Un adios inesperado parte 2

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Atem estaba dudoso en su relación con Seto y su padrastro le prohibió volverle a ver, y lo inscribio a una escuela de música, nunca le presto mucha atención asu maestro, Pegasus quien siempre lo veia raro.

-De nuevo pequeño Atem te equivocaste no era un Do mayor era un Do menor, despues de clases hablaremos de los tempos ya que veo te falla mucho.-

Atem se quedo al final, el maestro cerro la puerta lo que puso a Atem alerta...

-Si gritas y nos ven te voy a castigar, pero si eres un niño bueno y no gritas te compraré muchos dulces y juguetes... Si le dices a alguien nadie te creera, todo es culpa tuya...-

("-Culpa mia... ¿De que estará...?"-)
Los pensamientos de Atem se congelaron al sentir los besos del maestro, sobre su pequeño cuello el pequeño asustado corrio hacia la puerta, pero esta estaba cerrada, sin pensarlo más se arrojo por la ventana que estaba abierta callendo sobre los setos que amortiguaron su caída, se levanto rápidamente, sus ojos se llenaron de lágrimas y corrio sin mirar atras. Su vista estaba nublada por su llanto, torciendose el tobillo el dolor poco importaba lo unico que queria era huir de ese lugar, y de ese maestro...

Seto estaba parado frente a esa vieja biblioteca, donde conocio a su pequeño ángel. Estaba con la mirada perdida recordando esos ojos llenos de lagrimas de pronto sintio un golpe muy fuerte en su espalda, al voltear a ver quien lo habia lastimado vio a su pequeño ángel, agitado y lloroso lo cargo en brazos y lo llevo a casa de su abuela.

-Si tienes algo contra mi dimelo.-

Seto miro a Atem con frialdad mientras su abuela terminaba de vendarle el tobillo.

-Yo... Yo... [Si dices algo nadie te creera... Todo es culpa tuya...]-

Esas palabras hacian un eco burlón en los oidos del chico. Seto al ver el rostro lloroso del menor no pudo seguir enojado con el, y lo abrazo con fuerza, Atem lloro en su hombro por un largo rato, sintiendose miy feliz y protegido. Poco despues ambos volvieron a hacer los mismos amigos inceparables, solo que Seto no tenia el valor para decirle que se iría en un mes a España, para continuar sus estudios... El tiempo paso volando y aquel dia que debian separarse llego en un santiamén durante el trayecto de la casa al aeropuerto, hubo risas y bromas, que se volvieron lágrimas silenciosas. Seto abrazo a Atem con ternura depositando un calido beso en su pálida y humeda mejilla, sin mirar a tras subio al avión, el conocía de sobra que si miraba atras aunque solo fuera un instante, no podría contener las ganas de quedarse con Atem, el avión despego ahogando a ambos en una marea de inmensa tristesa, con un pequeño faro de esperanza, volverse a ver algun dia.
Si el destino asi lo queria, si no aun quedaba en su memoria y en su corazón aquel chico de cabellos peculiares y ojos hechizantes.

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