Samsāra

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Por las oscuras callejuelas un hombre camina.

 Alto, de piel tan blanca como el mármol, labios rojos cual cereza y pupilas violeta que a contra luz se vuelven rojas como sus labios.  Un sombrero oculta sus cabellos, tan oscuros como la noche por la que condenado está a deambular. Si bien no siente frío usa una capa y botas. No le interesa demasiado su aspecto, pero de alguna manera, vestirse así le recuerda a las épocas en que fue un ser humano común y sobre todo, cuando fue feliz. Ignorante del mundo y sus secretos, pero feliz.

Tararea una canción en un idioma antiguo mientas avanza. Cuando ha llegado a su destino quita su sombrero y hace una reverencia a quien está frente a él:

Un chico de cabellos negros con puntas blancas, ojos oscuros sin pupilas y labios finos. Usa una simple camisa negra y pantalón junto a zapatos del mismo tono.
Le mira sin expresión pero dejando en claro lo poco que es para él.

ーMe siento honrado de ser llamado por un ser como usted, principe. ーinicia mientras vuelve a colocar su sombrero.

ーDejemos de lado la falsa amabilidad, eres basura que no siente honra o agradecimiento por actos como este.

El tono con el que habla es tan neutro como su rostro. No intenta ofenderle, solo es una mención a lo que es.

ーSi así lo desea, dígame ¿Por qué he sido llamado?

ーBuscaste a la esposa de Shūji, le has traído a este pueblo y planeas sacrificarle para que Shūji no interrumpa en tus planes ¿Me equivoco?

ーSolo en un detalle, señor, Shūji se ha nombrado a sí mismo Osamu Dazai desde que se convirtió en uno de mi especie.

El demonio no toma a bien la corrección y lo deja en claro al observarle, esta vez con una mueca de disgusto.

ーDazai ーpronuncia con sorna ーes el favorito de Mephisto, si sacrificas al cazador no solo te matará el vampiro, tendrás al demonio también en contra tuya y por muy listo que seas no tendrás salida, vencer a ese par sería imposible hasta para ti.

ーYo no creo que sea imposible.

Nuevamente el demonio le mira con ira y no se molesta en ocultarla esta vez. 

ーArrogante y necio, no podía esperar más de alguien de tu especie.

El vampiro se siente, por primera vez, ofendido. Que un demonio le llame arrogante es demasiado irónico contando que Lucifer cayó en la treta de Mephisto justamente por ello.

ーHe de suponer que si viene aquí es para que no toque al chico que usted acompaña y con el que finje ser un súcubo. No se preocupe, los humanos no me interesan.

ーVa más allá de eso, tu inapropiado plan pone en riesgo mi teatro con mi humano, he estado ocultando mi verdadera naturaleza por demasiado tiempo como para permitir alguien como tú venga a romperlo por un capricho. Vengo a hacer un trato contigo, te entregaré al cazador. Pero no debes matarle, entrégalo a Dazai como ofrenda de paz. Entonces tus planes funcionarán.

No puede confiar en el demonio, aunque es verdad que será mejor entregar al cazador, no puede aceptarlo sin más.

ーHa dicho usted que esto es un trato, ¿qué gana usted?

ー¿Además de quitarte del camino a ti?  Nada.

ー¿Un demonio hará un trato sin ganar nada?

ーConsidérate afortunado, vampiro.

ーFyodor, mi nombre es Fyodor Dostoievski.

ー Lo sé, vampiro.- responde remarcando la ultima palabra.

Sin dar chanse a respuesta, el demonio desaparece de ahí.
Atsushi es más que un capricho. No va a permitir que un cazador les separe, pero tampoco planea enfrentarse a Mephisto.