pero alguien se ríe. Cartman sí lo notó.

-Uuuhh. Te ignoró, te ignoró... -canturrea mientras da una vueltita con saltitos. –Qué bueno, te lo mereces.

-¿Quieres que esa nieve que te van a traer quede en tu culo, maldito?

-Por lo menos tengo una. –le dijo hábil y apenas se giró, recibió el cono de helado y le dio la primera lamida. Kyle se recuesta, se ve cansado pero animoso, calmado, se está divirtiendo y bueno... no está al tanto de estas cosas. Wendy piensa que quizá solo puede hablar de esto con otras chicas.

Ve entonces como se hace a un lado para que también se siente su novio y mientras habla con sus otros dos amigos, le acaricia el cabello mientras el castaño está más ocupado en comer y comer.

Cartman Week (?) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora