Se invierten los papeles

Parte diez

Cuando volvió a despertar, una aguja estaba en su brazo, al parecer había sido lavado y le habían cambiado la ropa, junto con las sábanas.

No encontró a Ha Neul por ningún lado, ni siquiera podía sentir el ahora de la pequeña bebé cerca. Algo dentro de él comenzaba a retorcerse, se estaba sintiendo mareado, realmente estaba necesitando el contacto con ese bebé.

Agudizó su olfato, el aroma de Bum tampoco se encontraba en el aire.

Se re acomodó en la cama, el dolor que había estado sintiendo las veces anteriores que se encontró consciente, ya habían desaparecido. Lo más seguro es que un doctor le había estado revisando mientras dormía.

Tomó la aguja y la retiró de su brazo, eso causó un poco de dolor en su extremidad, pero ya había sufrido dolores peores, esto realmente, comparando, no era nada.

 Aún le costaba el poder caminar, con ayuda de los muebles que se encontraban y apoyado en ellos y en la pared consiguió llegar hasta la escalera, la cual subió lentamente, casi arrastrándose en los escalones.

En realidad, había cero expectativas en él sobre que la puerta se encontrara sin seguro.

Sorpresa le invadió cuando consiguió abrirla, pensó inmediatamente que era una trampa.

¿Estaba Bum acaso buscando una excusa para lastimarlo? ¿Estaría a un par de salas esperando para castigarle?

Parecía una total idea del alfa, sin embargo, por más que Sangwoo avanzaba, aún no sentía ni una pizca de la esencia del mayor, ni siquiera de su bebé.

Más extraño le resultó que, al salir por la puerta principal, un oficial de la policía le esperaba sentado sobre las escaleras.